La Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ) manifestó hoy su “profundo malestar, desconcierto y estupor” frente a la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2025 efectuada por el presidente Javier Milei, en el cual los Derechos de Exportación que pesan sobre los productos agropecuarios, “lejos de desaparecer o cuanto menos disminuir categóricamente, aspiran a duplicar su recaudación”.
La entidad gremial advirtió que “nada sostenible en el tiempo se puede o podrá construir sobre la base de un robo institucionalizado”.
El pronunciamiento dice textualmente lo siguiente:
“La Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (CARTEZ) manifiesta su profundo malestar, desconcierto y estupor frente a la presentación del Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2025 efectuada por el presidente Javier Milei, en el cual los Derechos de Exportación que pesan sobre los productos agropecuarios, lejos de desaparecer o cuanto menos disminuir categóricamente, aspiran a duplicar su recaudación.
Esta realidad, choca de frente contra a promesa de campaña del ”Milei candidato” que declaraba sin eufemismos la urgente necesidad de eliminación de este impuesto, que no hace otra cosa que limitar y condicionar la producción agropecuaria desde hace más de 20 años, relegando de esa manera, toda posibilidad de crecimiento sustentable del principal sector exportador y aportante de divisas genuinas que el país necesita para salir de la crisis recurrente en que sucesivos gobiernos, con sus despilfarros obscenos y escandalosos, han condenado vivir a todos los argentinos.
En un escenario de precios internacionales de commodities preocupantemente deprimidos, una sequía interminable y un nuevo pronóstico climático de escases de precipitaciones para la campaña que se avecina, la única posibilidad de crecimiento productivo depende de la capacidad de inversión del productor agropecuario, la que al persistir la vigencia de los Derechos de Exportación, se encuentra fuertemente limitada y condicionada, condenando en consecuencia no solo a los productores sino al país, a un nuevo año de agonía económica.
Con este tipo de acciones y decisiones, está más que claro que el tan promocionado equilibrio fiscal solo parece ser posible si se continúa como ya hace varios años, esquilmando al productor agropecuario. Nada sostenible en el tiempo se puede o podrá construir sobre la base de un robo institucionalizado”.