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INTA: el sorgo estabiliza sistemas ganaderos y debe pensarse como un cultivo agrícola

¿Por qué cultivar sorgo? Sirve para estabilizar los sistemas ganaderos y mixtos y en los sistemas agrícolas, con el sorgo se aporta materia orgánica, cobertura y una buena estructura de raíces. Claro que deben tenerse en cuenta cuatro factores: tipos, usos, fechas de siembra y densidades.
Estos fueron parte de los consejos que dejó el especialista del INTA Anguil, la Pampa, Daniel Funaro en la jornada técnica destinada a conocer las características de los materiales y su adaptación a la región semiárida desarrollados en la Estación Experimental Agropecuaria del INTA, en las afueras de la ciudad de Villa Mercedes.
El ensayo de materiales de sorgo en Villa Mercedes fue dirigido por el técnico del INTA Ricardo Rivarola con semillas de las firmas Argenetic, Genesis Seed, Arvales y Natalseeds. Ante unos ochenta asistentes, entre productores técnicos y estudiantes avanzados, Rivarola explicó que el objetivo del trabajo fue contrastar valores de productividad de materia verde y grano de diferentes materiales de sorgos sileros, forrajeros, graniferos y doble propósito en la estación de crecimiento 2014/2015.
El sorgo tiene una alta estabilidad, destacó el técnico pampeano, y aseguró que por ello se puede programar casi sin errores la producción de materia seca: “Si elegimos bien el material tendremos una buena calidad forrajera; lo más importante es el cómo hacemos el cultivo, porque en general se lo manda al último y peor lote, no le generamos barbecho ni lo pensamos como un cultivo agrícola más”.
Para esta jornada se realizaron macroparcelas implantadas con una sembradora Bertini, a 0.35 metro entre surcos, en dos repeticiones, de 200 metros de largo por el ancho de una maquinada (12 surcos en 4.2 metros), para cada uno de los materiales participantes. Allí la napa freática se encuentra entre los 1,4 y 1,7 metros de profundidad y desde enero se registró un ascenso. Durante el ciclo del cultivo las precipitaciones desde agosto 2015 a parte de marzo de 2016 fueron de 863.5 milímetros.

La otra cuestión que advirtió Funaro es saber e l uso y el destino que se le dará al sorgo: “No es lo mismo hacer grano, forraje para pastoreo en verde o diferido temprano o tardío, o silo de calidad o un silo para producir fibra”.
En función de ello entran a jugar las fechas de siembra, que para el sorgo hay una ventana bastante amplia, el tipo de manejo, densidades de siembra y espaciamiento, agregó el especialista: “Cuando pensamos en las rotaciones y sembramos sorgo, no lo hacemos en lo inmediato, sin que planificamos este cultivo dos años antes y se hace para controlar malezas, que es el enemigo número uno del cultivo; es todo manejo, no tiene eventos de resistencia a herbicidas, por lo tanto se practica con la agronomía vieja, sin la biotecnología”.
Y en ese manejo de malezas sugirió pensar también en cobertura previa con alguna gramínea o centenos asociados con viscia. Destacó que esta última funciona muy bien, es bastante “alelopática” y controla bastante a las malezas, y a la vez aporta nitrógeno.
También contempla hacer un buen barbecho con una paleta que contempla glifosato, atrazina, 24D y metolaclor con antídoto o en pos emergencia.
Otra estrategia para el control de malezas que aconsejó es el cambio de fechas de siembra: “Por ejemplo, en San Luis se sabe cuáles son las tasas de crecimiento de algunas malezas, como el yuyo colorado” (Aaranthus palmeri), que es investigado desde hace tiempo en San Luis por el especialista del INTA Jorge Garay.
FOTO: Comunicación EEA INTA San Luis