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Investigadores mejoran la producción de semilla de girasol a partir de desecantes

Investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias estudian nuevas tecnologías que permitan utilizar los desecantes de manera responsable. El trabajo, que se centra en el girasol, tiene como objetivo aumentar la capacidad de realizar cultivos en contraestación y partió de la inquietud de pequeños productores semilleros quienes le plantearon a la Facultad la posibilidad del uso de químicos para aumentar la producción.

Un grupo de trabajo de la Facultad de Ciencias Agrarias investiga nuevas tecnologías para la producción de girasol, con el objetivo de combatir las crecientes dificultades que se presentan a la hora de cosechar este cultivo, como por ejemplo el ataque de aves.

“Nosotros analizamos cómo adelantar la cosecha en cultivos para producción de semillas a partir del uso de desecantes químicos, los cuales son herbicidas que se aplican al final del proceso, ganando, según las condiciones del año, entre 20 y 40 días”, indica a Argentina Investiga Cyntia Szemruch, a cargo del proyecto.

La investigación apuntó a analizar todas las etapas de la cosecha de semillas cuando se agregan productos químicos llamados desecantes, con el objetivo de aumentar la capacidad de realizar cultivos en contraestación. El trabajo tuvo como eje central al girasol, el cual presenta por un lado ventajas para su estudio y, por el otro, juega un papel central en la economía agropecuaria nacional.

Szemruch aclara: “El girasol es muy importante para nosotros. En la actualidad estamos dentro de los cinco productores de semillas y aceites a nivel mundial. Dentro del país, el cultivo se posiciona por detrás de la soja y el maíz, pero no deja de ser un motor para el sector agropecuario, en especial después del cambio en las retenciones del último año, situación que puede generar un aumento en la superficie sembrada”.

Los desecantes químicos son herbicidas que aceleran la pérdida de humedad de hojas, tallos y capítulos. Dicho proceso es complejo porque cada una de las partes tiene distintos tiempos de secado y diferentes relaciones con el ambiente. Para completar el trabajo, los productores de semillas utilizan secadores automáticos que ayudan a eliminar la humedad de las plantas.

Al utilizar productos como los desecantes existe el riesgo de producir efectos fitotóxicos, que son las modificaciones que se dan cuando los herbicidas entran en las semillas y producen mutaciones que pueden alterar el crecimiento, la maduración y la producción de las plantas. “En vez de emerger una plántula normal, cuando se aplican estos productos, las plantas pueden brotar con anormalidades o bien no llegar a desarrollarse o madurar”, explica la especialista, y agrega: “Nosotros investigamos cuál es el nivel de germinación y vigor de las semillas luego de la aplicación de los desecantes, y en el caso del girasol, observamos muchos beneficios. Al cosecharlas antes se obtienen mejores resultados, ya que las semillas están menos tiempo expuestas a las condiciones ambientales”.

El estudio se realiza desde 2011 en colaboración con pequeños productores semilleros que le presentaron a la Facultad la problemática en cuanto al uso de los químicos como elementos para aumentar la producción de girasol y, de esta manera, generar los modos correctos para su implementación. Uno de los objetivos fue el análisis de tecnologías que permitieran utilizar los desecantes de manera responsable. La científica remarca: “En este trabajo jugaron un papel central los estudiantes. Ellos se pusieron al frente de las áreas más arduas como la recolección de datos, la instrumentación de las diferentes fases del estudio, así como de la actividad en los laboratorios”.

Foto: Argentina Investiga