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“El Río Nuevo no es un problema focalizado en Villa Mercedes y su solución debe ser integral”

Todo lo que tiene que venir no depende solamente del gobierno provincial. Eso es lo que piensa San Luis Agua respecto a cómo encarar una solución definitiva para superar los problemas que ocasiona hoy en la zona de Villa Mercedes el cauce del Rio Nuevo.

“Todos los especialistas y estudios realizados coinciden en que este no es un problema focalizado”, dijo a El Semiárido  el ingeniero civil y gerente General de San Luis Agua, Pablo Turelli, al advertir que si se rompe el canal que conduce parte del agua cerca de la ciudad de Villa Mercedes, como lo propone su municipalidad, pondría en riesgo aguas abajo las rutas nacionales 7 y 8, los poliductos de YPF,  la Quinta Brigada Aérea, la vía férrea que conecta con la Zona de Actividades Logísticas e impactaría negativamente sobre el Río Quinto.

Los estudios muestran primero que este es un fenómeno impredecible, que es un río en formación: “Recién estamos viendo el comienzo; los primeros indicios de aparición de este río son de hace cincuenta años, período que para un río equivale a un segundo en la vida de una persona”.

Las edades de la naturaleza tienen otra dimensión y por ello Turelli recalcó que todos los expertos coinciden también en que es un proceso que hay que acompañar porque está en formación y no tratar de dominar.

También hay coincidencia en que es un fenómeno natural  y que hubo acciones del hombre, como el uso del suelo, que aceleraron el fenómeno, sumado al cambio climático que trajo un aumento de las lluvias.

El profesional explicó que el proceso de formación actual genera erosiones en la cuenca alta y deposiciones en  la cuenca baja donde se encuentra la ciudad de Villa Mercedes, razón por la que adopta un comportamiento errático por el cambio permanente en el curso del río que generan esas deposiciones.

“El hecho de que sea nuevo este río nos genera complicaciones a la hora de definir obras con cierta seguridad. En el caso de las rutas nacionales 7 y 8, que son los principales obstáculos que encuentra el río, se proyectaron puentes con pocos datos y mucha incertidumbre, con el apuro y la presión natural de toda una ciudad aislada”, dijo Turelli.

Validad Nacional encaró las obras para los puentes, pero todos coinciden  en que el lecho quedó con una pendiente chica: “La solución de fondo debe ser integral, pensada a mediano y largo plazo. Hay medidas  a corto plazo que pueden formar parte de esa solución integral, pero son pocas y en la zona de Villa Mercedes, que son conducir rápidamente las aguas de manera controlada”.

Pero no dejan de ser integrales, advirtió el gerente General de la sociedad estatal: “No podemos pensar en sacar el agua de un casa y tirársela al vecino. La solución debe responder a un problema global, porque si no trasladamos el  problema de un lugar a otro”.

Explicó además que las obras inauguradas recientemente son trabajos para proteger obras de infraestructura  sobre vías de comunicación que exceden a la provincia y el municipio. Si se corta la ruta nacional 7 impacta comercialmente en gran parte del país, ya que se trata de una vía inter oceánica.

Por lo tanto las medidas que puedan adoptarse ya deben ser mitigantes, insistió Turelli, para atenuar los primeros impactos: “Seguirán habiendo sedimentaciones, porque eso no se puede controlar, pero si acompañar”.

En 2008 se hizo el último trabajo  intenso en la zona de Villa Mercedes, que resistieron por las pocas lluvias registradas durante los años siguientes, hasta 2014 cuando  un marcado aumento de las lluvias dejaron en evidencia  una falta de mantenimiento, que no era necesario hasta ese momento.

Desde febrero pasado se activó ese mantenimiento, acompañado de un monitoreo permanente que lo realiza un técnico de San Luis Agua, que diariamente toma los niveles en cada uno de los puentes, y no porque se quiera protegerlos, sino porque es un punto fijo , ya que el río tiene la particularidad de tener un “fondo móvil” que sube y baja según la deposición de sedimentos.

