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El norte de San Luis mostró su enorme potencial productivo durante una gira de estudiantes de Agronomía

Dos años después que la pandemia suspendiera las salidas a campo, la Cátedra de Horticultura de la Facultad de Ingeniería de Ciencias Agropecuarias (FICA) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) regresó al norte puntano con diez alumnos avanzados de Agronomía para visitar los sistemas productivos del corredor Quines –Candelaria.

La gira fue organizada por el presidente del Consorcio de Regantes Quines-Candelaria, Pedro Bidoggia, y el técnico de la Agencia de Extensión Rural del INTA Quines, Héctor Andrada, ambos respetados y experimentados ingenieros agrónomos de esa próspera zona, donde actualmente la papa es el cultivo hortícola más importante y la alfalfa lidera por lejos la producción de forrajes y cereales.

“Lo presencial no puede ser reemplazado”, dijo la ingeniera Agrónoma Patricia Bazán, de la Cátedra de Horticultura, al celebrar el regreso de los viajes de “complementación práctica”. La profesora llegó a Quines acompañada por el auxiliar de la Cátedra, Ing. Agr. Sergio Alejandro Luna, quienes guiaron a los estudiantes en esta rica experiencia.


El Semiárido cubrió el recorrido, donde el corredor productivo Quines-Candelaria asombra tanto por su evolución, como por el enorme potencial que muestra para crecer de manera exponencial. El Consorcio de Regantes gestiona el agua superficial para irrigar 4.500 hectáreas con producciones intensivas, que se suman a las más de 20 mil hectáreas de agricultura extensiva que se riegan con recursos hídricos subterráneos, que obtienen de la cuenca más grande de la provincia, equivalente a tres diques La Florida, según estimaciones oficiales.

Los alumnos y docentes fueron recibidos en la sede del Consorcio por el presidente del Concejo Deliberante de Quines, Richard Astudillo, y los anfitriones.

La gira incluyó la visita a un viñedo en transición hacia la producción orgánica; un lavadero de papas de una empresa con 600 hectáreas propias donde cultiva once variedades y que las vende en locales propios del Mercado Central de Buenos Aires; una plantación de 100 hectáreas de almendros que en su sexto año de vida promete una importante cosecha; cultivo de batata de un productor que provee a la firma Arcor de Villa Mercedes y que este año sumó a su producción más superficie con papa; producción de rosas de un horticultor que provee importantes cantidades de plantas a viveros de Mendoza, Buenos Aires y Salta, y visita a un predio ganadero donde practican un novedoso sistema de engorde bajo riego en alfalfa, con pastoreo directo.

 Vinos orgánicos

La primera parada fue en los viñedos de la Bodega Punta de los Venados, ubicada a escasos metros del límite con La Rioja, donde fueron recibidos por el encargado Juan Carlos González. Allí producen las variedades Bonarda, Syrah, Petit Verdot, Malbec y Cabernet Sauvignon.

En busca de un valor agregado más para abrir otro tipo de mercado, la explotación se encuentra en plena transición hacia la producción de vinos orgánicos. En sus 12,7 hectáreas implantadas en 2012 con clones de Mendoza y que producen bajo riego por goteo, ya comenzaron con el control mecánico de malezas.

En el mismo establecimiento funciona la bodega, donde también envasan los vinos con la marca Próceres Puntanos, que mayormente se venden en la ciudad de Rosario y algo en la Villa de Merlo.

La zona muestra también una excelente sanidad para este tipo de producciones, acompañada de una variabilidad climática que convierte a sectores específicos en muy atractivos para determinados cultivos.

Lavadero de papas

El 20 de noviembre próximo arranca la nueva emporada de lavado de papas en la empresa Parmentier SRL, cuya planta ubicada en el corazón de Candelaria fue recorrida por los estudiantes y docente de la FICA para conocer el proceso que realizan con sus cosechas propias logradas en 600 hectáreas también de la empresa.

Allí, el responsable de la planta, Pablo Borgono, explicó que lavan las once variedades de papas que producen y envasan bajo la marca “Agronatural” y que comercializan directamente en el Mercado Central de Buenos Aires a través de cuatro puestos propios.

