Con el trabajo conjunto entre productores del paraje Casa de los Tigres y técnicos de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación (SsAF) y de INTA se concluyó la instalación de una red para la provisión de agua de los vecinos del lugar.
En este paraje hay tres redes de distribución para llegar a los productores que lo conforman. Dos de ellas ya se habían instalado.
En la última etapa la tarea realizada consistió en colocar el depósito de agua en altura; los caños, que en algunos casos fueron enterrados y en otros se los tuvo que cubrir con tierra porque el terreno base era piedra pura; y la llegada de la tubería a la casa de los habitantes.
Esta parte de la planificación para el abastecimiento de agua llega a seis familias. Otra red provee de agua a 12 familias y una tercera hace su aporte a otras cinco.
En los parajes de Bajo de Veliz, Casa de Los Tigres y Los Chañares se trabaja en soluciones integrales para que los vecinos puedan disponer de agua para el consumo humano, tanto en calidad como en cantidad.
A través de Proyectos Especiales de Pro Huerta se instalaron bombas sumergibles que funcionan con energía solar y les permiten recolectarla cerca de sus casas para consumir, cocinar y alimentar a sus animales.
En Casa de los Tigres se trabaja sobre la base de tres bombeos solares, en Bajo de Veliz en tres captaciones de vertientes y en Los Chañares en un bombeo solar, que abastecerá una red existente.
Una vez provistos los caños por los técnicos, los vecinos realizaron el trabajo de instalación del tanque y tendido de la tubería con el fin de obtener el beneficio que la red de agua llegue hasta la casa.
El técnico de la SsAF San Luis Pablo Venturelli explica que para lograr “mucho con poco”, esto es, la disponibilidad de recursos, hace falta “un fuerte consenso antes de arrancar con el trabajo”. Por ejemplo, en este paraje, en principio se iba a construir una sola red, pero finalmente se decidió que tres redes más pequeñas sería la mejor opción.
Tras los consensos el paso siguiente es el ajuste de detalles entre técnicos y los beneficiarios, se deja el material y la ejecución queda a cargo de los vecinos. De acuerdo con su organización, los trabajos van más rápido o más lentos. Pero todos concluyen el trabajo porque necesitan del aporte tan necesario que trae el agua en casa.
Los productores reciben las indicaciones técnicas y desarrollan la tarea de instalación. Comenta Pablo que un vecino del lugar se instrumentó muy bien para el trabajo y después era convocado por los pobladores que debían construir las otras redes.
El valor solidario ante la falta de recursos es lo que se impone en todo momento. Caso contrario sería muy difícil de revertir situaciones estructurales de carencia en esos lugares de sierra.
La tarea de ejecución bien específica como los cálculos y las compras de materiales es realizada por los técnicos que acompañan este proceso, dado que están instrumentados al efecto.
En el caso de la instalación de la primera bomba de extracción de agua requirieron la presencia de un especialista, enviado por la propia casa vendedora, para que realice la instalación y capacite en función de futuras adquisiciones. Ahora el trabajo lo realizan los técnicos de la SsAF y de INTA.
El terreno sobre el que hay que trabajar en zona serrana ofrece obstáculos que se deben sortear. A veces, cruzar un arroyo; otras, desniveles muy pronunciados; en algunos casos hay que agujerear la piedra para los sostenes. Estas tareas cuando se deben realizar con instrumentos que son casi artesanales requieren de mucha mano de obra y de inteligencia para resolverlos de la mejor forma con el menor esfuerzo.
Fuente: Facebook oficial SsAF San Luis
