Inicio San Luis Distinguen a un reconocido proveedor de aromáticas al sector alimenticio y perfumero

Distinguen a un reconocido proveedor de aromáticas al sector alimenticio y perfumero

Cumplió treinta años de labor y hoy dedica su vida a la docencia, pero también es un importante productor de al menos ocho especies de plantas aromáticas en el norte de la provincia de San Luis para proveer a industrias alimenticias y perfumeras del país.
El Ingeniero Agrónomo Roberto Genovese fue destacado por su labor y compromiso con su profesión, según publico el portal infomerlo.com, al reflejar el homenaje que recibió durante la cena de celebración del Día del Ingeniero Agrónomo el 6 de agosto pasado. Se trata de una estatuilla de Algarrobo que cada año entrega el cuerpo de ingenieros agrónomos de esa región del noreste de San Luis, a aquellos técnicos que cumplieron con más de 30 años de labor profesional ininterrumpida.
Desde 1981 Genovese dedicó su vida a su profesión y luego la complementó con la docencia y que aún continúa con ambas actividades. Es la tercera que se entrega en la región. Las dos anteriores correspondieron a los Ing. Julio Ramaciotti y Martha Hraste, ambos de Villa de Merlo. Genovesse si bien es oriundo de Mendoza donde realizó sus estudios primario, secundario-técnico y universitario, pasó más de la mitad de su vida en nuestra comunidad de Merlo
Es propietario del establecimiento productivo «Los Molles» donde cultivan e industrializa ocho especies de hierbas aromáticas que vende a granel a la industria alimenticia y perfumería nacional.
Está a tres kilómetros y medio al oeste de la localidad de Los Molles, a 190 kilómetros al norte de San Luis y sobre una privilegiada franja que reúne condiciones de clima y suelo ideales para el desarrollo de esta producción intensiva, que este año con el orégano, por ejemplo, obtuvieron un rendimiento de 2.700 kilos de hoja seca por hectárea con dos cortes. El promedio nacional ronda los 2.100 kilos y hoy el mayorista paga 35 pesos por kilo, de acuerdo a las cifras que el productor le dio a quien esto escribe cuando lo visitó en 2013.
El dueño de este emprendimiento es uno de los referentes provinciales en aromáticas. Genovese es un ingeniero agrónomo mendocino radicado en la zona hace 30 años y siembre dedicado a esta producción. Fue encargado del conocido establecimiento “Don Francisco” desde 1986 hasta 1997, donde extraían aceites esenciales. Luego fue asesor de tres grupos de productores de Cambio Rural del INTA en aromáticas, papa, maíz y soja bajo riego, del Programa Social Agropecuario y ahora propietario desde 2000.
Todo lo que allí produce es destinado para venta a granel y por mayor. Hoy cultiva orégano, tomillo, romero, lavandín, estragón francés, salvia oficinalis, pimienta de cayena y albahaca. También tiene pequeñas producciones de aromáticas nativas como poleo y burrito, y exóticas como cedrón y menta piperita. Estas se fraccionan en pequeños envases para vender al turismo cuando visita las plantaciones.
Con excepción de la flor de la lavanda, que va para la confección de mezclas florales para perfumar ambientes, todos los productos se venden a la industria alimenticia.
También comercializa aceites esenciales y perfumes y cremas derivados de estos. Genovese está muy conectado con esta industria, ya que en “Don Francisco” trabajó en la extracción de esencias naturales, entre ellas la del suico, una maleza severamente amenazada por el glifosato y que durante once años se exportó, especialmente a Francia para perfumería y cosmética: “Hace dos años visité en ese país a un cliente muy importante, la compañía Fragarome, y me dijeron que al suico ellos lo usan para cremas”.
El suico no era cultivado, sino cosechado hasta con máquinas cuando emergían de los rastrojos de maíz y girasol. Con la llegada de los transgénicos, esta rentable maleza sólo se encuentra en banquinas, orillas de los alambrados y en las altas cumbres de las Sierras de los Comechingones, pero en cantidades que no alcanzan un volumen comercial.
La firma “Don Francisco” encargó un estudio a técnicos del INTA Castelar, que determinó que las condiciones agroecológicas ideales para aromáticas se encuentran en una franja que va desde Cortaderas hasta Villa Las Rosas, en Córdoba. Este informe determinó la radicación del conocido emprendimiento en Los Molles, en ese momento el más importante del país y hoy cerrado.
En el establecimiento de Genovese cultivan mayormente hierbas aromáticas perennes: “Son las que yo aconsejo, porque por ejemplo con la lavanda y el romero cosechás entre ocho y diez años de la misma planta, mientras que hay otras de cuatro años y las anuales son las que menos producimos, como la albahaca y la pimienta de cayena, por una cuestión conservacionista y de disponibilidad y costos de mano de obra”.
Los cultivos perennes son de bajo costo y alto impacto productivo, dijo el t{ecnico cuando Revista El Campo visitó la plantación: “Buscamos mecanizar todo lo más posible. Tenemos una máquina trasplantadora italiana, una cosechadora diseñada y adaptada por nosotros, disecadoras y demás herramientas para acondicionar las hojas secas de cada variedad”.
La fase industrial la desarrolla en un tinglado y playones de cemento donde hace el secado, desecado y procesado: “Esto lo permiten las condiciones edafoclimáticas que hay en esta zona, porque el suelo tiene muy buen drenaje, condición básica para cultivar aromáticas, sensibles a la asfixia radicular provocada por anegamiento, en especial con tierras arcillosas”.
También «Los Molles» responde a las exigencias de baja humedad ambiente, que facilita el secado natural, el más recomendado porque lo que le da el aroma a estas plantas son esteres, fenoles, alcohol y acetona, que son muy volátiles. Cuando se seca en hornos y la temperatura supera los 40 grados centígrados, esos productos se volatilizan y el producto pierde el aroma.
Las aromáticas tienen una gran ventaja. Todas estas hierbas una vez procesadas, no son productos perecederos y por lo tanto se pueden conservar y venderlas en el momento más adecuado: “No tenés problemas como los productos frutícolas u hortícolas, que si no lo vendés en el momento de cosecha, se echa a perder”.
Genovese explicó que no son mercados con altibajos en los precios, con excepción del orégano que tiene valores cíclicos: “Todo está atado a la política económica nacional porque si autorizan la importación de este producto que se hace en casi todo el mundo, los precios bajan, especialmente cuando entran desde Chile y Perú”.
La producción de aromáticas tuvo su momento de esplendor tras la devaluación de 2002. Hoy el dólar oficial se movió muy poco, pero la inflación desde ese año se fue muy arriba con el consiguiente impacto en los costos de producción, una realidad que no escapa a la generalidad de las cosas.
El productor recibe habitualmente consultas de posibles inversores en el rubro, aconsejada como actividad para diversificar la producción. Vende plantines y brinda asesoramiento.
También dirige las capacitaciones en distintos puntos de la provincia impulsadas por Sol Puntano para despertar la producción de aromáticas, especialmente las especies demandadas por la firma Dos Anclas, que anticipó al ente estatal que comprará aquellas producciones realizadas con las calidades con las que actualmente opera en el mercado nacional.
El Ministerio del Campo busca con esto que nuevos emprendimientos aprovechen el buen momento por el que atraviesa el sector apoyados en las virtudes geográficas, climáticas y fitosanitarias de la provincia.
FOTO: Marina Balbo, El Diario de la Republica