Durante la visita, se pudieron observar intensos movimientos para descargar de camiones los bolsones con 600 kilos con semilla, que se guardan en grandes cámaras de frío hasta la próxima siembra que arranca el 12 de febrero. La semilla que utilizan proviene de Balcarce y está certificada.

La planta posee cuatro enormes cámaras, cada una con capacidad para almacenar 800 bines de 600 kilos a cada uno.

En el lavadero trabajan 25 personas y 50 en la plantación, donde realizan dos campañas por año.

“La papa de semilla se guarda en las cámaras a 3-4 grados, con 80% de humedad que la determina la papa, ya que los depósitos sólo controlan temperatura; solemos mojar abajo para generar humedad también, porque mientras más alta mejor; la papa de consumo se guarda en las mismas cámaras, pero a 8 grados”, explicó Borgono.

La profesora Bazán advirtió allí a sus alumnos: “A menos temperatura no se puede guardar la papa porque se cristaliza el almidón y después no sirve”.

El centro del predio lo ocupa una lavadora de grandes dimensiones, que lava la papa con agua a gran presión y separa las más chicas, que se guardarán para semilla, mientras que seis personas clasifican y sacan las que no sirven para la bolsa de primera y la envasan con otra de segunda marca. Antes, pasan por un túnel de secado con aire caliente.

La expansión de los almendros

Las primeras cien hectáreas de almendros que la firma Agrozira SA plantó hace seis años cerca de Candelaria promete una generosa cosecha, según pudo observarse en la gira de estudiantes. Oscar Jara, el encargado del establecimiento, comentó que el propietario Juan Herrera, de origen español, proyecta llegar a las 1.500 hectáreas con este fruto seco y anexarle pistacho y nogal.

“Tenemos dos variedades, Penta y Guara, repartidas en 64 y 36 hectáreas; el año pasado sacamos 200 kilos por hectárea y tiene que llegar a los 1.500 kilos para que el proyecto ande; la cosecha la hicimos a mano con 60 personas y logramos 1.500 kilos en total, que ya están vendidas en Córdoba y que se entregarán una vez que sean peladas en una planta de Mendoza”, según detalló Jara.

El proyecto incluye una planta de procesamiento de almendras para obtener aceites, harinas y cremas.

Para la cosecha de este año contratarán una cosechadora con sistema de paraguas.

Batata de alta calidad

La delegación de docentes y alumnos de la FICA llegó en el momento adecuado para observar la plantación de batata en el paraje San Miguel. Allí la firma Raffaelle Digianantonio produce desde hace 25 años exclusivamente para la planta que Arcor posee en la ciudad de Villa Mercedes.

Horacio Bustos, encargado del establecimiento de 20 hectáreas, detalló que le rinden 50 mil kilos por hectárea de la variedad Arapey

Este año sumó la producción de papa Spunta, que sembró en julio y comenzó a cosechar con un apreciable rinde de 1.700 bolsas de 20 kilos por hectárea y en el momento justo para obtener precio antes que salga al mercado la papa de Balcarce.

Un prolijo y detallado movimiento de suelo le permite regar con eficiencia cada siete días. Los almácigos se comienzan a preparar en julio para empezar con el trasplante en octubre.

Pastoreo directo en alfalfa bajo riego

La superficie cultivada con alfalfa creció fuerte en los últimos años en el corredor Quines-Candelaria.

Hace cinco años que la empresa ganadera Roble Viejo S.A. se radicó en la zona y empezaron con recría bovina bajo riego en alfalfa, con pastoreo directo. Juan Cobo, encargado del establecimiento explicó que una parte de la alfalfa que producen la destina para consumo animal y otra se convierte en rollos y fardos.

“El manejo del pasto es muy sencillo, hay que darle riego porque lo único de te pide es agua; el primer año hay que darle dos riegos entre cote y corte; este año vamos a superar los ocho cortes, poque lo que espero para secar el pasto para hacer rollo o fardo, lo hago comer con los animales”, según detalló.

La alfalfa del establecimiento fue implantada hace casi cinco años con destino a rollos y fardos, pero hace dos años incorporaron la recría bovina intensiva.

“Sacamos el ternero de los campos de cría con un destete precoz, los traemos acá y después lo enviamos al feedlot para terminación, ubicado en Dónovan, de Menchor. Tenemos hacienda en La Horqueta, sobre la ruta nacional 146, y en La Paz (Mendoza)”, señaló Cobo.

