No solo impacta por la prolijidad y simetría en la traza de surcos y acequias. Tres organizadas cuadrillas de mujeres y varones jóvenes de Candelaria siguen el ritmo el tractor para alimentar una ingeniosa máquina con los plantines que coloca a la distancia y profundidad deseada y además le incorpora un chorro de agua en el mismo acto.
Las quince hectáreas que esta semana terminaron de implantarse con batata en el paraje San Miguel, en el fértil corredor productivo Quines-Candelaria, serán cosechadas en maro próximo y estiman que les dará un rendimiento de hasta 45 ml kilos por hectárea, una cantidad no registrada en años recientes.
El éxito de esta campaña es atribuida principalmente a una larga experiencia en el cultivo de este emprendimiento, que ya tiene vendida toda su producción a la exigente firma Arcor, que anualmente les otorga un cupo para destinarlo principalmente a a fabricación de dulce. Pero también a la destreza en el aprovechamiento del agua al momento de proporcionar riegos oportunos.
La presentación de esta explotación la hizo Pedro Bidogia, responsable del Consorcio Quines-Candelaria y quien elogió el sistema de riego con acequias encadenadas que permite una distribución eficiente y aprovechar el agua sobrante nuevamente.
Bidogia, junto con Héctor Andrada, jefe de la Agencia Quines del INTA, organizaron una gira por cinco explotaciones intensivas bajo riego para mostrar el uso eficiente del agua en producciones comerciales frutícolas y hortícolas a estudiantes del último año de Ingeniería Agronómica en Villa Mercedes, acompañados de Rolando Lucero, titular de la cátedra Fruticultura y Mariela Quiroga, su jefa de trabajos prácticos; Patricia Bazán, de la cátedra Horticultura; Zunilda Furlan, de Morfología Vegetal, y Mirtha Gómez, jefa de trabajos prácticos de la cátedra Dasonomía.
La plantación comienza en octubre y termina a mediados de noviembre, arrancando plantines de batatas brotadas en los almácigos cultivados especialmente. Quince kilos de batata les proporciona plantas para cubrir una hectárea.
Esta explotación, junto con la de cebollas y almendros que publicó El Semiárido, forman parte de las producciones que comenzaron a recuperarse luego que el Consorcio de Riego Quines Candelaria recuperara la red de canales tras la inundación del 1 de marzo del año pasado y que irrigan a más de tres mil hectáreas.
Foto: El Semiárido