Los campos con ganadería de cría en los montes del Departamento Ayacucho incorporan cada vez más nuevas tecnologías para aumentar la producción de carne, como la siembra de buffel gras en las zonas más degradas, usando el sistema rolado selectivo. Sin embargo, el problema que trajo aparejado en algunos casos fue el despertar de un agresivo renoval de, según las zonas, churqui tala, lata y jarilla, de difícil manejo.

Sobre cómo enfrentar  este problema expuso el especialista del INTA San Luis Jorge Garay durante una jornada técnica desarrollada en el establecimiento La Lela, del productor Juan José Arossa, 20 kilómetros al oeste de Quines, organizada por INTA Quines, Sociedad Rural del Norte y Ministerio del Campo.

En ese establecimiento de 1.100 hectáreas dedicado a la cría bovina, padece un serio problema en algunos los lotes implantados con buffel, que en dos años se cubrió con churqui tala, un arbusto leñoso y espinoso parecido al árbol de tala, pero que no pasa del metro y medio de altura, según mostró el asesor agronómico del campo Raúl Castagno.

Garay advirtió que la invasión de especies leñosas aumenta los costos de la producción, ya que reduce la receptividad, impide el acceso a los lotes, lesiona a los animales, dificulta el maneo de la hacienda  y rompe la maquinaria: “Por sobrepastoreo, mal uso del fuego y la sobretala pueden aumentan la densidad y cobertura de árboles y arbustos, transformándose en dominantes”.

Si bien el objetivo del productor suele ser erradicar los renuevos de las pasturas, para el técnico  “lo más seguro es que en muchos casos se tenga que convivir” con ellos, manteniendo una población baja que no afecte la actividad productiva.

Para ello recomienda identificar a las especies y el área que ocupan, conocer su fenología y fisiología para detectar el momento de mayor debilidad para un posible tratamiento.

Entre los métodos de intervención que sugirió el especialista, se destaca el uso de rastras y arados de discos de hasta 10 toneladas para romper las yemas  que rebrotan de la base del tronco de los arbustos eliminados con el rolado previo.

También se puede aplicar un rolado selectivo de baja intensidad, que preserva los individuos arbóreos de tronco a la altura de pecho mayor a 15 centímetros y las especies arbustivas con más de 2 metros de altura. Sólo se rola lo que técnicamente se denomina el “sotobosque”.

El control químico de renovales, explicó Garay, depende de la susceptibilidad de las especies, dosis de aplicación, método y época de tratamiento: “Paa lograr mejores resultados, los herbicidas líquidos deben ser aplicados  cuando las condiciones para el crecimiento de la planta son óptimas para su absorción”.

Los productos evaluados por el INTA San Luis que pueden usarse con cierta eficiencia para el control de renovales son Aminopyralid, Aminopyralid más Fluroxypir, Dicamba, Glifosato, Picloran más Triclopyr, Picloran más 2,4-d, Triclopyr.

FOTO: INTA San Luis