Con cuatro mil kilos más por hectárea que la campaña anterior, la oleaginosa cubrió este año 20.000 hectáreas, diez mil menos que el año pasado.
Con una marcada caída en la superficie implantada respecto de la campaña anterior, pero con mayores rendimientos promedio, ya cosecharon el 62 por ciento del girasol en la provincia de San Luis.
De las 20.000 hectáreas sembradas, se perdieron 2.200 por daños climáticos y ataque de palomas y el rinde hasta ahora es de 1.800 kilos por hectárea, muy superior a lo registrado la campaña pasada, que fue de 1.450 kilos, según el último reporte semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Las principales zonas del sur del área agrícola ofrece el siguiente panorama:
Norte de La Pampa – oeste de Buenos Aires: 70% recolectado con 2.500 kilos por hectárea.
Sudoeste de Buenos Aires – sur de La Pampa: 49% recolectado y 2.200 kilos por hectárea.
Sudeste de Buenos Aires: 48% recolectado con 2.400 kilos por hectárea.
Centro de Buenos Aires y cuenca del Salado: 50 y 60% recolectado. Se lograron 2.800 y 2.350 kilos por hectárea respectivamente.
Rindes robustos y precios flacos
De acuerdo con un informe de Jorge Ingaramo de ASAGIR, continúa la baja en los precios de las commodities, aunque en el caso de las agroalimentarias la merma es menos impactante que para el petróleo.
El dólar se ha fortalecido en el mundo y el euro ha caído a su más bajo nivel desde 2003: 23% desde junio de 2014. Esto implica el encarecimiento de las compras externas de la Unión Europea, responsable del 16% de lo transado en el año 2014.
Con la crisis geopolítica de Ucrania y la desencadenada en Rusia por la pronunciada baja en el precio del petróleo, los dos principales competidores de Argentina en materia de exportación han sufrido el derrumbe de sus monedas. En términos relativos los torna mucho más competitivos por más que hoy el euro, moneda de la principal región destino de sus ventas, cotice un 23% más bajo.
La combinación de un comprador (devaluado) que trata de pagar menos y dos vendedores hambrientos de divisas conduce a un resultado bajista, al menos transitoriamente, que se ha transmitido a la cotización del aceite de girasol local, entre otras commodities.
El precio promedio mensual en Rotterdam de los cuatro principales aceites cayó en febrero efectuando una comparación interanual: 15,1; 21,5; 21,7 y 23,1% para el girasol, soja, palma y canola, respectivamente.
Si la comparación se efectúa con el mes de enero de 2015 la palma se vio beneficiada con una mejora del 1,5%, mientras que los aceites de girasol, soja y canola, cayeron 4,2; 3,3 y 2,8%, respectivamente. El aceite de girasol viene cayendo más rápidamente por las razones macroeconómicas apuntadas aunque todavía, en términos interanuales, es el que menos bajó.
El INDEC publicó en febrero los resultados comerciales de las exportaciones de enero de 2015. El complejo aportó U$S 34 millones de dólares con una suba de un 70% interanual en sus ventas externas. Siempre en millones de dólares para el aceite en bruto el crecimiento fue de 9 a 12, en semilla de 6 a 10 y en pellets de 5 a 12.
El cierre del 18 de marzo en Rotterdam revela para el período abril-junio 785 u$s/tn y 30 dólares más, para el tercer trimestre del año. El aceite de girasol tiene primas para abril del 2,4 y 0,7% sobre los de soja y canola, respectivamente. Dicho beneficio se amplía para el tercer trimestre, a 7,1 y 6,0 %, considerando los mismos aceites
El MINAGRI publicó el 18 de marzo valores FOB de 790 y 641 u$s/tn para los aceites de girasol y soja respectivamente, con bajas interanuales de 12,7 y 29,8% respectivamente.
Se registraron valores disponibles de 1.680 y 1.640 $/tn (entre 193,5 y 190 u$s/tn) en Bahía Blanca y Necochea. Se adicionan 30 dólares por materiales alto oleico. Para las compras con destino al mercado interno en el centro-norte del país, se ofrecen 215 u$s/tn. En Junín, se negocia a 210 dólares, con entrega y pago en junio.