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Precio social: “Hay suficiente leche en San Luis para industrializar y venderla a $16 por litro”

El ministro de Medio Ambiente, Campo y Producción, Cristian Moleker con tamberos e industriales de San Luis.

El empresario puntano Oscar Dominichi aseguró que los 110 mil litros de leche que diariamente se producen en la provincia podrían procesarse en San Luis y con ello llegar al consumidor local con un “precio social” de $16 por litro, contra los actuales $24 que paga por un producto industrializado y envasado en otras provincias.

Dominichi fue invitado la semana pasada como sector industrial por el gobierno puntano para sumarse a su plan de “lucha contra la pobreza”. Su empresa Montebianco está procesando hoy leche en sachet, dulce de leche y helados desde hace un año.

Sin embargo, para lograr a ese “precio social”  el gobierno deberá venderle con facilidades una de las fábricas abandonadas del parque industrial, concederle un crédito band para adquirir maquinarias de mayor escala y asegurarle la colocación del producto.

En declaraciones a los periodistas Mario Otero y Adolfo Gil de FM UNSL, el empresario explicó que la invitación oficial se vincula con un proyecto para industrializar utilizando toda la cadena láctea, leche no solo en sachet, sino  en caja con el sentido de lograr un valor agregado agroindustrial para el sector agropecuario y llegar a la góndola o directamente  a los niños escuelas, clínicas, hospitales y organismos del estado que la consuman a un valor social.

“Fue muy productiva la reunión  ya que todos los sectores estamos interesados en esta iniciativa, porque creemos que se puede hacer, ya que en San Luis se producen diariamente más de cien mil litros de leche , la que por falta de colocación industrial  se van de la provincia, mayormente a Córdoba y Santa Fe”, dijo y afirmó que esto se puede hace acá: “Estamos capacitados, tenemos la maquinaria para hacerlo y con una inversión mínima se podría llegar a cubrir las demandas provinciales  a un valor social”.

Dominichi es de San Luis y compró la firma Montebianco hace  cuatro años, en un principio como una marca de helados y luego le incorporó una pasteurizadora láctea que compró a La Blanquita, la fábrica de quesos de cabra ubicada sobre la AU de la Serranías Puntanas, a 10 kilómetros de la capital puntana, que cerró hace poco.

En su opinión, el corrimiento de la frontera agrícola dentro de la provincia atrajo la instalación de tambos, algunos muy industrializados  que concentran el 80 por ciento  del total de la producción  diaria provincial, que están dos en el norte de la provincia y otro en La Cumbre, y otros de menor estaca diseminados por el resto de San Luis.

Aseguro que los 110 mil litros diarios de leche producidos aquí permitiría abastecer  a gran parte de la provincia: “Es totalmente viable hacer un proyecto para esta iniciativa, porque el principal demandante  es el propio estado provincial, que entrega 65 mil copas de leche diarias, que las entrega como leche en polvo elaborada en otra provincia y por ello está gastando mucho más de lo que podría pagar si se hace  directamente un producto provincial”.

Una sociedad público-privada

Para Dominichi, los sectores públicos y privados, en este caso, pueden asociarse perfectamente consiguiendo un objetivo  final que es el valor social de leche, queso, yogur, manteca, entre otros subproductos: “Hoy en la góndola encontrás una leche de primera  marca a $22 y fuera del casco céntrico hasta $26. Con este proyecto se puede hacer un producto a $16 tranquilamente”.

Montebianco empezó comprando leche al tambo La Reforma, de Emilio Emer, camino a El Trapiche y ahora la adquieren al tambo de Grossi, que está en La Cumbre y es uno de los más importantes de la provincia

Navilli, en el corredor Quines Candelaria, está sacando 35 mil litros diarios y está en etapa de proyecto una planta para elaborar su propia marca de lácteos.

Sin embargo, dijo que esta iniciativa público-privada no es algo no esté viendo el sector privado, porque el costo de la logística es hoy muy importante e industrializar en San Luis la propia leche se lograría una ventaja competitiva respeto de las marcas que viene de otras provincias.

En esta primera reunión con el gobierno visitaron algunas plantas abandonas en el parque industrial de San Luis para desarrollar una producción masiva de leche envasadas, dulce, quesos, manteca y otros subproductos, porque en donde están carecen de algunos servicios fundamentales, como el gas natural.

El gobierno apoyaría con el otorgamiento de una planta industrial que pagarían, acompañaría a los productores en el desarrollo de una mayor cuenca lechera y ayudaría a la industria  a conseguir donde colocar la producción. También el gobierno facilitaría el acceso a determinados créditos blandos  para la compra de maquinarias.

El empresario advirtió además que en este proyecto lo importante es que en toda la cadena  no participe  un distribuidor, porque la logística y la entrega la haría la misma industria local , con la participación incluso de los propios productores. En todo este tipo de cadenas de comercialización  masiva, el distribuidor siempre se lleva un porcentaje, que a veces es más grande del que gana el tambero, comparó.

Presión Impositiva

En todo proceso productivo y lo digo como contador porque lo vivo en el estudio, el componente impositivo de cualquier tipo de producto  es elevadísimo, respondió Dominichi y ejemplificó con que un empleado cuesta 63 por ciento  más de lo que se le paga, porque uno que de bolsillo recibe $12 mil, en cargas sociales  y ART tiene $6000: “Este es el famoso costo laboral argentino. Obviamente que existe una cadena  impositiva que pasa por la tasa al comercio e industria, Ingresos Brutos, IVA, Ganancias, Bienes Personales, impuestos al combustible, peajes, todos tributos que son  nocivos para este tipo de proyectos”.

Agregó que el costo de introducción también es elevadísimo. Ejemplo: cualquier distribuidor local que trae pollos de Corrientes o de Entre Ríos tiene una tasa de introducción que se traslada directamente al precio y lo paga el consumidor final.

Todo está influenciado por  los impuestos nacionales, provinciales y hasta municipales  que se deben pagar, reconoció: “Coincido en que la carga impositiva  hace casi inviable algunos proyectos. Pero cuanto tenés la base imponible que es la leche a 20 kilómetros de la fábrica y sin llegar a los valores  que hoy maneja un casi monopolio en la producción láctea, se puede lograr un precio lógico y a la vez ganar dinero”.

Foto: Prensa Ministerio de Medio Ambiente, Campo y Producción