Una demanda colectiva avanza en Canadá contra la empresa Monsanto, adquirida por Bayer. Plantea novedades respecto a los juicios en EE.UU, ya que incluye a la empresa fantasma que escribió papers truchos; amplía la gama de enfermedades producidas por Roundup; e insta a Monsanto a llevar adelante un programa de salud para el monitoreo, diagnóstico y tratamiento de las personas enfermas por usar el producto. Las historias detrás de un litigio por 500 millones de dólares, y el debate sobre un modelo tóxico que empieza a ser juzgado en todo el mundo.
Los problemas legales para Bayer por su producto Roundup lejos de terminar, se multiplican. En Canadá un estudio de abogados presentó tres demandas colectivas por 500 millones de dólares contra Monsanto y su nuevo dueño, Bayer.
Las demandas incluyen además un nuevo acusado: INTERTEK, la consultora que los Papeles de Monsanto desnudó trabajó para publicar papers falsos escritos por Monsanto pero que fueron presentados como literatura científica independiente para interferir sobre las agencias regulatorias.
La firma de abogados canadiense Diamond&Diamond realizó una conferencia de prensa el pasado 20 de noviembre y anunció que ya son más de 70 las personas que integran la acción colectiva aunque calculan el número se ampliará significativamente. Como sucedió en Estados Unidos donde las 1.100 demandas existentes en los tiempos de la adquisición de Monsanto por parte de Bayer treparon a 42.700. Bayer AG, en su último reporte trimestral ante los accionistas comunicó esa cifra y confirmó que enfrentaban casos en Canadá, aunque mencionó solo 9 casos.
Los demandantes de la nueva acción colectiva sufren diversos tipos de cáncer que alegan fueron producidos por el herbicida más usado en Argentina: el Roundup. La particularidad de estas demandas es que no solo se concentran en un tipo de cáncer – Linfoma No Hodgkin- como venía sucediendo en EEUU, sino que amplían a otro tipo de cánceres: gástrico, de mama, pulmonares, cerebro, leucemia, próstata y células renales, entre otros.
La presentación judicial tiene similares acusaciones a las realizadas en EEUU – donde Monsanto recibió tres condenas-. Apunta a que la empresa sabía del daño cancerígeno del Roundup, no protegió a los usuarios al ocultar esa información e interfirió en el desarrollo científico para evitar se conozca esa peligrosidad.
¿Qué alegan los demandantes?
Los demandantes aseguran que los acusados colocaron negligentemente Roundup en el circuito comercial de Canadá; ocultaron los riesgos de cáncer y otros riesgos para la salud, incluso mediante la «escritura fantasma» secreta de artículos de revistas científicas proporcionados al Ministerio de Salud de Canadá; testearon negligentemente Roundup y actuaron con desprecio temerario por la seguridad de los canadienses; proporcionaron estudios sobre Roundup a las autoridades reguladoras en relación con la seguridad que fueron falsificados, engañosos, ocultaron información crucial y dónde fueron manipulados los grupos de control; los acusados »escribieron de forma fantasma» estudios que aseguraban la seguridad de Roundup para obtener la nueva aprobación de las autoridades regulatorias en Canadá; los acusados no advirtieron sobre el riesgo y no proporcionaron advertencias adecuadas sobre el uso del producto.
Mucho más que dinero
Las demandas en Canadá tienen varias particularidades. La inclusión de los tipos de cánceres detallados anteriormente – hasta ahora no presentados en los Estados Unidos-; pedidos de los demandantes que van más allá de la compensación económica por daños reclamando más que dinero, por ejemplo que Monsanto y las demás empresas demandadas se hagan cargo de llevar adelante un programa de salud para el monitoreo, diagnóstico y tratamiento de las personas enfermas por usar Roundup; y la incorporación de un nuevo acusado: INTERTEK la consultora que ayudó a Monsanto a plantar papers basura que permiten aún hoy que el glifosato siga siendo aprobado basado en esos trabajos.
El texto judicial presentado en Canadá alega que Monsanto contrató a INTERTEK para confundir a la opinión pública y al Ministerio de Salud con alegaciones falsas de inocuidad. Esa interferencia en la autoridad regulatoria permitió que el Roundup fuera aprobado hasta 2032 exponiendo a la ciudadanía a los peligros cancerígenos del herbicida.
Decenas de mails internos de Monsanto, publicados el 1º de agosto por los abogados de los demandantes en EEUU contra la compañía, revelan cómo Monsanto trabajó con INTERTEK para inducir a la revista científica “CriticalReviews in Toxicology” a publicar una revisión supuestamente “independiente” acerca de los efectos del Roundup sobre la salud. La revisión, publicada junto con cuatro sub-papers en un suplemento especial de septiembre de 2016, tuvo como objetivo refutar la evaluación de 2015 de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) que clasificó al glifosato como cancerígeno probable.
Los detalles de los casos presentados
-Las personas que lideran el pedido en BC (Columbia Británica) son:
Barry W. Miller de 76 años de edad. Un productor que usó Roundup en sus granjas de BC y Alberta. Fue diagnosticado con leucemia en enero de 2019.
Genevieve Duncan de 78 años. Tiene cáncer de pulmón y LNH. Junto a su marido trabajaban en el mantenimiento de una cancha de golf usando por años Roundup.
Thomas Penner, de 35 años de edad. Fue diagnosticado de Linfoma No Hodking a los 30 años. Se encuentra en remisión. Es productor y trabaja en la granja familiar donde se usaba Roundup.
BarbaraSmolnicki de 68 años de edad. Trabajo en Home & Garden RONA por 18 años, donde fue expuesta a Roundup. Fue diagnosticada de Linfoma No Hodking,
Todos los demandantes, aclaran los escritos judiciales, utilizaron el producto según las especificaciones de Monsanto.
Por Anabel Pomar – La Vaca