Cada año las lluvias se llevan 2,24 toneladas de la mejor parte del suelo de la Cuenca La Petra, que van a parar al dique Paso de las Carretas, según el “Mapa de erodabilidad” elaborado en 2015 por el gobierno de San Luis.
Esa cuenca de 28 mil hectáreas sigue con los mismos problemas erosivos, aún con el uso de la siembra directa, donde es común observar fértiles campos tajeados por enormes cárcavas.
Por ello el gobierno provincial decidió impulsar la formación de consorcios de productores para encarar una solución colectiva con curvas de nivel y micro diques, entre otras labores, para frenar el escurrido dañino del agua.
En una fecha aún sin determinar, las autoridades realizarán en mayo próximo un encuentro con productores durante el que hablarán expertos de la Universidad de Nacional de San Luis (UNSL), la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), productores agrícolas y profesionales del ámbito productivo y ambiental.
El objetivo de la jornada será promover la creación de consorcios de productores con un enfoque participativo interdisciplinario, que tengan como uno de sus ejes principales la conservación del suelo.
“Nadie se salva solo. Si un campo se adecúa a la normativa y el resto no, el problema sigue vigente. Deben ser todos los productores quienes tomen conciencia de la necesidad de avanzar en prácticas conservacionistas de uso de suelo, que garanticen la continuidad de su actividad agrícola, no solo en el corto plazo”, consideró el director de Gestión Ambiental de Recursos Hídricos, Arturo Negri, en declaraciones que difundió la Agencia de Noticias San Luis.
Para el gobierno, la implementación de técnicas conservacionistas de manejo de suelos, como los cultivos en terrazas respetando la inclinación del terreno y las curvas de nivel, y la instalación de micro embalses para poder retener excedentes hídricos, son algunas de las propuestas para un mejor cuidado de los suelos productivos.
San Luis cuenta con una moderna legislación desde 2004 con la ley provincial de suelos, que fue reglamentada cuatro años después y que establece, entre otras regulaciones, la obligación de trabajar con sistematización de lotes en las cuencas La Petra y El Morro principalmente.
La provincia de San Luis tiene las cosas bastante avanzadas en cuestiones de legislación e informes técnicos destinados a cuidar el recurso. El entonces Ministerio del Campo elaboró en 2015 un “Mapa de erodabilidad”, realizado mediante un convenio de cooperación técnica entre el gobierno puntano y el Laboratorio de Interpretación de Imágenes de Sensores Remotos.
En ese informe se advierte que en San Luis existen pérdidas de suelo importantes aún bajo siembra directa, y que éstas son de menor cuantía en siembra directa que siembra directa a favor de la pendiente.
Las mediciones obtenidas en las cuencas de El Morro y El Amparo Sur son ejemplos bien marcados de erosión: casi el 10% del agua que cae en época de lluvias se pierde en aquellos cultivos implantados con siembra directa a favor de la pendiente y cada milímetro escurrido por hectárea equivale a 10 metros cúbicos. Y encima, se lleva 2,24 toneladas de la mejor parte del suelo, que van a parar al dique Paso de Las Carretas.
