Empujadas por el mercado internacional del litio, que se encuentra en un ciclo ascendente, cuyo ritmo se ha acelerado en los últimos años, especialmente por la demanda de baterías para distintas aplicaciones, dos importantes compañías mineras australianas se encuentran en plena exploración sobre yacimientos ubicados en el Valle del Conlara.
La presencia de minerales económicos de litio en Argentina fue comprobada en 1935 en la provincia de San Luis y el renovado interés actual se despertó por su uso en baterías, que con un 39% del mercado desplazó del histórico primer lugar al de cerámica y vidrio, y se espera que para el 2025 represente más de dos tercios de la demanda.
Un informe del Ministerio de Energía y Minería de la Nación destaca que en San Luis, la empresa Latin Resources Ltd. (compañía australiana con más de 100.000 hectáreas de concesiones de exploración de pegmatito de litio en Catamarca y San Luis) se encuentra realizando tareas de exploración en el Distrito “La Estanzuela”, ubicado en las sierras de Tilisarao, y El Portezuelo, en el departamento Chacabuco, que han sido explotadas históricamente por litio, tantalio, berilo y por feldespato y cuarzo.
La otra prospección se realiza en la mina Las Cuevas, Distrito Pegmatítico Conlara, a cargo de Dark Horse Resources, una empresa de recursos minerales con sede en Australia, con un enfoque particular en Argentina, donde ha invertido en proyectos de oro y litio, con el objetivo de descubrir un yacimiento de oro de varios millones de onzas, y ser un productor de Hidróxido de litio de alto grado para la batería nacional e internacional y los mercados electrónicos.
Un horizonte prometedor
El litio posee diversos usos, el más extendido es en baterías (39%): teléfonos celulares, computadoras portátiles, herramientas eléctricas y vehículos híbridos o eléctricos, entre otros.
En los próximos años se espera que las baterías demanden las dos terceras partes de la producción de litio, con un crecimiento considerable para el uso en movilidad urbana (autos, bicicletas y motos eléctricas).
Actualmente existen dos proyectos en producción en el país: el Salar del Hombre Muerto/Mina Fénix, que produce desde 1997 en Catamarca; y el Salar de Olaroz en Jujuy que alcanzaría capacidad plena en 2017 tras un año y medio de producción en ascenso.
Argentina se encuentra en cuarto lugar en cantidad de reservas probadas de litio, aunque dependiendo de las fuentes, puede aparecer tercero, y posee entre el 25% y 30% de los potenciales recursos del denominado “triángulo del litio” (integrado junto a Bolivia y Chile). El país cuenta además con yacimientos de litio en pegmatitas en etapa de exploración.
Las pegmatitas son un tipo de granito caracterizadas por sus grandes cristales de cuarzo, feldespato y mica.
Los inicios de la producción de litio en Argentina
La presencia de minerales económicos de litio (espodumeno, entre otros) en Argentina fue comprobada alrededor del año 1935, hecho que aconteció en la provincia de San Luis con motivo de la búsqueda y explotación de pegmatitas portadoras de berilo, asiduo acompañante de aquéllos.
Desde su descubrimiento en San Luis el espodumeno se ha aprovechado tanto en explotaciones orientadas casi exclusivamente a litio, como también en forma de subproducto de la extracción de otros, principalmente berilo, feldespato y cuarzo.
La producción de minerales de litio se registra por primera vez en 1936. En el transcurso de 26 años que median desde que se inició la extracción de los minerales litíferos hasta 1960 inclusive, se exportaron un total de 518 toneladas con leyes de 5-6% Li2O (óxido de litio).
El destino casi exclusivo de estas exportaciones fue EEUU. En 1966 comenzó la extracción económica del litio en salmueras en Nevada, EEUU; como requerimiento estratégico de la industria militar y aeroespacial. Al reducir los costos del proceso de extracción, gran parte de los depósitos minerales dejaron de ser competitivos y debieron cerrar, quedando activos aquellos de mayor concentración.
Hacia fines del siglo XX, con el aumento de la demanda de litio, la extracción desde salares se expandió a Sudamérica, en Chile17 y Argentina. En 1991, FMC Lithium comienza a abastecer de carbonato de litio a Sony Electronics para la primera producción de baterías de litio-cobalto. Cuatro años después adquiere los derechos para la explotación de litio en el Salar del Hombre Muerto, Catamarca, y en 1997 comienza a producir y exportar derivados de litio (Cloruro y Carbonato).
Además del potencial en salares, el país cuenta con varios distritos pegmatíticos con enriquecimiento en Litio, que se ubican en mayor proporción en la provincia de San Luis, en menor proporción en la provincia de Córdoba y en estudio en las provincias de Catamarca y Salta.
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