Detalló que de este establecimiento sacan anualmente unos 800 terneros, que proveen de rodeos con un índice de preñez del 75 al 80%, una marca que la considera muy buena ya que se trata de campos naturales.

Los animales entran con cuatro meses y medio de edad y un peso de 100 a 110 kilos, con un destete precoz, ya que provienen de campos marginales y hay que cuidar la vaca. En los corrales de Candelaria permanecen unos cuatro meses y medio y se van para engorde con 250 kilos.

A la parcela que ya tienen previsto con boyero eléctrico que harán pastorear ese día se le aplica un producto anti empaste, cuyo efecto en el rumen del ternero dura unas 24 horas.

Rosas para todo el país

El corredor Quines-Candelaria también resalta por su tradición rosera, que se remonta a los ’70, cuando una familia italiana se radicó en la zona con un emprendimiento de producción de rosas que años después se paró. Pero dejaron a muchas personas muy entrenadas con el oficio de injertar, que se transmitió hasta hoy.

La gira de estudiantes incluyó una visita al colorido campo de Demetrio Cáceres, donde produce rosas y hortalizas. Prolijamente ordenadas por sucos, hoy tiene unas sesenta variedades. En el mismo predio se produce el pie y luego se injerta y se deja pasar un año hasta que quede lista para su venta.

Demetrio comentó que en la temporada de injertos llega a hacer unos 700 por día, aunque aclaró que su nieto adquirió tal destreza que ya supera los dos mil diarios.

El productor produce anualmente más de 18 mil plantas, que las vende entre mayo y junio a viveros de Mendoza, Buenos Aires y Salta.

“Yo solo me dedico a producir y el resto de la familia se encarga de la comercialización, entrega y distribución; diariamente me ayuda mi hija que el año pasado se recibió de técnica agrónoma en la escuela agraria de San Miguel y que está interesada en seguir la carrera universitaria de Ingeniería Agronómica”, comentó.

En otro sector, Cáceres produce hortalizas y este año le dedicó un importante espacio al melón Filadelfia y a los tomates perita.

Héctor Andrada

“Lo que planificamos junto con el Consorcio de Riego fue recorrer el corredor productivo Quines-Candelaria y mostrar su potencial, sus aptitudes del ambiente y destacar la importancia de los productores en el desarrollo regional”, explicó Andrada, del INTA Quines.

Dijo que en esta gira se mostró una pata productiva, una tecnológica y otra social: “Fue una jornada muy positiva y esperamos que los chicos hayan podido asimilar todo lo que propusimos con los sistemas productivos, como los viñedos, el lavadero de papas, producción de almendros, cultivo de papa y batata, los productores de rosas y el sistema de pastoreo directo en alfalfa”.

Sin dudas que hay cosas para mejorar, aclaró Andrada, pero destacó que lo importante es que en el norte hay gestión, desarrollo y un camino transitado que es del conocimiento, relacionamiento, del apoyo a los productores y a las instituciones, que en esta visita quedó a la vista.

“Las potencialidades están. La región tiene las puertas abiertas, pero hay que recibir a los que vienen, tanto a la parte privada como a la pública y trabajar en ese mismo sentido para continuar mostrando las potencialidades que tiene el norte”, indicó.

Consideró que a los chicos les llamó la atención la posibilidad de hacer dos cultivos de papas al año, pero agregó que hay una posibilidad mayor todavía, que es de “relacionarnos con la zona productiva” de Los Cerrillos y San Vicente cerca de Villa Dolores con una ruta de 45 kilómetros de asfalto, donde no solo fluya la parte tecnológica, sino también la social y que esta zona de Candelaria tan productiva pueda realmente despegar, ya que se encuentra dentro de la cuarta zona más importante de papa de la Argentina.

“Ni hablemos de si se consiguen más mercados para la producción de batatas, porque estamos hablando de mercados que son locales. Si en los niveles que les toca se gestiona y hay demanda de ese cultivo y eso los productores lo saben y hay capacidades manifiestas y productivas que hacen que esas oportunidades se puedan aprovechar”, dijo con entusiasmo.

Para Andrada, hoy los sistemas productivos están trabajando y las oportunidades hay que salir a buscarlas, pero también hay que apoyar desde la parte pública para que esas oportunidades lleguen a los productores.

