Para discutir sobre los principales procesos de degradación de suelos de la provincia, las tecnologías para su control y los avances en legislación, el 7 de julio próximo se realizará en San Luis el «Primer simposio de manejo y conservación de suelos».
En el año internacional de los suelos, el Ministerio del Campo organizó este encuentro con el apoyo del NTA, Universidad Nacional de San Luis, Asociación Argentina de la Ciencia de Suelo (AACS) y la Municipalidad de Villa Mercedes.
El objetivo de este seminario es mostrar a la sociedad los avances en el manejo y conservación de los suelos en la provincia de San Luis, por parte de especialistas del gobierno puntano, el CONICET, la Universidad Nacional de San Luis y el INTA.
El encuentro será en el Complejo Molino Fénix, en Villa Mercedes, y las inscripciones se reciben en el correo suelosanluis@gmail.com.
El afiche que promociona este primer simposio está ilustrado con dos fotos que muestran el antes y después de la legislación provincial que reguló el cultivo de maní: en una se observa un lote cerca de Vizcacheras arruinado y convertido en médano después de una cosecha de este producto y practicada sin ningún tipo de manejo conservacionista, y la otra con el maní implantado en franjas en suelos bien conservados.
San Luis también cuenta con una moderna legislación desde 2004 con la ley provincia de suelos, que fue reglamentada cuatro años después y que establece, entre otras regulaciones, la obligación de trabajar con sistematización de lotes en las cuencas La Petra y El Morro principalmente.
La provincia de San Luis tiene las cosas bastante avanzadas en cuestiones de legislación e informes técnicos destinados a cuidar el recurso. El Ministerio del Campo ya elaboró un “Mapa de erodabilidad”, elaborado mediante un convenio de cooperación técnica entre el gobierno puntano y el Laboratorio de Interpretación de Imágenes de Sensores Remotos.
En ese informe se advierte que en San Luis existen pérdidas de suelo importantes aún bajo “siembra directa”, y que éstas son de menor cuantía en siembra directa que siembra directa a favor de la pendiente.
Las mediciones obtenidas en las cuencas de El Morro y El Amparo Sur son ejemplos bien marcados de erosión: casi el 10 por ciento del agua que cae en época de lluvias se pierde en aquellos cultivos implantados con siembra directa a favor de la pendiente y cada milímetro escurrido por hectárea equivale a 10 metros cúbicos. Y encima, se lleva 2,24 toneladas de la mejor parte del suelo.
