“El desafío urgente que tenemos es el de proteger nuestra casa común, y el futuro y bienestar de quienes la habitamos. Estamos frente a dos grandes desafíos ambientales, el desbalance hídrico de la Cuenca El Morro y la contaminación difusa”. La frase es del gobernador Alberto Rodríguez Saá, pronunciada hoy en su discurso de apertura de sesiones ordinarias del Parlamento puntano, y con esta advertencia de prioridad sintetizó lo que hará durante sus cuatro años de gestión para atenuar los efectos del cambio climático y controlar mejor el uso de agroquímicos en los campos.
Para la Cuenca El Morro fue decretada la “emergencia ambiental”, que contempla elevar la categoría de los bosques nativos de esa superficie superior a las 200.000 hectáreas, una estricta aplicación de la ley de conservación de suelos, exigencia de forestación a los productores y monitoreo permanente delas decenas de afluentes del Río Nuevo.
Para el segundo desafío ambiental modificará el decreto reglamentario de Ley de Agroquímicos generando un protocolo de aplicación y un sistema de control más exhaustivo de las aplicaciones en las cercanías de los poblados utilizando la tecnología disponible de manera de eliminar la posibilidad de contaminación que afecte potencialmente la salud de las personas: “se custodiará la aplicación razonable del glifosato”.
“El Río Nuevo es como un rectángulo irregular, de 20 kilómetros el lado menor y 60 kilómetros el mayor, que une Villa Mercedes, Justo Daract, llega hasta una zona de Córdoba y a la Cuenca del Morro. Por erosión, lluvia o viento, el lugar tiene una base de 15 o a veces 40 metros de arena; Villa Mercedes está sobre esa base de arena que termina en el Río Quinto. La Ribera ya no tiene esa base por eso ‘La Pedrera’ va a estar bien firme”, graficó el gobernador.
Por ello insistió la emergencia ambiental declarada implica la afectación a categorías de mayor protección la totalidad de los bosques Nnativos en la Cuenca del Morro y en su área de influencia, que abarca una superficie de 64.720 hectáreas.
Exigirán y controlán los planes de manejo de suelo, en el marco de lo consagrado en la Ley Provincial de Suelos y de acuerdo a las características topográficas del terreno: “El que no se adapte recibirá las sanciones establecidas por la norma”.
También exigirán a los productores de la zona la forestación de 7.750 hectáreas (5% de las 200.932 hectáreas afectadas por el desbalance hídrico ) menos el bosque nativo, lo que significa un total de 6.125.000 individuos a implantar, o sea, unos 1.225.000 árboles por año. Lo que da un número de alrededor de 12 árboles por persona.
Harán un monitoreo permanente de la evolución hídrica de la cuenca, tanto en cantidad como calidad del agua, para conocer detalladamente su funcionamiento y el impacto de las políticas a implementar.
Rodríguez Saá recordó que “eso era un bosque y las plantas chuparon el agua. ¿Qué hicimos? Gobierno, pueblos y productores desertificamos todo eso, por obra del hombre. Hoy es un desierto sin plantas”.
“El glifosato tiene la característica que quema otra planta que compita con la soja o aquellas llamadas transgénicas, ya nada absorbe el agua, no hay árboles y matamos los yuyos, expulsando la fauna. El glifosato genera además una capa ‘impermeable’, la conclusión no es mía es de la UNSL, el INTA, especialistas en obras, los especialistas, los más grandes de Argentina, lo que digo en criollo lo ha dicho la ciencia”, explicó el jefe de Estado.
“Cuando decimos el Río Nuevo hablamos de lo que fue el primero, hoy hablamos de los ríos nuevos que se formaron a partir de una implosión”, apuntó y luego siguió: “No podemos prohibir el uso del glifosato pero si podemos decir que cerca de los pueblos no, de villa mercedes no, de las zonas rurales, no. Lo que vamos a lograr ahora es la prohibición, salvo que se pruebe que no produce daño”, enfatizó.
“No están contaminadas las aguas con glifosato, hemos hecho las pruebas”, afirmó y dijo después: “El Gobierno está preocupado por la Cuenca, para salvaguardar Villa Mercedes. Son 1.200 metros cuadrados, en los meses de lluvia y sin soja se produce el desequilibrio. No quiero ser un oráculo pero se calcula que va a llover todo abril y por eso se está adelantando la cosecha de soja y se viene el momento crítico; recomendamos una segunda plantación para controlar el agua”.
FOTO: Agencia de Noticias San Luis
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