Con valores muy superiores a las marcas históricas, arrancó en San Luis la cosecha de soja y maíz de la campaña que termina, con un rendimiento promedio provincial para la primera de 3.700 kilos por hectárea, mientras que para el segundo alcanza a los 7.850 kilos.
En el corredor Quines-Candelaria, sin embargo, a pocos días de comenzar la trilla de la soja, la semana pasada recibió una granizada que dejó pérdidas del 60 por ciento, según confirmó a El Semiárido el responsable de las estancias del Grupo Navlli, Facundo Espinosa. En esa zona la mayoría de los cultivos comerciales se realiza bajo riego y la superficie agrícola tiene varias decenas de miles de hectáreas.
A menos de un mes de comenzar la cosecha, el algodón de esa y otras empresas también sufrió daños con el granizo. Se estima que de este cultivo hay algo más de tres mil hectáreas implantadas en ese corredor productivo del departamento Ayacucho.
Entre las pérdidas de mayor superficie provocadas por la piedra están los cultivos de papa sembrada en febrero y primera semana de marzo.
Según el último panorama semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la soja implantada en San Luis ya se levantó el dos por ciento de las 179.000 hectáreas cosechables y aunque es bajo aún el porcentaje levantado como para marcar una tendencia, la mayoría de los productores y técnicos de la provincia prevén una muy buena campaña. El año pasado el promedio provincial apenas superó los 2.000 kilos por hectárea.
En el caso del maíz, ya se trilló el dos por ciento de las 118.000 hectáreas cosechables. La campaña anterior el rendimiento promedio en San Luis fue de 5.700 kilos por hectárea.
También el girasol, cuya cosecha terminó, dejó un rinde promedio de 1.700 kilos por hectárea, cuando el año pasado fue de 1.500 kilos. Esta campaña se implantaron 20.000 hectáreas, diez mil menos que en 2013.