Tajeada por cientos de cárcavas que siguen abriéndose por las lluvias, la Cuenca La Petra tiene una superficie de casi 28 mil hectáreas y sobre ella comenzó a desarrollarse un trabajo que llevará dos años y que apunta a mejorar la producción de granos y disminuir la erosión hídrica a través de la incorporación de técnicas culturales de manejo del agua de lluvia.
Se trata de una iniciativa de diez productores de esta zona próxima a la ciudad de San Luis, que junto a una consultora agropecuaria local lograron el financiamiento del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación para desarrollar este proyecto, que consiste en hacer tres estudios de la cuenca para determinar cómo manejar los excedentes hídricos para no perjudicar los campos, haciendo una planificación del uso del agua.
La propuesta está inspirada en la creciente demanda mundial de alimentos y en un reciente estudio de la FAO que determinó que existen más de 1000 millones de personas con hambre en el mundo, con lo cual es de vital importancia cuidar todos los suelos productivos del planeta donde se producen estos alimentos.
Adrián Bona es ingeniero agrónomo, titular de la consultora San Luis Agro e integrante del equipo técnico que ejecuta el ambicioso plan, quien explicó a El Semiárido que la mayoría de los campos de La Petra son predios cultivados con un gran potencial de desarrollo de diferentes cultivos, como soja, maíz, girasol, sorgo, entre otros de alto valor comercial, pero advirtió que estas producciones se ven disminuidas en sus rendimientos por el serio problema de erosión que existe en la zona.
Explicó el profesional que el origen de estos suelos es un loes transportado por el viento, confiriéndole una estructura muy inestable, con una alta susceptibilidad a los problemas erosivos, tanto eólicos como hídrico, por lo cual considera muy relevante planificar su uso racional: “Es de fundamental importancia establecer prácticas culturales o pautas de manejos de los suelos a fin que los productores agropecuarios, que intervienen en dichas cuencas manejen sus suelos de tal forma de minimizar los problemas erosivos”.
Este proyecto apunta a planificar un conjunto de prácticas integradas de manejo de los suelos a los fines de disminuir el proceso erosivo que está sufriendo esas zonas: “Los productores no son proclives a hacer curvas de nivel, por lo complicado que es hacer las labores culturales con lo cual es más aconsejable realizar terrazas paralelas con desagües empastados”.
Objetivos del proyecto Cuenca La Petra
La iniciativa busca mejorar la producción de granos y disminuir la erosión hídrica a través de la incorporación de técnicas culturales de manejo del agua de lluvia.
El área de estudio se denomina Cuenca La Petra, la cual está situada en la ladera este del Macizo Central en la Provincia de San Luis. Comprende una superficie total de 27.766 hectáreas. Está comprendida entre los paralelos 33°21’S como límite sur, 33°08’S límite norte y. meridiano 66°10’ W como límite oeste y 65°53’ como límite este.
Los suelos de la cuenca están considerados como loes, lo que le confiere una gran inestabilidad en sus agregados y los hace susceptibles de procesos de degradación tales como sellado superficial y erosión hídrica, acentuada por ser una zona con pendientes promedio del 1.5 al 4%.
Esta cuenca está dividida de sur a norte por un lomo predominante denominado “Alto Blanco”, que nace en El Durazno Alto, pasa por Cuatro Esquinas y finaliza en La Cumbre, sobre la Autpista de las Serranías Puntanas. Del Alto Blanco sus aguas vierten a dos grandes acuíferos, al oeste el rio Desaguadero y al este el rio Quinto. La Cuenca La Petra está conformada por varias subcuentas.
Los trabajos contemplados en el proyecto consisten en el estudio la totalidad de cuenca hidrográfica de La Petra, el estudio y proyecto del micro embalses en cada sector que lo requiera y el estudio y proyecto de sistematización de las diferentes subcuencas.
“Estos estudios nos darán la pauta de cómo manejar estos excedentes hídricos, los cuales serán derivados a canales empastados que no erosionen los campos y en micro embalses para acumular el agua en exceso y poderla reutilizar en regar lotes aguas abajo para la producción de granos”, detallo Bona.
