Inicio Política Primera baja en el gobierno de Poggi: renunció Bridger

Primera baja en el gobierno de Poggi: renunció Bridger

Así lo reveló el sitio Apuntes de San Luis. El secretario de Actividades Logísticas, Harold Bridger, se fue abrumado por las internas de su partido, Todos Unidos, hoy convertido en un conventillo generalizado que estimula su propio líder, Adolfo Rodríguez Saá.

La nota firmada por el periodista Eduardo Gargiulo, dice lo siguiente:

Luego de casi dos meses de dimes y diretes, se confirmó el adelanto de Apuntes de San Luis del pasado 27 de marzo, cuando se informó: Bridger está al horno”.

Este viernes el vicegobernador de la provincia Ricardo Endeiza, a cargo del Ejecutivo, le aceptó la renuncia a Harold Bridger.

El ex funcionario agradeció el “inmenso honor” de haberse desempeñado al frente de la Secretaría de Actividades Logísticas.

Asimismo, como es de rigor, Bridger agradeció la confianza depositada en él, y explicó que “Por razones exclusivamente personales, me he visto en la obligación de hacer un paso al costado, presentando la renuncia correspondiente”.

Desde febrero pasado comenzó a escribirse lo que podría denominarse la “crónica de una caída anunciada”, cuando trascendió que Bridger había tenido cortocircuitos con una empleada a su cargo, impulsada por Gisela Vartalitis, la esposa del ex senador Adolfo Rodríguez Saá.

A partir de allí el partido Todos Unidos pasó a llamarse menos-unidos-que-nunca, de acuerdo al comportamiento que asumieron sus integrantes, y que Apuntes fue informando en sucesivos capítulos.

Días atrás parecía que Bridger había ganado oxígeno, a partir del respaldo que significó su designación como representante de la provincia en el Consejo Federal de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, a través de un decreto firmado por el gobernador Claudio Poggi con fecha 3 de abril.

Sin embargo fue un espejismo: por pedido de Adolfo Rodríguez Saá, el gobernador no tuvo más opción que instruir a su vice para que le “acepte” la renuncia al funcionario. Fin del culebrón.

Habrá que ver, de ahora en más, si se calman las aguas en el partido del ex presidente o nos preparamos para asistir a un nuevo sainete.