Inicio Agricultura Coordinan mecanismos para mantener a raya al Picudo del Algodonero

Coordinan mecanismos para mantener a raya al Picudo del Algodonero

INTA, SENASA y el Ministerio del Campo establecieron “estrategias integradas” para blindar sanitariamente a la provincia contra esta temible plaga.

El norte de San Luis va rumbo a convertirse en un polo productivo de relevancia regional y el algodón ilusiona al corredor Quines-Candelaria, donde la superficie cultivada aumentó en los últimos cuatro años. Sin embargo, el temor por el ingreso del Picudo del Algodonero mantiene en alerta a los técnicos del INTA del Departamento Ayacucho, que nuevamente impulsaron una capacitación para establecer “estrategias integradas” con organismos públicos nacionales y provinciales.

Sesenta inspectores del Programa Control Sanitario y Fiscal (COSAFI) fueron entrenados durante dos días por las referentes nacionales sobre la plaga María Alejandra Simonella y Mariela Noemí Fogar, técnicas del INTA Sáenz Peña, Chaco, provincia que concentra la mayor producción de algodón del país.

La producción de esa fibra vegetal en San Luis ya supera las tres mil hectáreas bajo riego, con rendimientos más que satisfactorios y una calidad de fibra reconocida comercialmente por tres grandes hilanderías del país, entre ellas Alpargatas, que compra desde hace tres años gran parte de la cosecha de Quines.


El jefe de la Agencia Quines del INTA, Héctor Andrada explicó a este blog que estas tareas de capacitación están previstas en el Proyecto Regional del Noroeste de la entidad: “Las jornadas concluyeron con el compromiso de continuar articulando estrategias integradas en pos del desarrollo regional, con el concepto de crecimiento productivo con sostenibilidad en el uso de los recursos”.

También expusieron Carlos Montaldi, jefe de COSAFI, y los técnicos locales del SENASA Dagmar Odoriz y Pablo Mestre, quienes junto con Andrada hablaron sobre sostenibilidad regional, forma actual de producción, desarrollo del cultivo, motivos del incremento de la superficie sembrada, controles y documentación requerida.

Las expertas nacionales explicaron las características morfológicas de la plaga, su reconocimiento, formas de advertir el daño según momentos, alteraciones en las bochas, ciclo fenológico del algodón relacionada al ciclo biológico de la plaga; normas de prevención; manejo del cultivo con presencia del picudo, antes y después de la siembra; trampeo, monitoreo, seguimiento, manejo del rastrojo, condiciones favorables y adversas para el desarrollo de la plaga y fortalezas locales para dar continuidad al plan. En junio de 2011 INTA Quines realizó el primer trabajo para impulsar medidas de protección y tres meses después el SENASA empezó a colocar trampas y controlarlas regularmente.