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Ser Bef vende su carne en la puerta del campo

Esta semana se expandió hasta el mercado minorista. Comercializa el remanente de la Cuota 481 que exporta a España, Italia y Holanda.

Es uno de los feedlots más grandes de la Argentina, ubicado entre San Luis y Villa Mercedes, sobre la ruta 7. Aloja allí unas 45 mil cabezas de ganado cuando la ocupación está al límite, lo que implica más de 600 toneladas de comida diaria. En Ser Beef se producen novillos de exportación de alta calidad, para mercados exigentes como el de España, Holanda o Italia. Es lo que se conoce como la Cuota 481 de exportación, que en la última restricción de exportaciones del Gobierno nacional, quedó del lado de las permitidas. Por eso ahí la actividad no se detuvo. Y hasta siguió evolucionando, porque la empresa que cuenta con 45 mil hectáreas destinadas a agricultura y ganadería, avanzó con la instalación de un frigorífico Ciclo II en ese mismo predio y esta semana, hasta habilitó un punto de venta de cortes vacunos, junto a la tranquera del campo. Esa nueva infraestructura le permite comercializar los cortes remanentes de la Cuota 481, como asado, matambre, vacío y entraña, entre otros cortes.

Gino Busetti es responsable de producción y comercialización de carne en la empresa, aunque antes pasó por otras muchas tareas, y contó a Tranquera Abierta cómo fue el proceso que finalmente integra actividades y eslabones que van desde la agricultura, la cría de ganado, el engorde y finalmente llega al flamante mostrador con la marca San Bernardo.

“Estamos ubicados en Fraga, San Luis. Ser Beef es una empresa de capitales italianos que está desde 1997. Tuvimos varios rubros de actividad en todo este tiempo, pero básicamente se trata de una empresa agroindustrial”, comienza relatando el directivo.

Entrevista de Gonzalo Dal Bianco, diario Puntal.

¿Qué superficie explotan?

Tiene 45 mil hectáreas de campo, de las cuales 20 mil son ganaderas de cría, monte. Unas 10 mil son mixtas y las otras 15 mil son agrícolas con instalaciones de riego en pivot en la mitad de esa superficie. La otra unidad económica importante es el feedlot que tiene la empresa que está ocupado en su mayoría por el servicio de hotelería, es decir, clientes que deciden invertir en hacienda y la tienen ahí. El engorde a corral está desde el comienzo de la empresa y hoy es uno de los más grandes del país con una capacidad de 45 mil cabezas. Hoy tenemos unas 38 mil. Eso genera un gran movimiento, en un día entran y salen unas 62 jaulas con animales.

¿Y en alimento?

Por día son 7 equipos de maíz, 7 equipos de burlanda, 4 equipos de gluten feed. Cada equipo son 30 toneladas.

Parte de ese alimento es producción propia…

El alimento en su mayoría es producción propia, diría 70 u 80 por ciento. Hay que tener en cuenta que al año hay más de 100 mil animales que pasan por el feedlot.

¿Tienen otras unidades económicas?

Hemos tenido cabaña Angus, exportación de alfalfa, una planta de aceite de soja. Pero fueron cosas que discontinuamos porque dejaron de ser redituables. Siempre la empresa buscó dar valor agregado, pero por distintos motivos algunas actividades se van dando de baja y van surgiendo otras. Desde 2018 comenzamos con exportaciones de carne a Europa y se decidió hacer sólo Cuota 481, que implica un animal de altísima calidad porque además vamos a España, Italia y Holanda que son mercados muy exigentes. Se preparan desde la cría hasta el último grano de alimentos, todo apuntando a ese mercado. Nos lucimos en la exportación pero teníamos el problema de que deja un excedente importante de carne en el país, los cortes con hueso, todo lo que es el asado, pulpas de segunda. Y entonces decidimos ver qué hacíamos con eso.

¿Y qué comenzaron haciendo?

En un momento era responsable de agroindustria en la empresa, después ocupé la parte logística y algo de comercialización de granos. Finalmente incursioné en el tema de excedentes de carne. Empezamos comercializando en el mercado interno los cortes como salían de los frigoríficos de Buenos Aires donde faenamos.

¿Y cómo resultó?

Fue con éxito en cuanto a volumen de ventas y sin éxito en cuanto a rentabilidad porque el frigorífico entrega el excedente en una forma que no es consumible para un comprador final. Por ejemplo, en vacío completo, con la grasa, envasado al vacío y en cajas de 20 kilos, con un peso por pieza de 7 u 8 kilos. Por lo tanto, si no iba a un mercado mayorista que lo castigaba por la grasa y otros motivos, no había demasiadas alternativas.

