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Biogás, alternativa energética para el sector productivo que también crece en San Luis

La Red de Biogás junto al Programa de Energías Renovables del INTI compartieron los resultados del Relevamiento Nacional de Biodigestores realizado durante el 2015.

La Red de Biogás junto al Programa de Energías Renovables del INTI compartieron los resultados del trabajo realizado durante el 2015. La iniciativa permitió caracterizar distintos emprendimientos de todo el país que utilizan la tecnología de la biodigestión anaeróbica.

La convocatoria contó con la participación de industrias interesadas en la valorizar energéticamente sus residuos orgánicos, comercializadoras de energía, empresas proveedoras de tecnología, organizaciones sin fines de lucro e interesados en la biodigestión anaeróbica, una alternativa tecnológica cada vez más relevante para el sector productivo en un marco de oportunidades para la generación de energía con fuentes renovables.

En San Luis, el establecimiento Yanquetruz, perteneciente a la Asociación de Cooperativas Argentinas, realiza el tratamiento de los efluentes de un sistema de producción intensivo de cerdos de 1.300 madres,  aprovechandos para producir biogás, electricidad y energía térmica cuyo destino actual es el autoconsumo y el remanente será vendido a la red de energía eléctrica nacional, una vez finalizados los acuerdos con la Secretaría de Energía de la Nacion.

Ante una sala colmada, los representantes de la Red de Biogás y miembros del Programa de Energías Renovables del INTI llevaron a cabo la presentación del Relevamiento Nacional de Biodigestores, realizado en el marco de la Carta Acuerdo firmada con el Proyecto para la Promoción de la Energía Derivada de Biomasa (PROBIOMASA), iniciativa de los Ministerios de Agroindustria y Energía y Minería con el apoyo de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura).

El trabajo realizado por el INTI dio cuenta de la existencia de un sector industrial que entiende a la biodigestión anaeróbica como una etapa necesaria dentro del tratamiento de sus efluentes y no como una alternativa exclusiva de generación de energía. Sobre un universo de 62 plantas relevadas, solo un 6% del total de las plantas de biodigestión han sido instaladas con fines energéticos. La concepción de la tecnología como parte del sistema de tratamiento de efluentes, pone el foco de la operación de los biodigestores en el cumplimiento de parámetros de vuelco, quedando completamente subutilizado el potencial para producir biogás.

Estos déficits tienen su origen en diferentes tipos de falencias operativas, constructivas y tecnológicas que el INTI identificó y detalló, y que permiten planificar acciones articuladas entre el sector público y privado, orientadas a favorecer el despegue del sector bioenergético, para el cual nuestro país cuenta con importantes ventajas competitivas. Desarrollo de un Manual de recomendaciones de Seguridad en Plantas de Biogás, consolidación de capacidades de Laboratorio y Asistencia Técnica en todo el territorio nacional, por ejemplo, son algunas de las metas que deben figurar necesariamente en la agenda que el sector tiene por delante.

El evento tuvo lugar en el Auditorio del INTI el miércoles 6 de julio, y contó con la presencia de más de 100 representantes de empresas y organizaciones que siguieron con interés la exposición de los profesionales que participaron en las diferentes instancias del proyecto.

La presentación estuvo a cargo de técnicos de distintas partes del país, que conforman la Red de Energías Renovables de INTI, entre ellos: Gustavo Gil, Alejandra Barlatey, Víctor Goicoa, Agustín Piccoletti, Ruth Rodríguez, quienes además contaron con la participación de la economista del CONICET Eugenia Castelao.

Durante el encuentro, tuvo lugar un intercambio de propuestas con los asistentes, que compartieron sus inquietudes, experiencias y expectativas respecto de esta tecnología.

Hacia al final del evento, se lanzó la propuesta de un taller de trabajo entre el sector privado, organismos públicos y la academia, para abordar los desafíos que presenta el desarrollo de la tecnología.

La planta más grande de San Luis

El establecimiento Yanquetruz, perteneciente a la Asociación de Cooperativas Argentinas, realiza el tratamiento de los efluentes de un sistema de producción intensivo de cerdos de 1.300 madres aprovechando los mismos para producir biogás, electricidad y energía térmica cuyo destino actual es el autoconsumo y el remanente será vendido a la red de energía eléctrica nacional, una vez finalizados los acuerdos con la Secretaría de energía.

ACA fue fundada el 16 de febrero de 1922, reúne a 160 cooperativas con 50.000 productores de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa. Está ubicado en la ruta Provincial Nº 2 km 51 de la Provincia de San Luis, en la zona rural de la localidad de Juan Llerena.

En principio, el emprendimiento solo fue evaluado para la instalación de un criadero modelo con el status sanitario más elevado. A ello se debe la elección de la localización del criadero, de modo, que el área se mantenga libre de micoplasma y peste porcina. Se planea que en un futuro albergue 5.200 cerdas madres y una población total del orden de 74.000 animales, con destino a abastecer el frigorífico Alimentos Magros SA, que también pertenece al movimiento cooperativo, ubicado en Justiniano Posse, Córdoba. En este establecimiento, además, ACA realiza la producción de híbridos de maíz que comercializa en el resto del país.

El factor determinante para la elección de la localización del criadero fue el status sanitario, aunque debía resolver la insuficiencia energética de la zona en cuestión. Por lo tanto, al evaluar las necesidades energéticas del establecimiento y los costos de diversas alternativas, consideró la posibilidad de generar biogás como fuente de energía a partir de los desechos del criadero y, de este modo, autoabastecer tanto las instalaciones del criadero de cerdos como las propias de la planta de biogás.

En la etapa actual del proyecto, la población es de 1.300 cerdas madres y 18.500 cerdos y el total de la energía generada a partir del purín se utiliza para autoabastecer el establecimiento completo. Una vez terminadas todas las etapas del proyecto, además de purín de cerdos, se procesará en los biodigestores silaje de maíz y sorgo y el total de energía generada será suficiente para autoabastecer su demanda de electricidad y entregar el resto al Sistema Integrado Nacional, dicho volumen de energía equivale a los consumos de los puertos de la ACA (entre ellos, dos de los más importantes del país: San Lorenzo y Quequén).

El proyecto de evaluación para la generación de biogás surge como una demanda de los siguientes fundamentos:

Requerimientos de energía eléctrica para el funcionamiento del criadero.

Costos elevados de los combustibles convencionales para calefaccionar el criadero.

Necesidad de tratamiento de los elevados volúmenes de purín de cerdo generado diariamente.

Compromiso a agregar valor en origen en este campo que posee ACA desde hace varios años.

Aportar sustentabilidad económica, social y ambiental.

Construir un criadero modelo y una planta de biogás, con ingeniería de punta y en su mayoría automatizada.

Localizar la planta lejos de centros urbano para mantener el área libre de problemas sanitarios (micoplasma).

Venta de energía eléctrica excedente a la red.

FOTO: Archivo. Planta de biogás de ACA en Juan Llerena, San Luis.