Las plantaron en septiembre del año pasado y en tres años entrarán en producción. Más de 2.300 almendros distribuidos en siete hectáreas crecen en el paraje La Florida, pegado a la localidad de Quines, 130 kilómetros al norte de San Luis capital, donde una inversión familiar apuesta a esta cotizada fruta seca, cuya demanda en Argentina está muy lejos de quedar satisfecha.
Bajo la dirección técnica del especialista Alfredo Cartellone, en el establecimiento San Carlos realizaron estudios de clima y suelo y resolvieron jugarse con las almendras, según contó a El Semiárido Lucas Angelli, un integrante de la familia y responsable de la plantación, que vive en Quines desde hace algunos años y donde se desempeña como jerárquico en una importante empresa agropecuaria del norte puntano.
Los Angelli son de Sampacho, en la provincia de Córdoba, pasando el límite después de Villa Mercedes. Allí realizan producción agropecuaria desde siempre y la decisión final por echar raíces en el prometedor norte de San Luis, vino por los beneficios que ofrece la ley provincial de promoción frutícola, que contempla el reintegro de hasta el 80 por ciento de lo invertido, a otorgar a los dos años de logrado el monte frutal.
Para observar la marca de este emprendimiento promocionado por esa ley, fue que el lunes pasado lo visitó el gobernador Claudio Poggi. Allí fue recibido por los hermanos Lucas y Walter Angelli y sus esposas, quienes le anunciaron que invertirán en este invierno en otras siete hectáreas más con almendros por la excelente respuesta que tiene con la primera plantada.
El recorrido oficial incluyó la visita a un ensayo con nogales y el cultivo de zapallitos Anco y melones ente las hileras de los almendros, para aprovechar una superficie que estará utilizable hasta que los frutales entren en producción comercial.
El emprendimiento abarca más de 2.300 almendros distribuidos en siete hectáreas crecen en el paraje La Florida, pegado a la localidad de Quines.
En un breve contacto con periodistas, Poggi aludió las políticas públicas que estimulan estas inversiones: “Este emprendimiento está adherido a una ley muy agresiva que tenemos, como la promoción frutícola; es una legislación que hará desarrollar esta actividad en estas tierras maravillosas del norte de San Luis y en especial en el corredor Quines-Candelaria por su gran diversidad productiva que registra hoy”.
Lucas está al frente de este campo de 25 hectáreas, que por ahora mantiene el riego por goteo con agua que le llega por canal desde el Dique La Huertita hasta que hagan una perforación en el mismo predio: “Tanto nuestro asesor como la gente que visitó la plantación coinciden en ver un muy buen desarrollo de la plantas; creemos que esta producción andará muy bien teniendo en cuenta el fuerte desarrollo y la excelente sanidad que muestra la plantación”.
El plan de los Angelli es sumar siete hectáreas cada año mientras observan las nuevas variedades que están probando en otros establecimientos importantes del Departamento Ayacucho. Hoy tienen implantadas Guara y Felicia, dos tipos ya probados con éxito en la zona.
Por qué eligieron almendras, le preguntó El Semiárido: “Vimos que esta fruta seca no requiere demasiados manejos, como ocurre con las frutas frescas, como el durazno por ejemplo; el almendro te permite guardar su producto final sin que se altere para especular con los precios del mercado, incluso el gobierno de San Luis tiene en Sol Puntano una peladora que brinda servicios a terceros, con lo que estaríamos sumándole mucho valor”.
En las conversaciones informales con los productores se habló también del fraccionamiento de este tipo de productos, que además generan más empleo. Fue el tema sobre el que además opinaron animadamente el vicegobernador Jorge Díaz; el ministro de Campo, Gonzalo Amondaraín, los intendentes de Quines, Julio Gómez, y de Candelaria, Fernando Casas; el presidente del Consorcio de Riego de la zona, entre otros productores y funcionarios.