Cuando el nivel del fondo sube mucho, el agua desborda. Por eso el seguimiento del comportamiento de los sedimentos también permite prever acciones mitigatorias, como sacar a tiempo la tierra cuando comienza a acumularse para permitir que el agua siga su curso: “Hemos hablado con los vecinos que viven entre la ruta 7 y el río y están preocupados porque y se les inundó el campo y recibieron importantes volúmenes de sedimentación, y en la V Brigada Aérea también”.

Es un sector donde el canal se había achicado mucho y San Luis Agua lo ensanchó hasta una medida para recibir un caudal esperable, aunque es difícil magnificar qué es lo que puede venir por lo impredecible del fenómeno.

Turelli reveló además que en las zonas medias de la cuenca  del Río Nuevo hay otro fenómeno de formación de lagunas, que se llenan continuamente y revientan: “Todavía no hay un estudio concreto que nos diga cómo evitar que esas lagunas  exploten,  generalmente ocasionado por productores que le hacen una zanjita para drenarla”.

La propuesta del Municipio de Villa Mercedes, basado en un plan del INTA San Luis, no es otra cosa que la que dice San Luis Agua: la solución tiene que nacer de un plan integral: “El INTA lo que plantea  es cambiar la pendiente  y coincidimos en que la pendiente del canal es muy baja, genera sedimentación y eso  aumenta la probabilidad de desborde hacia el Bajo de la Salada, ubicado entre la Avenida de Circunvalación y ruta 8, que es un punto de drenaje de la ciudad de Villa Mercedes”.

Todavía está lejos de la ciudad, pero la amenaza más grande es que  no deje drenar  pluvialmente la ciudad cuando se llene: “Tampoco es que el río nuevo se irá encima de la ciudad, porque no es la línea de drenaje. Mantenerla en una línea que nos es su paleocauce  también es muy difícil porque siempre buscará  hacia el lugar donde naturalmente debe escurrir”.

Para ello surgieron varias ideas que incluyen un canal y puentes. Pero hay que ver dónde se hace, de qué tamaño, con qué pendiente, es un trabajo que tiene que contemplar todo. Hoy el Arroyo la Guardia está viniendo hacia el Río Nuevo por la ruta 8 desde Juan Jorba , cuando no debería ser así, opinó el funcionario.

Hay tres máquinas permanentes  de San Luis Agua sacando sedimentos del Río Nuevo, reforzando taludes, para evitar que se llene el Bajo de la Salada.

La propuesta del INTA es modificar la pendiente, con lo que San Luis Agua está de acuerdo y ellos también plantean de alguna manera que debe encararse una solución integral, que contemple por ejemplo, qué tipo de sedimentos arrastra y hacia dónde se van, es decir, hcia el Río Quinto y más allá: “No podemos dejar que todo caiga en el Río Quinto porque perderíamos la salida del Río Nuevo al elevarse el nivel por acumulación de sedimentos. Entonces ese nivel lo tenemos que cuidar, es muy delicado y frágil su equilibrio, que aún no llega porque está en formación”.

Turelli subrayó que si aumentan la velocidad del agua para garantizar su evacuación de una zona, repercutirá con desbordes aguas abajo generamdo impactos sobre el Río Quinto, que hoy no los tiene.

Sin embargo, la Municipalidad insiste con tomar medidas inmediatas, como romper el canal y que el agua escurra, cuando ese cauce atraviesa poliductos, las dos rutas nacionales y la V Brigada Aérea: “Con esto se soluciona el problema de Villa Mercedes, pero con riesgo de generar otro problema de contaminación con derivados del petróleo en el Río Quinto, además de poner en riesgo   las dos rutas nacionales, una de las cuales es bioceánica, y cortar la salida y entrada de cargas ferroviarias de la ZAL, por ejemplo”.

FOTO: Gabriela Puerto, Prensa San Luis Agua