Especialistas informaron que, además de resultar un óptimo alimento para ganado vacuno, se puede usar para aves y cerdos. Además, puede ser parte de la dieta de las personas celíacas, dado que carece de prolaminas (proteína que forma el gluten), que sí están presentes en otros cereales. En forma adicional, su cultivo mejora la calidad del suelo por el aporte de carbono.
El sorgo es el quinto cereal en importancia a nivel mundial, luego del maíz, el trigo, el arroz y la cebada. Las características agronómicas particulares del sorgo llevaron a un aumento del área de cultivo en los últimos años, ya que puede incluirse en las rotaciones y resultar beneficioso para el suelo. Además, puede ser un buen reemplazo del maíz en la dieta nutritiva, sobre todo en zonas o períodos de sequía, debido a que es más eficiente en la utilización del agua. En Argentina, la producción de sorgo se concentra en la región pampeana, destacándose las zonas de Santa Fe y Córdoba como las que mejores aptitudes tienen para su siembra.
Los usos del sorgo son múltiples y dependen de su genética, además de la utilización para la alimentación animal, puede recurrirse a él para consumo humano. En este sentido, el grano de sorgo posee la ventaja de carecer de prolaminas (proteína que forma el gluten), que sí están presentes en otros cereales como trigo, avena, cebada y centeno. Esto lo convierte en un alimento apto para el consumo de personas celíacas. Esta gramínea de origen tropical, adaptada a través del mejoramiento genético a una gran diversidad de ambientes, también posee otras propiedades como insumo para la producción de papel, adhesivos, refinamiento de minerales y elaboración de embutidos, entre otros usos industriales.
En la sede Pergamino de la UNNOBA, científicos y especialistas del ámbito nacional e internacional expusieron los últimos avances sobre el tema en el Tercer Simposio Nacional y la Primera Conferencia Internacional de Sorgo. Todos coincidieron en que existe un panorama “más que alentador” para el sorgo, no sólo como granífero, sino también como recurso forrajero y de usos alternativos. De hecho, en los últimos años se puso la mirada nuevamente en incluir especies gramíneas que permitan diversificar la secuencia de cultivos y estabilizar el sistema de producción en su conjunto.
La ingeniera agrónoma Adriana Andrés, directora de la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y Ambientales de la UNNOBA, indicó a Argentina Investiga que el sorgo constituye un importante recurso forrajero y económico. “Hoy ocupa un rol destacado en la alimentación de vacunos de carne y leche, pero lo que se pudo poner de manifiesto en el Congreso es, además, la importancia creciente del uso de este cultivo para la alimentación de aves, cerdos, humanos y la utilización de grano como biomasa para la producción de energía renovable. Por otra parte, hay que destacar el aporte del cultivo a la rotación y a su rol en la conservación del recurso productivo más importante, que es el suelo. Sobre todo en zonas marginales, donde la agricultura es difícil, el sorgo puede aportar estabilidad y seguridad además de rendimiento”.
El aporte del sorgo a la sustentabilidad
El sistema de rotación actual en la región pampeana húmeda, con alta preeminencia de soja (en muchos casos como monocultivo), atenta contra la conservación del recurso productivo que constituye el suelo. Esto tendría un alto impacto ambiental por un menor aprovechamiento de las lluvias y el aumento de la escorrentía, es decir, el agua de lluvia que circula libremente por la superficie del terreno. Todo ello contribuye al desarrollo de plagas y malezas resistentes. Manuel Ferrari, investigador de la UNNOBA, se refirió a los aportes del sorgo a la sustentabilidad de los sistemas de producción agrícola: “La inclusión de cultivos de gramíneas en la rotación favorece el aporte de carbono y eso impacta positivamente en la estructura y porosidad de los suelos. El sorgo, como cultivo, aporta abundante rastrojo, el cual genera una buena cobertura de suelo de gran perdurabilidad. Esto mejora el balance de carbono y las propiedades químicas, físicas y biológicas asociadas a la materia orgánica y hace más eficiente el aprovechamiento del agua”.
“Para la región pampeana el sorgo tiene un lugar en aquellos suelos erosionados, en suelos degradados por una extensa agricultura no conservacionista, y en suelos de menor aptitud agrícola, donde el maíz tiene limitantes”, sintetizó Ferrari.
Alimentación animal
El doctor y médico veterinario Leandro Abdelhadi se refirió al rol fundamental del sorgo en esquemas ganaderos, lo cual permite mejorar la productividad: “Los vacunos tienen un sistema digestivo de cuatro estómagos, es decir, son poligástricos. Esto les permite aprovechar en forma eficiente no sólo el grano de sorgo, sino también la planta completa”. Adicionalmente, esto les permite mejorar la calidad de las producciones de carne y leche. “El uso de sorgos para la categoría de vacas de cría es una herramienta fundamental para aumentar la eficiencia de los rodeos”, resumió.
Foto: INTA