El mayor uso de esta fuente de energía permite reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a los compromisos asumidos por el país.
En este segundo llamado, se recibieron un total de 56 ofertas para la generación de energía eléctrica a partir de biomasa, por un total de 263 MW de potencia. De este total, 20 proyectos son a partir de biomasa sólida, alcanzando 188 MW de potencia; y los 36 restantes, por una potencia de 75 MW, son a partir de biogás, de los cuales 15 MW corresponden a proyectos de rellenos sanitarios.
Las ofertas se distribuyeron en las provincias de Buenos Aires, Chaco, Córdoba, Corrientes, Formosa, La Pampa, Misiones, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán. La mayor cantidad de proyecto de biomasa se ubican en el NEA Argentino, y los de biogás se distribuyen entre el centro-cuyo, litoral y Gran Buenos Aires (Figura 1).
De esta forma, la bioenergía da un primer gran paso consolidándose como una fuente que garantiza potencia firme, genera mayor empleo por MW comparada con otras energías renovables, y permite agregar valor en origen a residuos y materias primas.