Con precios muy firmes para la invernada, la firma Ganadera del Sur abrió su calendario de subastas ordinarias en la capital puntana con un encierre de 1.200 cabezas y tribunas llenas. Por las terneras medianas pagaron máximos de hasta $28,50 el kilo.
En lo que se interpretó como un renovado interés por la actividad ganadera de cría, las vacas con garantía de preñez marcaron el paso en el primer remate del año en San Luis, celebrado el jueves por la firma Ganadera del Sur con un encierre de 1.200 vacunos.
Con las tribunas llenas, en su mayoría productores de la provincia, la consignataria de la familia Abdallah vendó en tan sólo dos horas y media todo las cabezas, entre las que también se destacaron las terneras que tuvieron máximos de $28,50 el kilo y mínimos de $20,40. Los machos cotizaron con entre $23,90 y $22.
Las vacas con garantía de preñez fueron todas a campos de la provincia y pagaron en promedio por cada una $7.137, con un máximo de $7.650 y un mínimo de $5.600. Las vacas con cría al pie promediaron los $3.611, con extremos de $3.800 y $3.400.
La invernada fue mayormente adquirida por dos feedloteros locales y próximos a la capital puntana. La vaca liviana también se vendió con gran agilidad y cotizó entre $12,65 y $11. Los toros promediaron los $11 y los toritos $12,50.
Como lo hizo en las últimas subastas del año pasado, Ganadera del Sur comenzó 2015 en el predio alquilado a San Luis Feria, sobre la ruta provincial 3, pegado a la ciudad de San Luis, donde los próximos jueves 5 y 19 de febrero realizará su segundo remate.
Con mucha gente fuera de la provincia por las vacaciones, los precios de enero se consideraron flojos para los novillos comparados con las cotizaciones de diciembre pasado, aunque varios ganaderos consultados por El Semiárido coincidieron que esto es normal en cada comienzo de año y que los valores de febrero siempre fueron superiores a los de enero.
En febrero esperan un impacto positivo con el regreso de mucha gente a los grandes cetros de consumo y el comienzo de las clases en varias provincias, momento en que se registra una falta acentuada de hacienda liviana de calidad, cuya escasez termina arrastrando hacia arriba a todo el mercado, según los entendidos.