Las gestiones están bien avanzadas y el entusiasmo es enorme. Cuatro productores de Estancia Grande impulsan la formación de una cooperativa avícola con la intención de alcanzar en el corto plazo un elevado volumen de producción para abastecer la región de huevos frescos con cáscara.
Paolo Pitavino detalló Todo Un País el alcance del ambicioso proyecto avícola en San Luis y es quien ya abrió el camino de la prometedora actividad. Actualmente, en su Granja Avícola Matilde, opera desde hace más de un año con 2.500 gallinas ponedoras y con un promedio del 80% de postura, lo que equivale a una producción diaria de aproximadamente 2.000 huevos, que los comercializa con facilidad en la zona: «Estamos teniendo unas mermas bastante importantes en la producción a raíz del calor que estamos sufriendo en la provincia lo que hace que las gallinas consuman menos alimento y les cueste poner por los ambientes muy calientes».
La iniciativa para impulsar una cooperativa avícola se enfocará en la producción sostenible de huevos para abastecer el mercado local y regional. “El objetivo es generar empleo comunitario al ofrecer oportunidades laborales directas e indirectas en la región; reducir costos de producción utilizando recursos locales como restos de poda y cultivos de alfalfa o maíz para alimentación: garantizar productos de calidad para proveer huevos frescos y nutritivos a precios accesibles, y fomentar la economía local al promover el desarrollo económico mediante un modelo cooperativo que incluya a pequeños productores”, describió el productor.
La cooperativa avícola iniciará sus actividades con cuatro productores asociados, cada uno con 2.500 gallinas ponedoras y una población inicial de 10.000 aves. Pitavino estima una productividad promedio del 80% de postura, lo que equivale a una producción diaria aproximada de 8.000 huevos.
El proyecto está diseñado para un crecimiento escalonado, con el objetivo de expandir la capacidad productiva a 20.000 ponedoras en una segunda etapa. Este incremento permitirá una producción diaria proyectada de 16.000 huevos. Se prevé integrar tecnologías de manejo avícola, optimización de costos mediante alimentación sostenible y una infraestructura adecuada para garantizar la calidad del producto.
El proyecto contempla un período de recría de aproximadamente 18 semanas desde la incorporación de las pollitas bebés hasta alcanzar la edad de postura. Se espera una producción estable dentro de las primeras cuatro semanas de postura.
Inicialmente, la producción estará destinada a abastecer comercios, almacenes y familias de Estancia Grande y alrededores, mientras que luego apuntarán al mercado regional y expandir gradualmente la distribución hacia ciudades cercanas como San Luis capital y Juana Koslay.
“El objetivo es consolidar el mercado regional a mediano plazo, priorizando acuerdos con distribuidores locales y generando alianzas con programas sociales o gubernamentales que demanden productos avícolas frescos y de calidad”, adelantó el productor.
Este crecimiento se basará en un modelo sostenible, priorizando la alimentación local, optimización de costos y el fortalecimiento de la marca como un proveedor confiable de huevos frescos y de calidad.
Pitavino cuenta con una sólida experiencia en producción de huevos: «Esto viene de un estudio que vengo haciendo hace 6 años, cuando trabajaba en relación de dependencia para una empresa, que es la más grande de Cuyo y que hoy cuenta con más de 600 mil ponedoras».
El productor recordó que estaba asentado hacía diez años en Italia cuando en 2012 le llegó la propuesta de dirigir la transición a un sistema automatizado de la granja sanjuanina.
«En Italia había terminado Agronomía y había hecho una especialización en rumiantes menores y después me interesé en las ponedoras. Armamos una granja nueva en Pocito, a 25 kilómetros de San Juan, con los primeros galpones automáticos que trajimos de España, adonde viajé para conocer la tecnología que en Argentina aún no había», indicó. También visitó en Italia la segunda firma más importante en fabricación de jaulas automáticas para comprar más módulos. Y después hizo lo mismo con otra empresa de Alemania, donde adquirió el tercer galpón, al tiempo que terminó convirtiéndose en asesor de la empresa para el mejoramiento de jaulas.
El año pasado viajó a Italia donde hizo la especialidad en avicultura y allí se encontró con el nuevo sistema con el que produce en Estancia Grande y que consiste en volver a los orígenes de la producción aviar en lugares libres: “La gallina suelta tiene más duración en vida que la que vive en jaula».
Todo Un País.