La Jeringa Inteligente 1.0 lleva un registro de las vacunaciones, lo que permite saber con exactitud la cantidad de animales, sino la categoría, qué tratamiento y la dosificación utilizada. Está diseñada para realizar trazabilidad sanitaria a nivel tropa y puede lograr trazabilidad individual si se integra con un colector de datos.
Esta jeringa está apoyada por una plataforma y por una aplicación donde una vez que se realizaron los tratamientos de vacunación, vía bluetooth se vuelcan los datos al teléfono y ahí se confecciona un acta de vacunación donde figuran todos los metadatos temperatura, humedad, geolocalización.
“Gustavo Enecoiz y el ingeniero Germán Cayssials integramos Innovaciones Tecnológicas, que nos dedicamos a trazabilidad sanitaria ganadera, donde Digirrodeo es quien aporta la tecnología, de los cuales somos los desarrolladores de negocio de dicha empresa.”, comentó a El Semiárido Gustavo. Estos productos argentinos están patentados en Estados Unidos, China, Brasil y en la Argentina, lo que le da el nivel de producto.
Entre los beneficios que brinda, se destacan la visualización de tratamientos, verificación de aplicaciones, transferencia de la información a celulares y PC, conteo de dosis aplicadas y de animales tratados, manejo fácil e intuitivo, trazabilidad Sanitaria y control de periodos de carencia. Las actas de vacunación tienen programado todo el sistema de blockchain de seguridad.
“Esto surgió en plena pandemia, cuando me presentan un proyecto que era Digirodeo, lo compartí a mi socio Germán Caicial, que es ingeniero agrónomo, y a partir de ahí vimos el potencial que tenía el producto y que iba a ser el futuro de la trazabilidad sanitaria ganadera individual, tanto en la Argentina como en el mundo”, recordó el empresario.
Digirodeo es un ITECH nacional donde ambos socios son los desarrolladores del negocio de la compañía a nivel nacional y todo Sudamérica, que incluye Paraguay, Brasil, Uruguay, Chile y Colombia.
“Vimos principalmente que el potencial del producto era lo que se venía en la ganadería; todavía le está costando al productor tomar conciencia de lo que es tener sus propias actas de vacunación electrónicas con su sistema de gestión sanitario y ganadero donde pueda tener sus propios listados de listas negras y periodos de carencia, que dará tranquilidad en cuanto a no mandar animales a faena o a ordeñe que no correspondan”, destacó Enecoiz.
Explicó que con este sistema se hace el acta de vacunación en el teléfono con todas las características de los metadatos, como temperatura, humedad, condiciones climáticas, geoposicionamiento y ahí sale un acta de vacunación con la posibilidad de incorporar al sistema blockchain, ya que esto está preparado para ese sistema y una vez que se tiene la primera señal de celular se sube el dato a la nube y la plataforma procesa los datos de manera automática.
“Procesamos los datos en tiempo real y de manera inmediata, sin tener que hacer ningún tipo de Excel, inclusive podemos conectar todo lo que son bastones de lectura que tengan los productores y balanzas electrónicas con nuestro sistema y que esa información vaya directamente a la plataforma”, detalló.
Con la geolocalización se puede certificar el origen de la carne y que fue producida en pasto natural, indicó y agregó que hay una serie de detalles que se abren de acuerdo a toda la información que puede brindar el sistema y se puede volcar todo a un QR asociado al packaging del producto.
Esto dirá el origen, quién es el productor, hasta la línea genética de los animales, con qué alimento fue criado el animal, en qué campos, de dónde a dónde se trasladaron.
“Esto también permite hacer una marca de carne individual o de una asociación de productores de carne criada pasto con este sistema; tenés todas las certificaciones y podés demostrar con documentación fehaciente y con la tecnología de que las cosas están donde están y no que son cosas inventadas”, aseguró.
Esta tecnología permite el uso de dos tipos de caravanas, de baja y de alta frecuencia, caravanas oficiales de baja frecuencia y caravanas de manejo no oficiales de alta frecuencia, que dan una posibilidad de manejo mucho más amplia que la baja.
Con esta última se pueden contar hasta 50 animales por segundo en un contador instalando en un arco de lectura en una tranquera o en una ensenada, como también permite controlar qué animales llegan a tomar agua y cuáles no, e inclusive se pueden hacer unos “embudos” donde se coloca una balanza electrónica para tomar el peso al paso a diario.
“Eso te va tirando una curva de crecimiento diaria, de ganancia diaria del animal y te permite adelantarte a muchos problemas sanitarios, ya que si el animal no engorda un día o dos días es porque está incubando algo, como al mismo tiempo determina hasta dominancia o voracidad de los distintos animales”, explicó.
