Inicio Fruticultura Los almendros recuperan esplendor en el fértil corredor productivo Quines-Candelaria

Los almendros recuperan esplendor en el fértil corredor productivo Quines-Candelaria

Tras dejar atrás inundaciones, feroces tormentas y vientos destructivos, el norte de San Luis comienza a recuperar su esplendor productivo y a mostrar un impactante paisaje que pudo apreciarse durante un recorrido del que participó El Semiárido,  por cinco tipos de cultivos intensivos desarrollados con eficiente manejo del agua, en campos ubicados en el fértil corredor Quines-Candelaria.

La recorrida estuvo organizada por el Consorcio de Riego Quines-Candelara y la Agencia Quines del INTA e incluyó producciones bajo riego de almendras, cebolla, batata, arándanos y rosales con destino a viveros de cinco provincias.  Todas ricas historias de esperanzados productores que este medio contará en sucesivas entregas.

La reactivación de las producciones intensivas comienzan a tomar brillo después del enrome esfuerzo desplegado por varios meses desde el Consorcio de Riego en la recuperación de la red de canales que irrigan unas tres mil hectáreas, y que fue arrasado por las inundaciones del 1 de marzo de 2015.

 

La primera parada fue en una prometedora plantación comercial de almendros que lleva tres años y a uno de proveer su primera cosecha. Allí  el propietario Lucas Angelli, junto a Pedro Bidogia, responsable del Consorcio de Riego Quines-Candelaria, y  Héctor Andrada, jefe de la Agencia Quines del INTA, explicaron el enfoque técnico de la plantación y el manejo del agua, que les llega por acequia, la almacenan en una pileta y a través de filtros inyectan el agua al sistema de riego por goteo.

Las exposiciones estuvieron dirigidas a los alumnos del último año de la carrera de Ingeniería Agronómica que se dicta en la sede Villa Mercedes de la Universidad Nacional de San Luis,, acompañados de Rolando Lucero, titular de la cátedra Fruticultura y Mariela Quiroga,  su jefa de trabajos prácticos; Patricia Bazán,  de la cátedra Horticultura; Zunilda Furlan, de Morfología Vegetal, y Mirtha Gómez, jefa de trabajos prácticos de la cátedra Dasonomía.

La finca la compraron en 2013 y en agosto y setiembre  del año siguiente plantaron la primera parcela. El predio tiene en total 27 hectáreas, con dos parcelas implantadas y una tercera en preparación. “El inicio fue bastante duro y por eso levantamos el pi del acelerador sobre el proyecto inicial”, dijo Angeli al recordar que el monte frutal soportó la inundación del 1 de marzo del año pasado y meses después vientos huracanados que obligó a apuntalar las planas.

Una parcela de siete hectáreas tiene las variedades Guara y Felicia, ambas de cáscara dura y elegidas por su resistencia al ataque de loros  y catas, que abundan en el norte puntano. Pero también tiene una floración más tarde que el resto de las variedades, una condición que los aleja de las letales heladas tardías.

Según sus registros, en agosto son comunes las heladas y a principio de setiembre no tan comunes, pero que les tocó el año pasado con tres grados bajo cero cuando tenían la fruta bastante avanzada y no lo pudo soportar: “Hicimos algunos intentos de parar un poco el frio con algunas estufas, pero resultó muy primitivo y no logramos pararlo. La fruta que quedó es muy chiquita y ya seca”.

Este es el tercer año de vida de las plantas en los lotes del paraje La Florida, pegado a la ciudad de Quines, y presentan un excelente aspecto en su porte, según descripción del asesor técnico de la finca. La zona da para que se críen bien y obtengan un muy buen desarrollo, destacó el fruticultor.

El marco de plantación  es de seis metros entre hileras y cinco entre plantas. Los lotes implantados tiene un 80 por ciento de Guara y cada tres hileras de esta variedad hay una de  Felicia, que florece una semana más tarde.

Las dos heladas de este año llegaron hasta un mes después de la floración, con a destrucción de la totalidad de frutos cuajados y con importante tamaño.

De todos modos, esperan una interesante cosecha el año próximo, ya que las plantas vienen de una agresiva poda de formación y de la que viene recuperándose con una fuerza sorprendente, a tal punto que en una semana le harán una poda en verde para dale luz al interior de la copa  preparándola para lo que viene en  enero: la planta define la cantidad de botones de las flores que abrirán en la próxima primavera.

El segundo lote está implantado en septiembre pasado, en medio de una firme lucha contra las malezas, aunque sin mover mucho el suelo para evitar la erosión que provocan los habituales vientos del norte.

Las variedades tienen fecha aproximada de cosecha el quince de febrero, con floración el cinco de agosto.

La finca también inició ensayos con otras tres variedades diferentes, todas de cáscara dura, aunque con poca diferencia en las fechas de floración.

Todos los almendros están injertados sobre pie de durazno nema red  y están regados con agua que le compran al consorcio de riego y que llega por canales desde el dique La Huertita. Los goteros están distanciados entre sí a 80 centímetros.

Tradición agropecuaria

Lucas Angelli es un integrante de la familia y responsable de la plantación, que vive en Quines desde hace algunos años y donde se desempeña como jerárquico en una importante empresa agropecuaria del norte puntano.

Los Angelli son de Sampacho, en la provincia de Córdoba, pasando el límite después de Villa Mercedes. Allí realizan producción agropecuaria desde siempre y la decisión final por echar raíces en el prometedor norte de San Luis, vino por los beneficios que ofrece la ley provincial de promoción frutícola, que contempla el reintegro de hasta el 80 por ciento de lo invertido, a otorgar a los dos años de logrado el monte frutal.

Por qué eligieron almendras, le preguntó a Lucas El Semiárido: “Vimos que esta fruta seca no requiere demasiados manejos, como ocurre con las frutas frescas, como el durazno por ejemplo; el almendro te permite guardar su producto final sin que se altere para especular con los precios del mercado, incluso el gobierno de San Luis tiene en Sol Puntano una peladora  que brinda servicios a terceros, con lo que estaríamos sumándole mucho valor”.

Foto: El Semiárido