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Los estatutos de CRA complican el ingreso formal de la Confederación Rural de San Luis

Con las heridas abiertas todavía por la división del movimiento ruralista sanluiseño, la recientemente conformada Confederación Rural de San Luis, que integran cinco entidades de la provincia menos la de Villa Mercedes, encontró un obstáculo no calculado para funcionar. El artículo 9 de los estatutos de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) le impiden integrar la mesa de la poderosa entidad porque prohíbe expresamente la existencia de dos confederaciones en una misma provincia.

Ocurre que las seis sociedades rurales de San Luis estaban todas históricamente nucleadas en la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez), junto con las de Córdoba y La Rioja, y el año pasado, lideradas por el entonces presidente de la rural de San Luis Raúl Foncueva, fundaron una nueva confederación (con la fuerte oposición de la Sociedad Rural Río Quinto) bajo el argumento de que los sanluiseños tenían un trato disminuido respecto de los gremios de Córdoba.

Una definición sobre este conflicto territorial podría surgir del próximo congreso de CRA, que preside Rubén Ferrero, que sesionará el 15 y 16 de mayo próximos en la ciudad de Santa Fe.  Extraoficialmente se barajan dos alternativas: permitir la participación de la confederación puntana, pero sin voz ni voto, ya que se considera a Cartez preexistente, o cambiar los estatutos de CRA, una salida que muchos consideran improbable por los “antecedentes divisionistas”  que dejaría.

El miembro de la conducción de la rural villamercedina y vicepresidente de Cartez, Ariel Ayello, es uno de los más críticos y opositores a la creación de una nueva confederación en San Luis, pero aclaró en una entrevista con El Semiárido que en la mesa de CRA nunca se les hizo vacío: “En el medio de este armado hubo roces porque dominaban los egos y personalismos, cuando debíamos estar más unidos que nunca por la crítica realidad de los productores; hasta ahora lo único que lograron fue romper el movimiento”.

Desde sus inicios, la conformación de la nueva confederación  contó con el apoyo expreso del gobernador Claudio Poggi, quien se fotografió en varias oportunidades con los presidentes de las rurales de San Luis, Justo Daract, Valle del Conlara, Quines y Buena Esperanza, un compromiso político que ahora parece mostrar su costo: la Sociedad Rural Río Quinto es la única entidad que se anima a hacer públicas sus críticas y reclamos al mandatario provincial.

Las relaciones entre los mercedinos y el resto de las entidades están un punto muerto, a tal punto que tomaron como un inesperado desaire que no asistieran a la fiesta del ternero que la Rural Río Quinto celebró hace dos semanas.

Ayello apunta sin vueltas como responsable de esta tensa relación al ex ministro del Campo Felipe Tomasevich: “Metió la cuña para romper y dividir y con ello hacernos perder fuerza gremial; se olvidó que las personas pasan y las entidades son las que quedan”.

Durante esos trámites, el enfrentamiento con Foncueva recrudeció, según recordó el dirigente villamercedino. Y fue cuando el presidente de la rural de San Luis propuso a Poggi aumentar el DOPRO (documento provincia porque el que se tributan impuestos a la producción) con un porcentaje que sea destinado a solventar el funcionamiento de la nueva confederación. “No podíamos permitir que del mismo cuero salgan las lonjas”, se quejó Ayelo.

De todos modos, hizo un llamado conciliador: “Debemos juntarnos y reflotar los objetivos de los dirigentes ruralistas, que no son otros que defender al productor  y a sus entidades”.