El Centro de Información de Actividades Porcinas (CIAP) advirtió que se está comercializando carne de cerdo importada que “se descongela y vende como carne fresca”, lo cual conlleva un grave riesgo para la salud debido a que se rompe con la cadena de frío que requiere este tipo de alimentos que debe ser siempre de -18ºC hasta el momento de su venta al público, según el Código Alimentario Argentino.
La información está contenida en el boletín semanal que emite esa entidad, el CIAP. Reproduce un parte de prensa emitido la semana pasada por la Sociedad Rural de Junín, provincia de Buenos Aires.
En abril pasado, el gobierno nacional permitió el ingreso de carne porcina de los Estados Unidos después de 26 años tras el cierre por causas sanitarias, aunque el principal proveedor es Brasil. La Mesa Nacional de Producción Porcina solicitó al Gobierno nacional restringir la importación de carne de cerdo por 180 días por el contexto internacional.
La entidad explicó que «la carne de cerdo tiene menos tiempo útil que la carne vacuna y la aviar, razón por la cual, todas las transacciones internacionales se hacen mediante la modalidad de congelado».
La Ley 18.284 del Código Alimentario Argentino en su Artículo 162 dice «El transporte de estos productos se efectuará en vehículos provistos con equipos necesarios para mantener la temperatura indicada en el párrafo anterior (-18ºC), condición que también deberán cumplir las conservadoras o neveras de venta al público. Esta última frase remarcada aclara perfectamente que el producto debe seguir congelado hasta el momento de la venta», advirtió la SRJ.
Además, aclara en que la etiqueta debe decir en letra clara y visible, la fecha de elaboración y el país de origen. «Obviamente eso no se cumple poniendo en riesgo la salud de los consumidores y engañándolos al vender un producto congelado como fresco», alertó la entidad.
«Informemos a todos, para que la interpretación sea a favor del consumidor, en defensa de la producción nacional de Carne de Cerdo Fresca y en contra de la competencia desleal, no dejando descongelar la carne porcina importada para venderla como fresca», concluye la Sociedad Rural de Junín.
En abril pasado, Argentina habilitó la importación de carne de cerdo desde EE.UU tras 26 años de prohibición por cuestiones sanitarias. La reapertura comenzó a gestarse con la visita del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, en agosto de 2017 y fue anunciada por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos.
El entonces ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, dijo que el impacto sería mínimo en el sector ya que se trata de un negocio de US$ 10 millones anuales.
Sin embargo, el presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP), Juan Uccelli denunció en ese momento que la carne de cerdo de USA provocaría «un desastre para la producción nacional. De 4600 establecimientos que hay, 2000 desaparecerán».
A fines de abril, la Mesa Nacional de Producción Porcina, que agrupa a la totalidad de las instituciones que representan la producción primaria de cerdo en el país, solicitaron al Gobierno nacional restringir la importación de carne de cerdo por 180 días.
El pedido, realizado durante una reunión que mantuvieron con el ministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere, fue a los efectos de que «se aclare el complejo panorama internacional», indicaron los productores. Sin embargo, no tuvieron respuesta positiva por parte de la Casa Rosada incluso a pesar de las advertencias de la existencia en USA de la enfermedad del síndrome respiratorio y reproductivo porcino, que afecta a la producción.
El ministro Etchevehere sentenció: «Abrir, cerrar, restringir o retrasar son señales que se nos vuelven en contra, somos un país que estuvo cerrado 12 años» y concluyó: «Tenemos que trabajar en ver cómo hacer que el consumidor argentino siga prefiriendo los productos argentinos, esa es nuestra finalidad más importante.
Fuente: http://cuestionentrerriana.com.ar