Inicio Ganadería Retener vientres es hoy una alternativa de negocio, según un análisis de...

Retener vientres es hoy una alternativa de negocio, según un análisis de CREA

“Ante la situación de altos valores de la hacienda y la realidad compleja que atraviesa la agricultura, crecer en vientres supone ser una alternativa de negocio”, concluye el último análisis microeconómico del CREA (Consorcios Regionales de Experimentación Agropecuaria), en el que advierte que la falta de capital puede ser la limitante, aunque aparecen ofertas de crédito que “merecen ser analizadas”.

El crecimiento de la actividad de cría se puede realizar a través de compra externa de vientres o mediante el aumento de la reposición interna de hembras por encima de los niveles que mantienen estable el rodeo,  según indica.

Para ambas situaciones, CREA considera necesario un volumen de capital que no siempre está disponible para alcanzar dicho objetivo. Hoy existen líneas de créditos que podrían ser una alternativa viable. En este sentido, se evaluó un crédito productivo para aumentar el rodeo de madres a través de retención de terneras. Se tomó como caso de análisis un modelo de cría de la Cuenca del Salado, con 500 vientres en servicio.

El crédito considerado fue la línea productiva (línea 400) que ofrece el Banco de la Nación Argentina. Otorga el monto en base a la tasación de la totalidad de las terneras a retener. El plazo de la operación es 5 años, con una tasa de 17,5% en pesos y la amortización es mediante sistema alemán. A partir de este modelo se evaluaron dos situaciones a la fecha: la de mantener la producción estabilizada como hasta ahora (modelo sin crédito: S/C) y la alternativa de tomar el crédito (modelo con crédito: C/C).

La adquisición del préstamo presenta diferentes implicancias. Retener la totalidad de las terneras en el primer ejercicio sin comercializarlas genera un menor flujo de ingresos para afrontar los costos de ese período. Además, el aumentar el número de cabezas genera un cambio en la demanda forrajera que para adecuarla a la oferta del establecimiento, se consideró la implantación de una pastura.

En consecuencia, se reemplazaron 100 hectáreas de campo natural con ese fin. Se requiere también el aumento del plantel de toros para mantener la proporción del 3% que tenía el planteo inicial. Por último, para este caso donde las vaquillonas reciben el primer servicio a los 22 meses, las terneras retenidas comenzarán la producción de terneros al tercer año del crédito.

Crea destaca que existen actualmente campos con menores cargas que las potenciales de los establecimientos, que podrán realizar el análisis de la toma del crédito sin la necesidad de invertir en nuevas pasturas. Para este estudio, se consideró que la situación inicial es de un campo con una carga actual adecuada a la demanda.

El período contemplado para el análisis fue de 5 años, tiempo en el que se debe realizar el pago del crédito. Se analizó el flujo de ingresos y egresos para ese período contemplando los aspectos productivos y financieros de cada modelo. Al quinto año, se consideró para el proyecto C/C que el patrimonio generado por encima del S/C –100 vacas y 3 toros– se valorizan a valor de mercado e ingresan como capital al ejercicio como recupero del bien de uso. De esta manera se puede hacer comparable ambas alternativas patrimonialmente al final del proyecto.

Los resultados a evaluar fueron: variación patrimonial, análisis de los costos y resultado económico de tomar el crédito a través de la evaluación de la TIR (tasa interna de retorno) de cada proyecto. Se contempló además cuál puede ser la TIR resultante en diferentes escenarios de precios de la carne y de evolución de los costos.

Como primer resultado se presentan los cambios en producción y en el patrimonio. El crédito tomado permitiría al final del préstamo aumentar en un 20% los vientres, llevar la producción de carne de 138 a 166 kg/ha y producir 60 terneros más por año.

El impacto en los costos de alcanzar dicha producción es un incremento medio del 24% en relación a la situación sin crédito, considerando los precios actuales. En los dos primeros años el aumento de los costos son los de mayor impacto ya que se realizan más erogaciones por implantación de pasturas, compra de toros y pago de las cuotas del crédito de mayor monto, consecuencia del sistema de amortización. Este aumento de costos se da en combinación con que el incremento de los ingresos por la mayor producción de terneros se registra recién al tercer año del proyecto, producto de que las vaquillonas son servidas a los 22 meses.

Considerando los precios actuales, la cuota del crédito ocupa un 17% de los costos del planteo. Pensando en escenarios de inflación, esta proporción relativa puede ser menor diluyéndose en los años.

