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San Luis: moderada recuperación del stock y de retención de vientres en los últimos 3 años

La ganadería de San Luis muestra señales concretas de crecimiento, según mediciones del INTA local: hay similitud de precios respecto del mercado nacional, moderada recuperación del stock y de retención de vientres en la provincia, con un número de cabezas más o menos estabilizado desde hace tres años  en 1,5 millón de cabezas.

El dato llamativo es que  hay un mayor número relativo de vacas y vaquillonas en el stock, que llegan al 48% hasta diciembre 2014 y un decrecimiento de novillos y novillitos. Esta información fue presentada por Emilio Guerri, técnico del INTA San Luis que expuso sobre la evolución de indicadores económicos de la ganadería durante las 3° Jornadas de actualización en perspectivas agroeconómicas 2015-2016 para la provincia.

Investigadores y extensionistas de INTA aportaron en ese encuentro las últimas tendencias y perspectivas del mercado y presentaron formalmente en sociedad la “Red de Economía Agropecuaria en San Luis” destinada a procesar y difundir datos económicos actualizados vinculados a la actividad agropecuaria local.

A partir de 2008, cuando San Luis profundiza su proceso de agriculturización, se incrementó la superficie agrícola, pero también aumentó el número de cabezas, lo cual trajo aparejado, luego de una sequía, serios problemas de indicadores productivos. Según el estudio, en los últimos cuatro años hay un “amesetamiento” en las tendencias.

En 2008 había 743 mil vacas, en diciembre de 2014 llegaban a 710 mil. Novillos y novillitos, en 2008 había 295 mil y hasta el año pasado 186 mil, según datos del RIAN ganadero del INTA y Senasa.

“También vemos la cantidad de vacas y vaquillonas sobre el total de hacienda cómo viene creciendo en los últimos años”, reveló Guerri al advertir que lo mismo ocurre en la relación de hembras totales con los novillos y novillitos: antes había tres hembras por cada novillito y hoy hay cinco vientres.

Qué dicen los indicadores económicos

Al analizar la situación de la ganadería en la provincia en cuanto a los indicadores económicos, señaló como hecho destacado que en septiembre de 2013 se inicia el período de recomposición de resultado económico de actividades ganaderas y de su poder adquisitivo respecto de sus principales insumos.

Medidos en moneda constante desde marzo de 2010 a diciembre de 2014, el precio de la hacienda tuvo una mejora del 24% en promedio: 27% en el peso por kilo del ternero de invernada y 21% en el kilo de novillo.

El margen bruto medido en valores constantes en 2014 de los sistemas de cría de la provincia se mantuvo en similares valores al promedio de los años 2010 a 2013, variando entre -2% y  +4%, según el tipo de sistema y región.

No ocurrió lo mismo con los márgenes brutos de invernada de compra y ciclo completo, que se incrementaron entre un 30 y 80% en el mismo período de 2010 a 2013, medidos con precios actualizados.

Margen bruto y costos directos de la cría: en la región noroeste, en un campo de 3.000 hectáreas, con pasturas naturales y un nivel tecnológico medio duplicó los costos directos entre 2010 y diciembre de 2014.

En un campo de cría de la región sudoeste, de  2.000 hectáreas, con pasto llorón, los costos directos no subieron de la misma manera. Y en la región sudeste, en un campo de 5.000 hectáreas, con un nivel tecnológico medio, prácticamente la suba de los costos directos fue absorbida por la escala de este campo.

“A medida que vamos hacia campos con rodeos más chicos, el nivel de escala tiene mucha importancia y aquí los costos directos están influenciando muchísimo respecto a los valores de los márgenes”, aclaró Guerri.

En los sistemas de cría de la región sur, en 2014 los costos por kilo producido (costos directos más estructura) se incrementaron entre un 29% y un 52% en valores constantes, según escala y nivel tecnológico, respecto del promedio 2010-2013.

Destacó que durante 2014 los incrementos en el costo por kilo fueron decrecientes con la escala y el nivel tecnológico.

Las relaciones insumo producto   se comportaron de distinta manera. El poder adquisitivo del kilo de novillo respecto del maíz aumentó 21%, mientras que frente a la urea y el gasoil la carne disminuyó el poder de compra en un 8%y 14%, respectivamente.

¿Cómo fue evolucionando el precio de compra-venta de terneros del invernador?: “A través de muchos años se dijo que entre 1,10 hasta 1,20 era la proporción de ternero a novillo en precio del kilo vivo. Durante dos años hubo una relación bastante por encima de lo normal; luego pasamos a tener dos años con valores por debajo de lo normal; hoy nos encontramos, a junio de 2015, con un promedio de 1,23, muy poco por encima de lo histórico”.

 

Comparados los márgenes brutos de soja, de invernada de compra y de ciclo completo, surge que durante cuatro años largos, el margen bruto de la soja era indiscutible, pero a partir de 2014 comienzan a invertirse los indicadores: “De tener valores de margen bruto de soja de 25qq para nuestra zona, que es muy buen rendimiento con niveles medios de tecnología, pasamos a tener los mismos márgenes que tenía la ganadería de compra y del ciclo completo del año 2013”.

FOTO: Lucía Cornejo, INTA San Luis