San Luis Agua presentó su Plan de Acción de Emergencia (PADE), un documento formal que identifica las condiciones de peligro potencial de una presa y especifica las acciones que deberán seguirse para minimizar la pérdida de vidas y el daño a propiedades.
La técnica del ente Cecilia Vallejos presentó en Villa Mercedes un protocolo que también determina quiénes intervienen ante los diferentes escenarios y cómo debe funcionar la cadena de comunicación de anormalidades detectadas en la operación e Inspección de rutina del embalse que pueden hacer peligrar a la presa.
Las situaciones de emergencia están clasificadas en tres tipos. La “categoría A” es para las presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede afectar gravemente a núcleos urbanos o a servicios esenciales, así como producir daños materiales o medioambientales muy importantes.
La “categoría B” contempla presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede ocasionar daños materiales o medioambientales importantes o afectar a un reducido número de viviendas.
Y La “categoría C” incluye a presas cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede ocasionar daños materiales de moderada importancia o sólo incidentalmente pérdida de vidas humanas. En todo caso, a esta categoría pertenecerán todas las presas no incluidas en las categorías anteriores.
Vallejos explicó una serie de nociones de hidrología y dijo que el “año hidrológico” se estableció para intentar reflejar adecuadamente el comportamiento de las precipitaciones sobre una determinada cuenca hidrográfica. San Luis tiene una primera etapa de septiembre a marzo. Y como segunda abril-agosto.
También se estableció en el protocolo los diferentes niveles del embalse. El “nivel mínimo de operación” (NMO) es la cota que se encuentra un metro por encima de la toma más alta: “Resulta indeseable que el dique se encuentre en este nivel, salvo problemas estructurales que requieran su vaciado; por debajo de este nivel el dique contendrá poco volumen utilizable”.
El “nivel máximo normal»(NMN) es en el que puede permanecer la cota del diques sin presentar grandes variaciones en el corto plazo, es decir, cuando el caudal que ingresa al embalse es igual o menor que el que está saliendo por el vertedero o válvulas.
Y el “nivel de operación normal” es aquel que se encuentra dentro del rango de valores que estipulan los dos anteriores. De todos modos, en cada dique se establece dentro del PADE correspondiente la cota referida a cada nivel y para cada época del año
Por todo ello, es responsabilidad del subgerente de diques, embalses y ríos conocer los pronósticos meteorológicos del año a afrontar, ya que en aquellos períodos de estío en los que no se esperen lluvias, deberá analizar la posibilidad de manejar los niveles para asegurar el abastecimiento de la población, ya sea para riego o agua potable, contemplando las prioridades.
El PADE define además las funciones del operador del embalse, del jefe de Área Diques y del subgerente de Diques, Embalses y Ríos, como también para el Cuerpo de Guardadiques, cuya responsabilidad de “protección, vigilancia y cuidado de cada una” de las presas están contenidas en la Ley Nº IX-0785-2011.
Escenarios de seguridad
Por otra parte, se definieron cuatro “escenarios de seguridad”. El “escenario 0” se identifica con el color blanco y se refiere al control de la seguridad: “Las condiciones existentes y las previsiones, aconsejan una intensificación de la vigilancia y el control de la presa, no requiriéndose medidas de intervención para la reducción del riesgo”.
El “escenario 1” se identifica con el color verde y requiere aplicación de medidas correctoras: “Se han producido acontecimientos que, de no aplicarse medidas de corrección (técnicas de explotación o desembalse), podrían ocasionar peligro de avería grave o de rotura de la presa, si bien la situación puede solventarse con seguridad mediante la aplicación de las medidas previstas y los medios disponibles”.
El “escenario 2”, de color amarillo y definido como excepcional, es aquel donde existe peligro de rotura o avería grave de la presa y no puede asegurarse con certeza que pueda ser controlado mediante la aplicación de las medidas y medios disponibles.
De color rojo y considerado límite, el “escenario 3” lo determina cuando a probabilidad de rotura de la presa es elevada o ésta ya ha comenzado.
Ante eventual rotura de la presa, la responsabilidad de San Luis Agua contempla solamente el aviso a la población alcanzada por la ola de inundación los primeros 30 minutos luego de haber ocurrido la falla, sin considerar otros aspectos tales como vías de evacuación, localización de puntos conflictivos, control de accesos a la zona, información previa a la población, entre otras medidas, las cuales se encuentran bajo la responsabilidad de otros organismos tales como San Lui Solidario, Policía, Bombero, entre otros.
FOTO: Prensa San Luis Agua