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Coprosa San Luis estrecha filas contra el proyecto de ley que otorga poderes al Senasa

La preocupación alcanzó otras dimensiones e hizo estrechar filas para resistir lo que consideran una grave amenaza a la autonomía regional. La Comisión Provincial de Sanidad Animal (Corposa) expresó un tajante rechazo al proyecto de ley con media sanción del Senado que otorga amplios poderes al Senasa, que le permitiría tomar el control de los 19 centros ganaderos de San Luis y poder manejar la caja de cada uno de ellos, ya que será el encargado de fijar el valor arancelario

El pronunciamiento del organismo puntano, al que tuvo acceso El Semiárido, está inspirado en el primer artículo del proyecto del gobierno nacional, que declara “de interés nacional la sanidad de los animales y los vegetales, así como la prevención, el control y la erradicación de las enfermedades”.

Ese postulado, dice la Coprosa, ya se encuentra implícitamente contenido en la Ley Nº 23899/90 que crea el Servicio Nacional de Sanidad Animal.

Advierte sin embargo que a pesar del espíritu multisectorial que acompañó la redacción de esa ley,  que fue  motor del accionar de los entes sanitarios, quienes  a través de las Coposas  se hicieron responsables de la campaña antiaftosa en Argentina, ha  mostrado cambios a lo largo del tiempo: “Mediante decreto 1585/96 y el actual proyecto de Ley, se manifiesta una clara intencionalidad del Senasa de ampliar sus atribuciones en detrimento de los restantes actores necesarios en las acciones sanitarias representados en  las Coprosas, donde participan los entes sanitarios, representantes del Senasa, de entidades gremiales y lógicamente representantes de los gobiernos provinciales, entre otros”.

La Coprosa San Luis es el segundo ente que se pronuncia en contra de esta iniciativa, cuyo tratamiento para darle sanción definitiva es inminente. El primero en hacerlo fue la Sociedad Rural Río Quinto, con sede en Villa, Mercedes, que envió una cata a cada uno de los diputados nacionales por San Luis con los fundamentos para que rechacen el proyecto.

Más sospechas que certezas

“No se comprende cómo proyectos de ley de tanto impacto en las estructuras operativas actuales, no han sido puestos a discusión y consideración de las Coprosas, más aun cuando estas han mostrado celeridad y responsabilidad en expresarse cada vez que han sido convocadas”, se quejó la comisión de sanidad animal de San Luis.

El fuerte cambio que impulsa el gobierno nacional ha despertado, al menos en San Luis, más sospechas que certezas, porque entre sus objetivos plantea modificar el organigrama y “flujograma” establecido entre Senasa, Coprosa y entes: “¿Cuál es el motivo de dicho cambio? ¿Se debe interpretar que la operatividad y modo de ejecución de los participantes no era el adecuado? ¿Se debe considerar que la futura apuesta de mayor intervención del SENASA sería lo adecuado?”.

Otros de los temores es que los centros ganaderos perderían el control, total de sus cajas, según advierte el pronunciamiento de la Coprosa San Luis: “¿Qué significa controlar los aranceles de los entes? ¿Debe interpretarse que antes no eran controlados o mal controlados?”

Dice por ello que los productores aglutinados en cada uno de los entes sanitarios, se constituyen en los primeros veedores y auditores de los valores arancelarios, ya que de manera directa sostienen la estructura  con sus aportes e indirectamente, son los primeros interesados en que sean ejecutados correctamente, no solo por administración adecuada de sus recursos financieros sino porque el resultado del buen funcionamiento debe impactar en la sanidad acorde a los productos y subproductos ganaderos.

Insistió en que en la provincia de San Luis y seguramente en las restantes provincias del país, a juzgar por los resultados evidentes,  la conformación y funcionamiento de los entes y en consecuencia de la Coprosa “ha sido y sigue siendo el adecuado”.

Según recordó, desde la creación de los entes, nacidos no de manera aleatoria, sino con estudio y consenso de los involucrados, se establecieron en diferentes regiones provinciales acorde a las necesidades geográficas, de infraestructura, de recursos y de productores involucrados.

De manera inmediata y participativa, con un rol preponderante de los entes sanitarios, fue implementado el  Plan Nacional de Lucha contra la Fiebre Aftosa, en el cual las coprosas desempeñaron roles que antes le cabían a Senasa: “Hoy, los entes sanitarios continúan siendo los vigías de este plan”.

Los recursos financieros, tanto el presupuesto  como la administración de esos entes siempre estuvieron a disposición del Senasa, detalló y recordó que en la Coprosa se discuten aranceles generales y no se han planteado en estos últimos años irregularidades significativas: “Senasa no ha informado acerca de irregularidades operativas ni de administración que conste en actas de los últimos años. No obstante, de ocurrir algún inconveniente, debería ser informado en el ámbito de la Coprosa”.

Una autonomía regional amenazada

El pronunciamiento avanza en cuestiones más profundas y sensibles para San Luis, ya que recordó que con la autonomía regional que le cabe a la Coprosa, en los últimos años, se han elevado proyectos e iniciativas sanitarias al Senasa, en lo que consideraron un foro de trabajo comprometido con la sanidad animal. En ese mismo ámbito, se han estudiado y discutido planes y proyectos nacionales de acuerdo a la factibilidad regional.

Opinó que la atribución del Senasa de poder realizar convenios con diferentes instituciones para llevar adelante acciones sanitarias en un acuerdo con los restantes miembros de la Coprosa, como lo dice el proyecto de ley, aportará nuevos enfoques y permitirá accionar en aspectos relacionados con los acuerdos.

Sin embargo, advirtió que cuando estos convenios resultan de una decisión unilateral e impuesta por el Senasa, cabe la posibilidad de ser usado arbitrariamente presionando a los entes u otras instituciones: “No cabe la menor duda que cercenar esta autonomía regional (a través del control directo del Senasa en el funcionamiento y arancelamiento de los entes)  no se encamina en modo alguno a su mejoramiento, por el contrario, se vulneran derechos adquiridos y se reduce la capacidad de enriquecer los planes a futuro con pensamientos multisectoriales y regionales”.