Para decidir si la opción del crédito es económicamente viable, se tomó como indicador la tasa interna de retorno (TIR). Ésta indica cual es la rentabilidad de un proyecto, evaluando el flujo de ingresos y de egresos proyectados, y la inversión necesaria para llevarlo a cabo. El valor obtenido es el retorno esperado por el proyecto. Al comparar entre dos alternativas, el que presente mayor valor de TIR es la opción económicamente más viable a realizar. También se puede comparar la TIR con una tasa mínima esperada de rentabilidad por el uso del capital en otra actividad.

Se analizó la TIR para los proyectos S/C y C/C. Para el cálculo, en primer lugar fue necesario valorizar el capital invertido en cada opción, estableciendo con precio de mercado el valor de todos los activos involucrados. Para el establecimiento de 500 vientres en análisis, con el rodeo estabilizado, la inversión inicial se compone de vacas (59% de los vientres), vacas de segunda parición (19% de los vientres) y vaquillonas de primer servicio. Además hay en el rodeo vaquillonas de reposición y toros (3% del rodeo).

Se tomaron valores de referencia para cada categoría. La tierra fue valuada con el precio publicado por la Compañía Argentina de Tierra para la hectárea en zona de cría, asumiendo que las instalaciones están incluidas en dicha tasación. Conociendo el valor inicial de la inversión se calculó la TIR para los 5 años del proyecto. Se realizó el mismo procedimiento para establecer la TIR del C/C. En este caso, la inversión inicial considerada es la valuación del patrimonio como en el caso anterior, menos monto del préstamo del banco. El monto del crédito y el costo de los intereses, se incluye dentro del flujo financiero proyectado como egresos.

El resultado obtenido por este planteo de evaluación de la inversión, con los precios actuales sostenidos en el tiempo, es beneficioso para el proyecto C/C.

Si bien no es probable que los precios se mantengan tal cual se encuentran hoy, predecir precio futuro no es factible. Es por ello que para evaluar qué puede pasar en los próximos años y analizar cómo eso impacta en el negocio se trabajó con escenarios.

Un escenario es una descripción de un futuro posible para las variables que afectan en la empresa: precios, costos, demanda, oferta, etc. Hay dos puntos importantes a considerar al utilizar esta metodología. En primer lugar, no se debe evaluar solamente el escenario conveniente para la actividad, siempre se debe hacer el esfuerzo de pensar fuertemente en el peor escenario. Con ese peor escenario, evaluar cuál es el impacto sobre el resultado en cada proyecto considerado.

En segundo lugar, el trabajo con escenarios incluye planificar qué estrategia se debería seguir ante cada situación.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, para evaluar la conveniencia de la toma del crédito y ante la imposibilidad de predecir precios de la carne y valores de costo futuro, se construyeron tres escenarios arbitrarios. Se planteó un escenario (escenario 1) de alta inflación similar al contexto de aceleración de precios 2013-2014 y con el precio de la carne aumentando por debajo del ritmo inflacionario.

En un segundo escenario (escenario 2) se contempló una tasa de inflación moderada (similar al 2007) menor a la tasa del crédito solicitado. El precio de la carne para esta situación se planteó con una caída inicial del valor y luego recuperándose, pero siempre por debajo de la tasa de inflación. Y un tercer escenario (escenario 3) en el que la inflación se estabiliza en los valores actuales, y el ritmo de crecimiento del precio de la carne evoluciona por encima de la tasa general promedio de precios.

Los resultados arrojan que ante los diferentes escenarios planteados la TIR para el proyecto C/C es en todos los casos superior a la situación S/C. Es decir que es más rentable pedir el crédito que no solicitarlo.

Si bien este resultado es favorable ante todos los escenarios planteados, no se debe evaluar solamente este indicador. Se podría correr ante un grave error tomarlo como tal. Es estrictamente necesario realizar el análisis económico financiero a través del cálculo del V.A.N. (al igual que la T.I.R., es un criterio de evaluación de proyectos)3, y evaluar otros cuestiones como el impacto impositivo, y cómo es el flujo de fondos para cada año en cada proyecto. Sin analizar estos ítems se pueden tomar decisiones que luego dejen a la empresa expuesta financieramente de forma tal que tenga que liquidar bienes para afrontar los costos. Una condición como la descripta, aún con una TIR mayor, haría inviable el proyecto.

Por ejemplo, en el escenario 2 en el primer año de proyecto C/C el beneficio obtenido cae en un 65% del beneficio que actualmente se recibiría por la actividad sin el crédito. Es menester analizar en todos los casos cuál es la capacidad financiera de la empresa.

En síntesis, los créditos para retención de vientres podrían ser una alternativa a considerar para crecer en el rodeo de madres. Para tal fin es necesario evaluar esto para cada empresa y planteo productivo incluyendo en el análisis la formulación de escenarios, el impacto financiero y fiscal de cada situación.