El presidente de la Confederación Rural de San Luis, Alejandro Casale, opinó que las retenciones complican al productor a nivel nacional y remarcó que en el sector “hay mucha incertidumbre, porque el productor siembra cada año sin saber qué cosechará, cómo y cuánto le pagarán, convirtiendo a la actividad en una situación de timba constante”.
El dirigente habló en la apertura de la asamblea de productores celebrada el viernes y convocada por la Sociedad Rural de San Luis, cuya mesa también encabezó el presidente de la entidad anfitriona, Guillermo Pagano, y el vicepresidente primero de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Gabriel De Raedemaeker.
Casale habló, además, de las reglas con las que deben producir: “Hace años estamos ante gobiernos que te cambian la bocha de un año para otro; hay inseguridad jurídica todo el tiempo”.
En cuanto al desdoblamiento cambiario, recalcó que el productor cobra una soja con un dólar a $60, mientras que en la campaña siguiente tendrá que sembrar comprando insumos con un dólar a $82. “Esto mata igual que las retenciones”, sentenció.
Para el productor de Justo Daract y presidente de la confederación rural puntana, San Luis ya se convirtió en una “provincia marginal, porque venimos de un año de sequía y arrastrando tres años de malas cosechas y los sectores ganaderos se encuentran con poco paso por lluvias escasas, a lo que hay que sumarle la presión impositiva provincial que este año tuvo un aumento del 61% y municipal hasta un $600”.
El joven dirigente insistió en varias intervenciones durante la asamblea que el productor en la provincia “ya no soporta más y es hora de que metamos presión; los productores tenemos que estar firmes fortaleciendo a las entidades y no ir contra el gobierno, sino diciéndole que estamos mal y buscarle la vuelta para producir más para que haya más empleo y que se deje laburar más tranquilamente, tratando que la economía vaya para adelante y que haya un desarrollo económico y social normal”.