La fuerte granizada que cayó el miércoles pasado casi en seco en el corredor productivo Quines- Candelaria obligó a resembrar unas 800 hectáreas con algodón, de las casi tres mil implantadas en la actual campaña repartidas entre siete empresas.
Héctor Andrada, jefe de la Agencia Quines del INTA, dijo a EL Semiárido que el daño provocado en esa superficie fue mayormente por quemaduras de las pequeñas plantas que permanecieron bajo el hielo acumulado unas cuantas horas.
Parte de la fibra producida en el note de San Luis está considerad de alta calidad comercial y se vende a tres hilanderías nacionales en fardos de 200 kilos que salen de la planta desmotadora que la firma Puramel, perteneciente al Grupo Navili, tiene desde hace ocho años la salida de Quines, en dirección Candelaria.
El granizo del miércoles también produjo pérdidas totales en cultivos hortícolas extensivos de tomate, zapallo, sandía y cebolla desarrollados en el mismo corredor productivo y en la franja comprendida por la red de canales de riego. Alcanzó además a varios lotes con maíz recién germinado y trigo a punto de cosechar, ambos producidos bajo riego por pivote, en un extensión aún no calculada, pero importante de hectáreas.
El violento temporal llegó cuando la zona aún se encuentra en plena recuperación por los daños que dejó la inundación de 1 de marzo pasado, que, entre otros destrozos, borró el sistema de riego por canales que cubría unas tres mil hectáreas de cultivos intensivos con agua del Dique L Huertita.
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