«En los listados de bolsos y arrepentidos no hay productores». La frase, enfática y sin lugar a dobles interpretaciones dicha por el vicepresidente segundo de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Atilio Carignano, marcó la síntesis perfecta de lo que fue el acto central de la 89° edición de la Exposición Rural de Villa Mercedes.
El encuentro tuvo tres oradores, todos pertenecientes al gremialismo agropecuario, y se destacó por un hilo conductor temático que se puede sintetizar en plantear el rechazo al restablecimiento de las retenciones, la necesidad que desde el Estado se impulse las reformas laboral, impositiva, política, como así también se promueva la ley de extinción de dominio y otra para la unificación del uso de los agroquímicos.
A su vez, los disertantes dejaron en claro que una vez más «el campo es el sector castigado», pero que también «está dispuesto a ayudar» a recuperar a un país que se ha caído por culpa de otros sectores. Allí apuntaron sin ambages a la «política» y a un porción de empresarios como los causantes de la actual situación, para los cuales solicitaron castigos ejemplares a fin de purificar el funcionamiento de las instituciones.
Por esta causa es que en repetidas veces se solicitó la reforma política, del Estado y el castigo a la corrupción, sustantivo que en este país todos entendemos de qué se trata pero a su vez cada sector piensa diferente acerca de quién es o no corrupto. El corruptómetro aún no se ha inventado.
Los dichos de los gremialistas agropecuarios picaron sobre las tribunas del predio de La Fortuna, donde se dieron cita una nutrida cantidad de productores y también representantes de la «política» que recibió los cachetazos, como el intendente municipal Mario Raúl Merlo que estuvo acompañado por el vice intendente y una nutrida comitiva y funcionarios del Ministerio del Campo de la provincia de San Luis.
De los organismos del Estado Nacional estuvieron presentes representantes de INTA, Senasa y del ex Ministerio de Agroindustria, que en nuestra provincia tiene su territorialidad a través de la Subsecretaría de Agricultura Familiar.
La lista de oradores fue encabezada por el presidente de la Sociedad Rural Río Quinto, Pablo Bianchi, a quien siguió el presidente de Cartez, Gabriel Raedemaker y cerró el vicepresidente segundo de CRA, Atilio Carignano.
Fue el propio Carignano quien felicitó a Pablo Bianchi por la realización de la muestra rural y los 110 años de la Sociedad Rural Río Quinto.
En su alocución destacó que CRA se sienta a debatir en todas las mesas «a las que fuimos convocados». Ejemplificó con la de la leche, donde esta entidad promueve institucionalizarla «defendiendo transparentar el mercado incluyendo toda la cadena para evitar problemas estructurales». En este sentido aclaró que la entidad presentó un proyecto al presidente Mauricio Macri.
También mencionó el protagonismo que tienen en la mesa de carnes. Dijo que hay una situación difícil con la que se enfrentará nuestro país, dado que en el estado de Paraná, al sur del Brasil, se dejará de vacunar contra la aftosa, lo cual representa un peligro muy grande.
Puso énfasis en la ley de semillas. «Pagaremos la propiedad intelectual de las tecnologías en la bolsa», expresó. Ese es el criterio de CRA. Se pretende construir con los consensos para generar una ley marco y los disensos «deberán resolverse en el ámbito legislativo con la participación de cada uno de nosotros sobre los diputados que nos representan para que lleven el debate hasta en el orden público», subrayó .
Al referirse al tema de los fitosanitarios fue enfático: «los discursos populistas, ideologizados y vacíos de sustento científico, confunden metiendo miedo sin el fundamento de conocimiento sólido que aporta la ciencia».
Hizo mención a la presencia del presidente de la Nación, Mauricio Macri, en la jornada Nacional de Agro que organizó CRA esta semana. Tras consideraciones al respecto subrayó: «nuevamente nos toca, muchachos. Y esta vez movilizados por lo social, nada menos, por lo urbano, por las urgencias y por la pobreza que avergüenza en un país que produce alimentos en demasía para el mundo».
En sintonía con sus antecesores en la palabra, dijo que CRA prioriza el «déficit fiscal cero». Para achicar al sector público proponen un sector privado «fuerte y receptivo» que absorba los recursos humanos de los excluidos del Estado mediante trabajo «genuino».
Sumó que ello será posible con una «reforma laboral inclusiva, no excluyente», impositiva en los tres niveles: Nación, provincias y municipios, de allí que los privados «deberemos tener la suficiente capacidad para receptarlos».
Como complemento se debe implementar la reforma política, la cual debe ser «bien profunda, inteligente y eficaz».
Como frutilla del postre se refirió a la corrupción. Dijo que trabajarán con los buenos, «excluyendo a los malos» y afloró la frase sintetizadora: «En los listados de los bolsos y arrepentidos no hay productores agropecuarios», la cual despertó el aplauso del público.
Foto El Semiárido.
