Inicio Política Crearon un «Programa nacional de reducción de pérdida y desperdicio de alimentos»

Crearon un «Programa nacional de reducción de pérdida y desperdicio de alimentos»

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación creó por la resolución oficial 392/2015 el «Programa Nacional de Reducción de Pérdida y desperdicio de alimentos», a fin de atender el problema como un aspecto estratégico para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional.

«Somos conscientes de que las pérdidas y desperdicios de alimentos impactan en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, reducen la disponibilidad local y mundial de comida, generan mermas de ingresos para los productores, aumentan los precios para los consumidores e impactan de manera negativa en su nutrición y salud, afectando el medio ambiente debido a la utilización no sostenible de los recursos naturales», dijo el secretario de Agricultura de la Nación, Gabriel Delgado.

El Programa, que funcionará bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura, ganadería y Pesca de la Nación, tiene por objetivo coordinar, proponer e implementar políticas públicas, en consenso, con la participación de representantes del sector público y privado, sociedad civil, organismos internacionales, entre otros, que atiendan a las causas y los efectos de la pérdida y el desperdicio de alimentos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha estimado que un tercio (1/3) de los alimentos producidos en todo el mundo se pierde o desperdicia en las cadenas de producción, comercialización y consumo. Y, en la misma línea, según datos del Banco Mundial, entre un cuarto (1/4) y un tercio (1/3) de los alimentos producidos anualmente para consumo humano a nivel mundial se pierde o desperdicia, y más de un tercio (1/3) de dichas pérdidas ocurren a nivel de los consumidores.

La iniciativa diferencia por un lado la pérdida de alimentos, que refiere a la disminución cualitativa o cuantitativa de alimentos destinados al consumo humano durante el proceso productivo. Y por otro, el desperdicio de alimentos en referencia a las pérdidas derivadas de la decisión de desechar los alimentos que todavía tienen valor y se asocia principalmente con el comportamiento de los vendedores mayoristas y minoristas, servicios de venta de comida y consumidores.

La resolución contempla las estimaciones del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), que expresa que sólo se consume la mitad de las frutas y hortalizas que se cosechan, y que son  las etapas de producción, «post» cosecha y procesamiento responsables de aproximadamente el ochenta por ciento (80%) de esa pérdida, mientras que en el caso de los cereales apenas se consume un cuarto (1/4) de la producción total.

Según el «Estudio de calidad de los residuos sólidos urbanos», realizado en 2011 por el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires junto con la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), se estima que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se desechan aproximadamente entre doscientas toneladas (200 t) y doscientas cincuenta toneladas (250 t) diarias de alimentos en condiciones de ser consumidos, los cuales representan quinientas cincuenta mil (550.000) raciones de comida.

En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), esta cifra asciende a seiscientas setenta toneladas (670 t) por día, lo que representa aproximadamente un millón seiscientos setenta y cinco mil (1.675.000) platos de comida.

«La importancia de estos aspectos requiere profundizar el diseño de instrumentos de intervención política para contribuir a reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos fundamentalmente a través de la concientización, en los distintos eslabones de la cadena, de las causas que generan pérdida y desperdicios y de posibles acciones para su mitigación», expresa en su letra la resolución.

Asimismo, revaloriza la necesidad de la participación de todos los agentes que intervienen en las distintas etapas de las cadenas productivas hasta el consumidor, de manera organizada, coordinada y estructurada.

Entre las funciones previstas por el Programa se encuentran:

  1. a) Investigar y coordinar iniciativas, actividades y proyectos entre los actores implicados en la producción primaria, elaboración, distribución y consumo de alimentos.
  2. b) Facilitar la transferencia de tecnologías apropiadas a los objetivos del Programa en los diferentes eslabones de la cadena de los productos básicos.
  3. c) Elaborar manuales de buenas prácticas y de recomendaciones sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos y fortalecer los vigentes.
  4. d) Profundizar los diagnósticos en infraestructura de almacenamiento y transporte que permitan proponer medidas que minimicen la pérdida de productos en las etapas de «post» cosecha y distribución.
  5. e) Implementar campañas de sensibilización de los perjuicios de la pérdida y desperdicio de alimentos y de las acciones que apunten a la revalorización de los mismos y al consumo responsable necesario para instalar un nuevo paradigma de sociedad circular que reduzca, recicle y reutilice los alimentos.
  6. f) Desarrollar conocimientos y capacidades en los operadores de la cadena alimentaria para aplicar prácticas de manipulación de alimentos inocuas que eviten/reduzcan las pérdidas y el desperdicio de alimentos por incumplimiento de los estándares mínimos.
  7. g) Desarrollar un sello de garantía que avale el proceso productivo con pérdidas mínimas.
  8. h) Promover vínculos con bancos de alimentos y otras entidades nacionales e internacionales.
  9. i) Suscribir convenios con medios de comunicación, establecimientos educativos, Organizaciones No Gubernamentales, asociaciones e individuos prestigiosos de diferentes ámbitos comprometidos con la importancia de la iniciativa y los objetivos del Programa.