Considerada un gran retroceso ambiental, internacional y con un fuerte impacto negativo en la provincia, la nueva Ley de biocombustibles, “tristemente acompañada por los diputados nacionales Karim Alume, Victoria Rosso y Carlos Ibrahim Ponce, provoca un enorme perjuicio a la Provincia en beneficio de otras”, condenaron hace dos semanas las seis rurales de San Luis.
El Senado nacional convirtió en ley el pasado viernes el nuevo régimen de biocombustibles, que regirá hasta el 31 de diciembre de 2030. Allí, la senadora puntana Eugenia Catalfamo votó a favor, Claudio Poggi en contra y Adolfo Rodríguez Saá, como ya lo hizo con la ley del aborto, se escondió sin ninguna justificación.
Hasta la llegada de esta nueva ley impulsada por Máximo Kirchner, el gasoil era cortado con 10% de biodiesel y las naftas con 12% de bioetanol. Ahora, esta ley permite reducir al 3% el porcentaje de corte obligatorio del biodiesel, y mantiene en el 12% el bioetanol hecho con caña de azúcar o maíz, aunque permite en este caso bajarlo al 9%.
“San Luis ha sido pionera en el respeto por el medio ambiente, estimulando la radicación de importantes emprendimientos de producción de biodiesel y etanol. Nos sorprende y nos duele que legisladores de San Luis aprueben con su voto la disminución en el corte de estos biocombustibles beneficiando a provincias extractoras de combustibles fósiles que no le generan ningún beneficio a los puntanos ni al medio ambiente”, se lamentaron las seis entidades rurales de San Luis.
Poggi, senador de Avanzar San Luis, rechazó la norma y sostuvo que “con esta ley castigan en la provincia a una economía que vincula el agro con la industria”.
“Las plantas de biocombustibles emplean en mi provincia a más de mil sanluiseños. Es muchísimo para San Luis y tiene un círculo económico virtuoso de generar un movimiento mensual por ejemplo de 2500 camiones; de consumir 230 mil toneladas de maíz, y 270 mil toneladas de aceite de soja al año”, sostuvo.
Antes de que llegara este proyecto al Senado, el diputado nacional Alejandro Cacace (Juntos por el Cambio-San Luis), que votó en contra, alertó por el impacto negativo que provocará en la provincia basándose que el 15% de la producción total de maíz en San Luis recibe valor agregado en la provincia y el 65% potencial de la soja local. “Es muy sustantivo para el desarrollo de la economía de nuestra provincia hacia el futuro”, advirtió.
Considerada una de las mayores fabricantes de biocombustibles del país, la firma Diaser fabrica biodiésel en San Luis desde 2010 y bioetanol desde 2014, emplea a 160 personas de manera directa y a 300 de manera indirecta.
