Es el ingrediente que le proporciona amargor y aromas a la cerveza y también es un insumo que talla fuerte en el precio final de este popular producto. Catorce pequeños fabricantes de cerveza de San Luis siguen de cerca los ensayos con cinco variedades de lúpulo que inició el Ministerio del Campo en su chacra experimental Sol Puntano. En un surco de cien metros y bajo cubierta antigranizo, implantaron cinco variedades, dos norteamericanas, una ingresa, otra alemana y una argentina, sugeridas por Lúpulos de la Patagonia, la única empresa que produce estas plantas en Argentina.
Hoy el costo de lúpulo por litro de cerveza elaborada ronda en $1, según las datos que surgieron durante la visita de cerveceros a Sol Puntano, donde hablaron con técnicos y el ministro Felipe Tomasevich, impulsor de la asociación que agrupa a estos fabricantes desde septiembre pasado. Durante una recorrida por la plantación, el funcionario explicó a este blog el alcance de esta política oficial: “Nuestra estrategia es acortarles el camino y acercarlos a la materia prima a los productores de San Luis y justamente este tipo de productos experimentales y nada mejor que Sol Puntano para reproducir estas especies para nuestros agroindustriales”.
Pero no solamente apoyo para asociarse y autoabastecerse les brinda el gobierno de Claudio Poggi. También lograron que San Luis sea el año que viene una gran vidriera para el sector. Potrero de los Funes será sede en agosto del próximo año del VIII Festival Internacional de la Cerveza, que organiza la asociación civil “Somos cerveceros”, y que en sus ediciones anteriores se hizo en Córdoba, Tandil y Mar del Plata. El ministro dijo además que venían viendo que además de trabajar sobre la cebada, había que ocuparse de un ingrediente muy especial como es el lúpulo, que además tiene un impacto importante en el precio final de la cerveza, ya que es caro y tiene un alto costo de transporte porque viene desde el sur del país: “Buscamos principalmente generar materia prima, agregarle valor acá y generar todo el proceso agroindustrial dentro de la provincia y con ello obtener nuevos puestos de trabajo, que es el objetivo principal”.
Implantaron las variedades Nugget y Cascade, de origen estadounidense; Bullión, de origen inglés; Spalt, de origen alemán; y Mapuche, nativa de Argentina.
Apuntan también a obtener la mejor calidad posible y por ello es que se prueban diferentes variedades. Estos resultados ayudarán a aumentar la escala de producción a los cerveceros locales y, por qué no, en un par de años exportar lúpulo pelletizado, se entusiasmó Tomasevich. Juan Ignacio Villegas, técnico de Sol Puntano, explicó que la intención es probar con las condiciones agroclimáticas de San Luis qué variedad de lúpulo es la ideal para producir cerveza.
Es una planta que se cultiva en pocas partes del mundo y en Argentina se hace en el sur: “Con la idea de apoyar la producción local, tomamos contacto con Lúpulos de la Patagonia, una empresa dedicada a la producción de diez variedades de plantas de todo el mundo”. Hernán Testa, técnico de esa firma, sugirió a Sol Puntano probar con cinco variedades, que se plantan en septiembre-octubre porque tiene un crecimiento primavero estival y se cosecha en febrero-marzo. En Sol Puntano ya plantaron “podoos” que van enterrados a un metro entre plantas, con variedades como “Nugget” y “Cascade”, de origen estadounidense; “Bullión”, de origen inglés; “Spalt”, de origen alemán, y “Mapuche”, nativa de Argentina.
Esta planta de la familia de la marihuana recién en el tercer año entra en plena producción. Es una enredadera que emite varias guías que necesitan de un entutorado para trepar, que en este caso serán hilos especiales que llegará hasta los seis metros. En la cosecha se corta la planta entera y luego se separan los capullos que están en la parte superior, los que luego de procesados, le darán amargor y aroma a la cerveza.