Tras confirmarse un foco de anemia infecciosa equina (AIE) en la localidad de General Roca, departamento Marcos Juárez, provincia de Córdoba, el pasado 16 de abril, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) tomó muestras de sangre a más de cien equinos con el fin de determinar su situación sanitaria respecto de la enfermedad.
Sin embargo, la autoridad sanitaria nacional no hizo lo mismo frente al primer caso detectado en el norte de San Luis el 16 de febrero pasado y que le fuera comunicado tibiamente por el jefe el Programa Producción Agropecuaria y Arraigo Rural, Martín Rodríguez, un funcionario que no obstante está señalado por intentar ocultar, al menos para la opinión pública, la gravedad de lo ocurrido, como lo reflejó El Semiárido el 25 del mismo mes (https://www.elsemiarido.com/escasa-preocupacion-oficial-frente-al-primer-caso-de-anemia-infecciosa-equina-en-san-luis/).
Contradictoriamente, Martínez, un veterinario que conserva el mismo cargo que ocupó durante la gobernación de Claudio Poggi, dispuso en mayo del año pasado una “emergencia sanitaria” en San Luis por diez meses ante la detección de tres casos de anemia infecciosa equina en la localidad de Laboulaye, Córdoba.
Ahora, en esa provincia las actividades las realizaron técnicos del Centro Regional Córdoba del Senasa, quienes luego enviaron las muestras para ser analizadas al Laboratorio del Organismo en la localidad bonaerense de Martínez. En caso que los resultados sean positivos, se elaborará un plan de saneamiento.
Luego de la toma de las muestras, el personal del Senasa informó a los propietarios de los equinos sobre una serie de recomendaciones para prevenir la enfermedad.
Las acciones realizadas por el Senasa contaron con la colaboración de la Municipalidad local y de la Agrupación Gaucha “Martín de Güemes”.
La Anemia Infecciosa Equina es una enfermedad retroviral de los équidos, que se caracteriza por signos clínicos agudos y crónicos recurrentes, que pueden incluir fiebre, anemia, edema y caquexia en algunos animales. Muchos caballos presentan signos leves o inaparentes en una primera exposición y son portadores subclínicos del virus.
Dijo el Senasa en un comunicado que es probable que los propietarios no noten la infección de sus animales, a menos que se realicen pruebas serológicas. Todos los caballos infectados, incluidos los asintomáticos, se convierten en portadores y son fuente de infección durante toda su vida.
Se transmite mecánicamente desde las piezas bucales de insectos picadores y por cualquier objeto corto punzante que contenga sangre infectada.
FOTO: Senasa