El Ministerio de Agroindustria convocó a la Comisión Ejecutiva de la Mesa Nacional Algodonera, integrada por los ministros de las provincias productoras, entre ellas San Luis, con el objetivo trabajar en políticas para el sector en el marco de la ley 26.060,
La reunión realizada el viernes en Buenos Aires fue encabezada por el subsecretario de Agricultura, Luis Urriza, que estuvo acompañado por el director nacional de Agricultura, Ignacio Garciarena; el director de Cultivos Intensivos, Leonardo Gervasio; y la coordinadora de algodón, Silvia Córdoba.
El encuentro permitió avanzar en la definición sobre la distribución entre las provincias del Fondo de Compensación de Ingresos para la Producción Algodonera mencionado en la ley.
«El objetivo es que la aplicación sea transparente, ordenada y aplicada a la ejecución de las políticas que hemos consensuado», explicó Urriza, y agregó que «el Fondo Algodonero es para los productores».
En tanto, Garciarena repasó las tres líneas de acción que Agroindustria está llevando adelante para fortalecer a la comunidad algodonera. Por un lado, el programa Procalgodón, ejecutándose en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Ministerio de Producción y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI); por otra parte, la generación de reglas claras para incentivar la introducción de variedades modernas de semillas; y en tercer lugar, la lucha contra el picudo algodonero.
El director hizo hincapié en este último punto, y explicó el desarrollo del programa Entes Sanitarios, que es la herramienta que promueve Agroindustria para enfrentar la plaga a la vez que subrayó la importancia de «discutir la política algodonera nacional con el aporte de las provincias», resaltó Garciarena.
De la reunión participaron el ministro de la Producción de Chaco, Gabriel Tortarolo; el ministro de Producción y Ambiente de Formosa, Raúl Quintana; el ministro de Producción, Recursos Naturales, Forestación y Tierras de Santiago del Estero, Luis Gelid; el subsecretario de Cultivos Industriales de Santa Fe, José Luis Braidot; el director de Economía Agraria de Corrientes, Luis Almirón; el secretario de Agricultura de Córdoba, Juan Cruz Molina Hafford; el coordinador de Mesas Sectoriales Agropecuarias de Salta, Juan Garay; la jefa de Sanidad y Tecnificación Agrícola de San Luis, María Rodríguez; y el jefe de departamento de la Dirección General de Agricultura de Entre Ríos, Abel Arias Blanco.
El pedido de San Luis
Rodríguez representó a Ministerio de Medo Amiente, Campo y Producción de San Luis, quien planteó que Senasa debe intensificar los controles y establecer puestos fijos de inspección en la provincia para la plaga del picudo algodonero.
También pidió que San Luis mantenga el estatus sanitario que establece la Resolución 559/2014, en su artículo 3°, que declara a la provincia como “Área libre de la plaga picudo algodonero”, determinada en el departamento Ayacucho.
La semana pasada surgió en Ayacucho la idea de retomar la iniciativa impulsada por el INTA Quines en 2011, con la que se avanzó en los controles periódicos del Senasa, pero nunca se logró que el gobierno provincial se interesara por establecer una barrera fitosanitaria fija en el límite provincial.
En 1993 se declaró plaga al Picudo del Algodonero y en 2000 se dispuso la emergencia sanitaria nacional. En 2002 sale la resolución 488 del Senasa que establece un sistema que permite actuar preventivamente en todos los casos en que estén comprometidas la sanidad animal, vegetal o calidad agroalimentaria, aunque el norte de San Luis está libre de esta temida plaga
En 2011, por iniciativa del jefe de la Agencia Quines del INTA, Héctor Andrada, se realizó un relevamiento en todas las empresas dedicadas al algodón, que por entonces sumaban 2.700 hectáreas. Lo primero que surgió de esos informes fue un trabajo articulado con el Senasa, INTA, y otros organismos pensando en esta región para protegerla del Picudo del Algodonero.
En la campaña 2013-2014 se implantaron 2.774 hectáreas, en 2014-2015 4.100 y ahora 4.158 hectáreas, distribuidas en 68 lotes y tres empresas: Puramel SA, AGD e Indara.
Actualmente, con un monitoreo quincenal, el Senasa tiene instaladas 503 trampas, que se colocan sobre varillas a una altura de metro y medio, que contiene una tableta con feromonas como atrayente y otras con insecticida para que el insecto que ingrese muera allí. Ambas tabletas se reemplazan mensualmente.
Las trampas se ubican en la periferia de los lotes cada 300 metros, en zonas aireadas para favorecer la circulación de las feromonas. Se colocan 45 días antes de cada siembra.
Foto: Prensa Minagro