Como autoridad de aplicación de la Ley de Agroquímicos, el Ministerio del Campo trabaja en la organización del segundo curso de aplicadores de agroquímicos, que se realizará el 4 de septiembre en el establecimiento La Moneda, ubicado en la ruta provincial 11, a 9 kilómetros al este de la localidad de Alto Pelado.
Funcionarios de la cartera se reunieron con David Stieffel, quién representa La Moneda, y con Marcelo Ellena, piloto aeroaplicador, para la coordinación de las capacitaciones prácticas que se realizarán en el curso, que también abarcarán aplicaciones terrestres.
La capacitación está destinada a los aplicadores terrestres y aéreos de agroquímicos y será de carácter obligatorio, con el objeto de instruir a los aplicadores sobre las normativas existentes, capacitarlos dentro del marco de las buenas prácticas agrícolas, fortalecer su conocimiento sobre las técnicas y tecnologías adecuadas de aplicación y concientizar sobre el nivel de sustancias tóxicas que manejan.
Esta capacitación incluye los principales efectos adversos de los agroquímicos, así como los daños a la salud y al medioambiente, primeros auxilios y toxicología, según un reciente despacho de la Agencia de Noticias San Luis.
El Ministerio del Campo realizó en abril pasado el primer curso de capacitación del año en “Verificación de equipos de aplicación terrestres de fitosanitarios“ en el predio “La Fortuna”, de la Sociedad Rural Rio Quinto.
Esta capacitación está destinada a formar “asesores fitosanitarios” y son de carácter obligatorio con el fin de instruir a los ingenieros agrónomos, con especial hincapié en el manejo Integrado de plagas, manejo seguro de los plaguicidas, buenas prácticas agrícolas, precauciones durante las diferentes etapas de uso y en especial en el conocimiento de la Ley provincial IX -0320-2004 de Agroquímicos y su Decreto Reglamentario 1962 M-delC-2014, y concordantes.
La aplicación de la Ley de Agroquímicos de la provincia de San Luis requiere de una serie de pasos, que se iniciaron el año pasado y continúan en 2015. Esta tarea está basada en tres pilares considerados fundamentales: capacitación a todos los actores del sistema de uso de agroquímicos, ordenamiento del sistema de uso y su fiscalización, dentro de un registro público y la investigación y promoción del uso de tecnologías adecuadas y de buenas prácticas de aplicación de fitosanitarios.