El Banco Nación anunció una línea de créditos para la compra de maquinaria de $3.000 millones, con un plazo de cuatro años y una tasa variable, que se extendería hasta finales de marzo. Fabricantes de maquinaria agrícola y contratistas coincidieron en destacar esta línea de financiamiento, aunque manifestaron que debería continuar al menos durante todo 2020.
La tasa de estos créditos será del 23% durante el primer año, 25% el segundo y para los dos años restantes el interés será calculado a través del Badlar más 10 puntos porcentuales anuales. Esta línea crediticia llegó en el marco de una industria que, de acuerdo a estimaciones de la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma), presenta una capacidad ociosa cercana al 40%.
Desde la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba (Afamac) señalaron que apuntan a extender esta medida durante todo el año, al tiempo que señalaron como punto a corregir las tasas que varían año a año. «No es lo ideal, pero es positivo para el sector», destacó Fernando Zaragosi, presidente de la entidad.
Por su parte, la Federación de Contratistas de Maquinarias Agrícolas (Facma) estimaron que esta medida representa un impulso para sembradoras, implementos forrajeros, tractores y tolvas. El presidente de Facma, Jorge Scoppa, explicó que estos créditos no tendrán un gran impacto en cosechadoras, con un valor de mercado que oscilan entre los USD350.000 y USD700.000.
En nuestra edición de El Semiárido del 3 de marzo pasado anunciamos que los fabricantes de maquinaria agrícola negociaban con la banca pública y privada créditos a tasa baja para la venta de su producción.
«No queremos un crédito por tres días, buscamos tasa de interés con las que se puedan trabajar todo el año», explicó Néstor Cestari, presidente de la Cámara Argentina de Fabricante de Maquinaria Agrícola (Cafma), quien además reconoció que con el actual nivel de financiamiento, es muy difícil que este sector repunte su actual dinámica negativa. El directivo reconoció que están «buscando tasas que sean del 20 al 22%», en donde las empresas subsidiarían un porcentaje a determinar. Consiguieron algo como lo que buscaban
Los problemas para estos fabricantes empezaron a ser más visibles a partir de marzo de 2018, cuando la tasa pasó de 14% a 38% en un período de cinco meses. Ante esta situación, la financiación para la compra de maquinaria salió de escena y sólo apareció en las grandes muestras agropecuarias. De este modo, unas tres veces al año se abría una ventana de pocos días en donde se podía adquirir productos a tasas por debajo de las habituales del mercado.
