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La compra venta de campos sigue paralizada, con leve interés por arrendamientos ganaderos

El mercado inmobiliario no es una isla y padece los efectos de la recesión de la economía en su conjunto, describe en un balance de la actividad durante el primer semestre de 2015 la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR). En medio de un sombrío panorama, advierte sin embargo que la vuelta en 2016 a planteos ganaderos en campos mixtos se posiciona como una alternativa para recuperar la rentabilidad.

Desde fines de 2011, hasta fines de 2014 se notó un mercado con muy pocas operaciones concretadas y una paulatina caída en los valores de los campos cuyo tenor depende del tipo de campo, ubicación, aptitud, entre otros aspectos, recordó la entidad: “Hoy con la escasa y nula rentabilidad que aportan los principales cultivos, la compra venta de campos es una actividad con muy poco movimiento afectada además por las restricciones que rigen en el mercado cambiario desde hace más de tres años.

Hacia el futuro, la CAIR analizó que en el corto plazo no se vislumbran cambios en la política económica que vuelque sus beneficios al campo y la agroindustria. En el mediano plazo, el resultado de las elecciones de octubre, pueden al menos marcar una nueva tendencia, según estimó: “Ninguno de los candidatos presidenciables puede prescindir de los resultados que logre el sector agropecuario y ayudar con políticas que vayan en dirección a liberar las exportaciones, disminuir o eliminar retenciones, sobre todo en aquellas producciones que son absolutamente innecesarias”.

También consideró imprescindible favorecer las economías regionales y sostuvo que para ello tendrá que surgir un nuevo gobierno que anuncie “con convicción” su compromiso con la producción para que se produzca el cambio esperado en el sector agropecuario.

En cuanto a la evolución de los precios entre enero y junio de 2015, la CAIR consideró que las pocas operaciones registradas nuevamente en este semestre, “agravadas como siempre en años electorales en que las decisiones se postergan”, siguen confirmando una baja de precios que en la pampa húmeda se estima entre un 20% y hasta un 30 %, “si las referimos al momento en que los precios dejaron de crecer (fines de 2011)”.

Pero también advierte sobre lo que ocurre hoy: “Si bien tanto la oferta como la demanda son escasas y hasta se encuentra en un precario equilibrio, se puede afirmar que hoy se pueden obtener tierras a valores inferiores al año 2010”.

Arrendamiento de propiedades

Respecto de las tierras con aptitud agrícola para arrendamiento, la entidad resumió  lo ocurrido en este primer semestre de la siguiente forma:

– Esta nueva campaña que se inicia, ya se perfila como la más difícil de los últimos años. Con motivo de la baja en el precio de los granos y a pesar de una buena campaña 2014/15 – especialmente de soja y maíz – con aumentos de rindes del orden del 10 % hasta el 20 %, el resultado económico no ha sido bueno. Si a ello se le suma el incremento en los costos (labores, combustibles, agroquímicos, salarios, etc.) que hacen destinar más de un 10 % de granos que hace 6 meses para afrontarlos, se entiende el porqué de que muchos productores han decidido no aumentar la superficie sembrada y por el contrario, reducirla. Esto ha generalizado un análisis más profundo antes de iniciar una negociación. Se calcula primero el rendimiento de indiferencia del cultivo, en base a un rinde y precio objetivo y luego se determina cuanto se puede pagar por un alquiler. Lo anterior también, ha determinado que a diferencia de campañas anteriores para esta época, sigan sin cerrarse el 50 % de los negocios.

– Solo en campos ubicados cerca de los puertos de embarque, se pactaron valores fijos y en todo caso con pagos escalonados. A medida que los campos se alejan (hasta +- 500 km) hay más contratos a porcentaje con pago a cosecha y según el potencial del campo. Incluso con niveles (%) inferiores a campañas anteriores. Esto se profundiza en zonas marginales.

– En esta campaña, se busca que el propietario también asuma riesgos (clima, precios, etc.). Primero se cubren los costos y luego se reparte  el resultado. Nunca como antes, se aplica aquello de que “la tierra vale por lo que produce”.

– Hasta la fecha, la baja en los arrendamientos en la pampa húmeda respecto de la cosecha pasada se halla en el orden del 20 % al 30 %. En las zonas marginales, entre el 40 % y 50 %.

– En el NOA, que recién cierran los contratos agrícolas al inicio de la primavera, con los valores actuales no habrá posibilidad de sembrar en campos arrendados.

Interés por arrendamientos ganaderos

-A diferencia de los arrendamientos agrícolas, los ganaderos muestran un mejor comportamiento. Como se mencionara anteriormente, las perspectivas mundiales sobre la demanda de carne son alentadoras, especialmente la proveniente de China, Asia e incluso Europa.

– Si bien los ROEs siguen vigentes, lo mismo que el 15 % de derechos de exportación, el productor-inversor apuesta a que estas medidas cambien o se atenúen con un nuevo gobierno. El indicador inmediato, lo observamos en el comportamiento del mercado actual donde la faena de hembras ha disminuido por debajo de su nivel de equilibrio.

– Los alquileres que se renuevan, se hicieron a principios de año prácticamente en los mismos valores que venían de años a tras o al menos, con una pequeña quita.

– Lo que si se observa, es una mayor oferta de campos mixtos, que aún perdura, con porcentuales de su superficie ocupadas por rastrojos de cosecha, que no van a volver a ese destino. Por lo tanto los interesados hacen primero propuestas de largo plazo (3, 5 y hasta 10 años), con valores por debajo de los históricos o sufren al principio una quita importante no solo por no tener pasto, sino por el deterioro que sufrió su infraestructura de trabajo (alambrados, corrales, aguadas, etc.), que hay que recomponer, para luego acercarse en el tiempo a los valores históricos.

– La vuelta en 2016 a planteos ganaderos en campos mixtos se posiciona como una alternativa para recuperar la rentabilidad.

FOTO: INTA Cuenca