Una multitud calculada en las cuatro mil personas, entre campesinos, indígenas, cooperativistas y representantes gremiales participaron los días 7 y 8 de mayo del primer Foro Agrario y Popular en el microestadio de Ferro, ciudad de Buenos Aires, organizado por el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). El denominador común del encuentro fue la situación que atraviesan pequeños productores de todo el país en medio de la crisis de las economías regionales.
“Se trata de un evento histórico impulsado por la rama rural del MTE-CTEP junto a decenas de organizaciones que representan a los trabajadores de la agricultura familiar”, expresaron desde la organización del evento, que además contó con la presencia de funcionarios de gobierno y dirigentes políticos de Venezuela, Brasil, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
“Discutimos y elaboramos un proyecto de corto, mediano y largo plazo para tratar de seguir produciendo en un contexto político y económico que nos lleva a la extinción”, explicaron desde el MTE al finalizar la primera jornada del encuentro.
“Este foro se viene construyendo hace más de un año porque el sector está fuertemente afectado por las políticas del gobierno de Mauricio Macri. El último censo agropecuario realizado en 2018 arrojó una cifra de más de 100 mil establecimientos agropecuarios que cerraron sus puertas en la Argentina”, advirtió Lautaro Leveratto, referente del MTE.
El encuentro contó con 23 comisiones de trabajo y debate, entre las que se destacaron: Comercio Exterior, Educación, Ciencia y Tecnología, Mercado Interno, Modelo Productivo, Perspectiva de Género en el Campo, Rol del Estado, Semillas, Tierra como territorio y hábitat, Agua, Carnes, Cereales, Horticultura, Lechería, Mar, Pesca y Pueblos Originarios, entre otras.
Leveratto también destacó la unión de más de cien organizaciones de pequeños agricultores y pueblos originarios “para construir un Programa Agrario Soberano y Popular para generar las políticas públicas que necesita el país para desarrollar el sector”.
Por otro lado, sostuvo que el programa consensuado era estratégico para la sociedad en general, ya que las y los agricultores familiares son quienes producen los alimentos frescos que se consumen cotidianamente, pero que por la difícil situación que atraviesa el sector “van a seguir desapareciendo”, alertaron.
Entre las principales propuestas para salir de la crisis del sector, los convocantes generaron iniciativas para el sector ganadero, caprino, hortícola, de cereales y para la comercialización de los productos en el marco de la soberanía alimentaria.
“Estamos discutiendo qué políticas necesitamos que el Estado lleve adelante para garantizar la producción de alimentos en la Argentina, el arraigo rural, la calidad de vida digna para los productores y un modelo productivo sustentable”, concluyó Leveratto.
En los próximos días daremos a conocer algunas de las conclusiones a las que se han arribado en este acontecimiento que representa a una considerable porción de los productores agropecuarios del país.