¿Cómo resolvieron eso?

En ese momento se nos ocurrió hacer un Ciclo II dentro de la empresa. Un frigorífico de esas características se ocupa de lo que sigue luego de la faena. No tenemos faena, que es lo que hacemos en Buenos Aires. Lo que sigue sobrando de la Cuota 481, pedimos a los frigoríficos que no lo envasen, que lo dejen al excedente como queda. Lo traemos en un camión propio desde esos frigoríficos que son de altísimo nivel sanitario e infraestructura; son frigoríficos Clase A de exportación que parecen quirófanos. Lo que queda sin exportar es un excedente de muy buena calidad que es ingresado a nuestra planta. Hacemos el desposte de piezas y las porcionamos para un consumidor final. Las envasamos al vacío lo que nos da 90 días de duración refrigerado y si lo congelamos nos da un mínimo de 120 días.

Dieron un paso más en la cadena…

Tenemos capacidad para congelar y refrigerar, tenemos la envasadora al vacío. Entonces vendemos piezas trozadas, envasadas al vacío y en cajas de 20 kilos. Ahora abrimos un punto de venta para que el consumidor pueda comprar una pieza y no necesariamente una caja. Por ejemplo, a un vacío lo porcionamos en dos o tres, al matambre lo ponemos entero, tenemos un corte entrecostillas, la banderita también y el costillar completo congelado.

¿Ustedes comercializan todo?

Decidimos no meternos en la venta minorista y por eso se la dimos a una distribuidora de San Luis. El punto de venta propio es en la puerta de Ser Beef, donde está la balanza de acceso al establecimiento. Es ruta 7 kilómetro 742 entre Villa Mercedes y San Luis, a mitad de camino.

¿Qué hay ahí?

Es una zona netamente rural, no hay nada. Ahí tenemos las heladeras, cajas registradoras, algunas banderas y señalizaciones.

¿Y cómo marcha?

La distribución tiene dos meses y va bien, y el punto de venta comenzó esta semana y el resultado es muy bueno.

¿Sólo comercializan en San Luis?

La distribución se hace exclusivamente en San Luis porque no tenemos habilitado todavía el tránsito federal. Cuando tengamos eso, lo primero que tenemos en carpeta es expandirnos a nuevos destinos.

Por lo cual van a avanzar en la habilitación de tránsito federal…

Todo comenzó como una prueba piloto pero viendo los resultados en San Luis, amerita gestionar y hacer todos los papeles para el tránsito federal. De hecho, uno de los requisitos más difíciles para cumplir son las condiciones de infraestructura y nosotros arrancamos de cero, haciendo algo chico, pero muy a conciencia en cuanto a normas de higiene y seguridad. Por lo tanto, no nos cuesta más que la burocracia lograr el tránsito federal. Tenemos todo el piso epoxipado, todo hecho con placas térmicas, las maquinarias y mesones son de acero inoxidable. Contamos con frío de sobra y armamos un filtro sanitario estricto para la gente que ingresa al Ciclo II. Está todo bien hecho. Se invirtió mucho, más de lo que se pensó en un principio porque uno entra a un mundo nuevo en el que se encuentra con cosas mejores de las que pensaba y alternativas que valían la pena.

¿Tienen vínculo con Río Cuarto y el sur de Córdoba?

Conozco mucho porque soy mendocino pero estudié Agronomía en la Universidad Nacional de Río Cuarto. Tengo ahí muchos amigos y conocidos en la zona. Además, tenemos mucho intercambio con el sur de Córdoba porque los contratistas que trabajan acá vienen todos de esa zona, muchísimos animales del feedlot son de productores de Río Cuarto y la región. Los repuestos los compramos allá, los congresos, la capacitación suelen ser en Río Cuarto o la zona.

¿Cuánto de una media res se queda en el país como excedente de la 481?

De una media res queda entre el 30 y 40 por ciento. Es el asado que es costilla, matambre, entraña, por exigencia del Gobierno la cuadrada, tortuguita, garrón, brazuelo, cogote.

La 481 quedó al margen de las restricciones del Gobierno…

Se frenó China, que era la gran salida de carne. Pero nosotros no vendíamos ahí. Siempre comercializamos 481 a Europa. A China mandamos algunos contenedores para explorar pero no resultó; es un mercado complicado. Sí vendemos algo a Estados Unidos, pero lo fuerte es Holanda, Italia y España.