Otro punto destacado del trabajo es la organización de los productores agropecuarios intervinientes, para lo cual se plantea la realización de reuniones para la conformación de un consorcio de conservación de suelos.
A su vez, consideran igual de importante que se desarrollen actividades preventivas para el incentivo a la adopción de la tecnología esto, como ensayos comparativos entre lotes actualmente con terrazas y sin terrazas de algunos productores que tengan estas técnicas y difundirlos.
Además de charlas técnicas para explicar las ventajas de adopción de esta tecnología, el profesional sugiere encarar el desafío, en conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente Campo y Producción, de organizar a los productores agropecuarios a través de un consorcio de conservación de suelos, establecer las áreas más problemáticas y diagnosticar qué sector está más comprometido.
Una amplia área bajo estudio
El área de estudio comprende cuatro subcuencas: Arroyo La Petra, Arroyo Las Barranquitas, Arroyo Estancia Grande-El Durazno y Arroyo los Puquios
Las tareas programadas contemplan el estudio de los campos de los productores del Grupo de Cambio Rural San Luis para determinar el o los mejores lotes para hacerlos demostrativos del problema de cada campo.
También harán un estudio la cuenca hidrográfica, que comprende a la totalidad de la topografía de la cueca La Petra para determinar las zonas más comprometidas con erosión hídrica y proyectar las terrazas.
Se suma otro estudio y proyecto de “micro embalses”, para determinar las mejores zonas para la realización de las micro presas y el estudio y proyecto de cada uno de los embalses; otro estudio y proyecto de sistematización de las cuencas: “Esto non permitirá saber a ciencia cierta cada una de las soluciones para cada problema que se presente”.
Bona revelo además a este medio que pretenden dejarle a la provincia de San Luis un estudio específico sobre un problema puntual que se agrava cada vez más. Prueba de ello es la cantidad de sedimentos que siguen ingresando al Dique Paso de las Carretas, parte de la cual puede constatarse en fotografías satelitales.
El ambicioso proyecto busca además promover la toma de conciencia del problema y de su solución; medir el aumento de producción de granos a través de comparaciones con otros lotes del mismo campo; determinar la disminución de la salida de agua de los campos a través de los aforos que se pondrán cada uno de los campos; difusión de las Diferentes técnicas de conservación de suelo, con el aporte de jornadas de divulgación técnica; armar un manual de buenas prácticas para la conservación de suelos y difundir las técnicas a través de jornadas y medios de comunicación.
Bona señaló que existen en el país numerosos ejemplos de proyectos de conservación de suelos y formación de consorcios para el control de erosión hídrica y recordó que en la Provincia de San Luis, desde la década del 80 se han realizado prácticas de control, tales como el cultivo en contorno, cortando la pendiente y labranza reducida.
A partir de los 90, se realizan terrazas de base ancha en campos de productores: “Estas obras ingenieriles representaron un avance importante ya que terrenos con mucha pendiente, lograron reducir la erosión y mejorar la captación del agua de lluvia. Desde 2004 el gobierno de San Luis promueve acciones para la adopción de prácticas conservacionistas lo que quedó plasmado en la Ley de protección y conservación de suelos”.
También citó como ejemplo que la provincia auspicia la creación del consorcio de conservación de suelos de la Cuenca El Morro.
El equipo de trabajo lo integran el grupo de productores de Cambio Rural (Grupo San Luis ), que está funcionando desde 1993 con diez miembros, todos comprometidos con el problema de la Cuenca La Petra; la Universidad Católica de Cuyo, a través de su Facultad de Veterinaria y la Consultora San Luis Agro.
Esta consultora Funciona desde el Año 1995 y tiene un equipo técnico especializado en el tema de conservación de suelos. Para este trabajo, los profesionales que aporta la empresa son los ingenieros agrónomos Gustavo Negro (director del proyecto), Adrián Bona, Agustín Pitavino y Alejandro Marín, y el ingeniero civil Horacio Pantano.
Foto: Gentileza Adrián Bona