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Matarifes con «motosierra» piden el cierre del IPCVA: “Sostenemos un elefante blanco sin beneficios”

La Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores pidió al ministro Federico Sturzenegger eliminar el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), al que acusan de ineficiente, costoso e innecesario.

En sintonía con el plan de desregulación del gobierno de Javier Milei, la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA) elevó un reclamo formal al ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger. A través de una carta firmada por su presidente, Leonardo Rafael, la entidad propuso disolver el IPCVA o convertirlo en un organismo de participación voluntariadejando de lado el aporte obligatorio que hoy recae sobre productores ganaderos y frigoríficos.

“El IPCVA ha demostrado ser un elefante blanco en términos de costos y resultados”, aseguraron. “Mientras nuestros aportes obligatorios sostienen una estructura burocrática ineficiente, los beneficios reales para los matarifes y abastecedores son nulos”, añadieron.


Un ente con aportes privados y escasa representación

El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina fue creado en 2001 como un ente público no estatal, con el objetivo de consolidar la imagen de la carne argentina tanto en el mercado interno como en el exterior. Su financiamiento depende 100% del sector privado, a través de un aporte por cada animal enviado a faena, que se distribuye en un 69% aportado por los productores ganaderos y un 31% por la industria frigorífica, según la Ley 25.507.

La CAMyA señaló que los matarifes —aunque en muchos casos no pagan el aporte directamente— terminan asumiéndolo vía los costos cobrados por los frigoríficos por el servicio de faena. De hecho, estiman que el 14% de los fondos del IPCVA proviene indirectamente de su actividad, ya que representan el 44,5% de las cabezas faenadas entre enero y septiembre de 2024.

“Es necesario que los matarifes y abastecedores decidan de manera libre si desean aportar a un organismo de promoción”, reclamaron. Y agregaron: “El mercado, en su sabiduría, sabrá encontrar los canales adecuados para promover los productos argentinos en el exterior, sin la necesidad de intermediarios ineficientes”.

Crítica al modelo actual y defensa del rol de los matarifes

En la carta, la entidad también cuestionó la forma en que se analiza la cadena de valor de la carne, y rechazó la idea de que el precio final esté determinado por los costos internos. “El precio final de la carne no es una suba de costos. Como cualquier mercado competitivo, se determina por la interacción entre la oferta y la demanda”, explicaron.

En ese marco, reivindicaron el papel de los matarifes como actores que aumentan la competencia dentro del mercado cárnico y evitan la concentración de poder económico en pocas manos. “Al incrementar la competencia dentro del sector, impiden que pocos actores ostenten poder de mercado y actúen como formadores de precios”, destacaron.

La propuesta de disolver o reformar el IPCVA encaja con la línea ideológica del oficialismo, que impulsa una fuerte desregulación del Estado y eliminación de entes considerados innecesarios. La CAMyA manifestó su voluntad de trabajar en conjunto con el gobierno para avanzar en esa dirección y liberar lo que consideran “el potencial de uno de los pilares de la economía argentina”.

“Estamos en un momento clave para impulsar una transformación real en el sector cárnico argentino”, concluye la carta. “La única manera de avanzar es a través de una verdadera desregulación y la eliminación de las intervenciones estatales que hoy frenan el crecimiento y la innovación.”

AgroFy.