“La parte política es clave. Las potencialidades productivas están. Queremos que realmente que el norte de la provincia de San Luis sea el ente productivo, hay que apoyarlo en ese sentido con políticas y eso es gestión, es organización de los productores, es facilitar y gestionar nuevos mercados, créditos a la producción”, aseguró e insistió en considerar que lo más importante que “seguimos teniendo son los productores, que es socialmente el motor productivo para el norte provincial”.

Pedro Bidoggia

Para el presidente del Consorcio de Regantes, fue muy interesante haber recibido estos estudiantes y que vengan a conocer un área bajo riego del norte, que no hay en otra parte de la provincia con el empuje y desarrollo que tiene esta zona con el agua superficial, acompañada por todos los emprendimientos que se suman con el uso de agua subterránea.

“Buscamos difundir la zona, que los chicos conozcan los cultivos que se hacen aquí y que se conoce poco que se hacen en la provincia y además llevarse un montón de inquietudes sobre aspectos sanitarios, por ejemplo, como también conocer la gestión de los recursos por parte de los mismos usuarios, en la que siempre deberíamos intervenir y no desligarnos y desinteresarnos del manejo de los recursos naturales”, explicó.

Bidoggia destacó que la zona tiene un potencial en cuanto al clima y al suelo, a lo que se suma “la bendición” del agua superficial y subterránea que permite que esto sea  un polo de desarrollo productivo en la provincia.

Patricia Bazán

La docente de la Cátedra de Horticultura Ing. Agr. Patricia Bazán, valoró que “como siempre, con la buena predisposición de todas las personas que conocemos en esta zona, los estudiantes se llevan la realidad productiva de nuestra provincia, que si bien no es una provincia que sea productora frutihortícola, pero es una provincia emergente que cada vez está teniendo mucha calidad en lo que produce, aunque falta lograr mucho más volumen ya que no podemos autoabastecernos. Sí estamos teniendo lo que se produce de excelente calidad”.

La profesional celebró contar con esta posibilidad de visitar el Consorcio de Regantes y ver la optimización del uso de agua, más el INTA, que es una Agencia que “siempre está muy predispuesta a ayudarnos a recorrer la zona, a que los alumnos lleven este contacto con los productores, con la realidad y que vean y aprendan en el campo”.

“El alumno que ve un cultivo y tiene contacto con el productor y con la realidad, no se lo olvida más. Lamentablemente hace dos años que estamos pasando por esta pandemia que nos ha llevado a una educación virtual, pero realmente lo presencial no puede ser reemplazado y si queremos que nuestros futuros agrónomos tengan una muy buena calidad como profesional, como vienen siendo, necesitan estos viajes de complementación práctica”, recalcó la ingeniera Bazán.

Sergio Alejandro Luna

“Los chicos nos comentaban que no conocían el cultivo de papa ni de batata y eso fue una experiencia muy enriquecedora la que se llevan. El día que les toque hablar de papa sabrán qué características tiene en la zona, al igual que con la bata sabrán defenderse”, destacó el auxiliar de Horticultura Ing. Agr. Sergio Alejandro Luna.

María Sol Lorenzo

María Sol es estudiante de 4° año de Agronomía en la FICA y comentó qué le dejaron estas visitas de complementación técnica: “No conocíamos las grandes producciones que se desarrollan en el norte de la provincia. Fue una muy linda experiencia. No sabíamos de los establecimientos de batata y papa, igual que el viñedo cerca del límite de con La Rioja. Vimos cómo los productores cada día luchan para para poder obtener mejores rendimientos y superarse año a año y eso muy gratificante”.

En cuanto a los aprendido en lo agronómico, indicó que “nos llevamos un montón de experiencias, en especial que las condiciones climáticas permiten que en el norte haya dos cosechas al año de papa, al igual que campo de alfalfa que visitamos, donde nos sorprendieron los rendimientos muy superiores a los que habitualmente vemos, por ejemplo, en la zona de Villa Mercedes”.

María Sol explicó que después de una salida a campo como ésta, “lo charlamos en la clase y buscamos seguir sacándole provecho y sirve un montón para el crecimiento personal de cada uno de nosotros, porque de todas estas experiencias vas sumando conocimiento hasta formar opinión sobre cosas que no conocías”.