Tanto la reunión del INTA en su mesa, dando cuenta de la cantidad de novedades en materia de alimentos que siguen generando las distintas regiones, como la presentación de Field View, en Costa Salguero (casi un evento en sociedad de Bayer, ahora a cargo integral de Monsanto), dejaron en claro que la tecnología y los avances no se detienen, aunque su adopción por parte de los productores, se pueda ver circunstancialmente “demorada” por cuestiones financieras. Es cierto que la campaña que está terminando va a dejar un saneamiento financiero importante de los campos en los que el clima fue el óptimo, y que permitieron rindes récords. Sin embargo, no hay euforia en los negocios que se están haciendo, ni en la campaña que se inicia en la que, si bien es probable que haya otro crecimiento relativo de los cereales (trigo, cebada, maíz) de más o menos 5%-8% en superficie, está alejado aún del potencial del campo argentino. La palabra que se escucha en todos lados, y que define mejor la situación es “cautela”, y no solo por la evolución de la economía en los próximos meses, sino también porque se está sembrando en una campaña cuya cosecha puede ser con el mismo, u otro gobierno, y esa incertidumbre es la que “congela” buena parte de las inversiones productivas (no así las especulativas, que comienzan a moverse….)
Tecnología vs necesidades básicas del campo
Los últimos remates de hacienda también mostraron la situación, con precios mayores para los terneros machos (no hay demasiados), y mucho más flojos para las hembras y los novillos debido a las restricciones financieras y dudas de los compradores, a pesar de que se siguen abriendo mercados como ocurrió estos días con la preciada plaza de Japón que, finalmente, acordó el acceso argentino al mercado nipón. Pero los productores, que no ocultan su predisposición a las nuevas tecnologías, como el acceso a la digitalización que se presentó en Costa Salguero con una presentación especial para más de 500 productores seleccionados, y que promete un sensible crecimiento de la eficiencia productiva, aún con las mismas condiciones actuales (se habla de 35%-38% más en maíz, por citar solo un caso), no alcanza sin embargo para que masivamente se encaren nuevos negocios, o el nivel de inversiones (atrasadas) que se requiere para los avances de producción que son factibles. Parte de esto se escuchó también en la multitudinaria reunión de productores bonaerenses que Carbap llevó a cabo en Rauch para abordar, nada menos, que la situación de los caminos rurales, mayoritariamente de tierra. Por supuesto que las quejas estuvieron a la orden del día pues, además de la presión impositiva global, dicen que más del 75% están en situación entre regular y mala, lo que se comprueba con las más mínimas lluvias, y a pesar de que la cifra que se barajaba en la reunión, ascendía a $7.000 millones, solo para este objetivo.
Economías regionales
También en el CCK donde se congregaron técnicos, productores y funcionarios de Cuyo (de Mendoza y San Juan), junto a funcionarios nacionales especialmente de Turismo, ya que hoy uno de los principales aportes de la alimentación pasa, justamente, por las nuevas “rutas” alimentarias (del vino, de la olivicultura, etc.), se hablaba de la situación global de la producción, sobre todo considerando las producciones más alejadas del puerto de Buenos Aires y de los grandes centros de consumo locales, por el peso relativo que tienen en este caso los fletes, y porque aun los ferrocarriles (de costo mucho menor) no alcanzan el desarrollo necesario. “La situación del vino es mala, y además San Juan no se autoabastece de carne, ni de leche”, reconocía el ministro de Producción sanjuanino, Andrés Díaz Cano al adelantar que la provincia, que ya exporta también aceite de oliva, pistachos, etc. apunta ahora a esta diversificación para alcanzar el autoabastecimiento, y también para aumentar sus exportaciones. Por supuesto que entre cocineros, productores y funcionarios, los temas eran múltiples, aunque hubo uno que llamó bastante la atención, que fue la “sanción” de $150.000 que la Justicia le impuso al controvertido gremio Atilra (que nuclea al personal de usinas lácteas), por el bloque de 4 días que le impuso a una láctea en Trenque Lauquen, situación que vienen sufriendo diversos sectores por las medidas de fuerza adoptadas por cualquier filial de los gremios (pasa constantemente en el río Paraná, deteniendo las exportaciones; en el campo por la carga de los silos bolsa, con las usinas, etc.). Esto, y las “tasas” que en forma anárquica se están multiplicando a nivel de los municipios, constituyen un costo adicional cada vez más gravoso que, no solo constituye verdaderas “aduanas interiores”, sino que le sigue erosionando la competitividad a los productos locales.
Fuente: Susana Merlo – Ambito.com