En lo que se constituyó un severo llamado de atención para las autoridades ambientales de la provincia, la Defensoría del Pueblo de la Provincia de San Luis emitió la Resolución 005-DdP-25, mediante la cual exhorta al Poder Ejecutivo provincial a declarar la Emergencia Pública Ambiental en la Cuenca de La Petra y su área de influencia. La medida se fundamenta en la alarmante erosión hídrica que amenaza los recursos naturales, la capacidad de almacenamiento de agua y la salud pública.
El diagnóstico realizado por el organismo revela un proceso severo de erosión hídrica causado por la combinación de pendientes pronunciadas y suelos blandos o friables. Esta situación ha generado impactos críticos en varios frentes:
Colmatación de diques: Los sedimentos arrastrados por las corrientes fluviales han reducido la capacidad de embalses como el dique Paso de las Carretas, que ha perdido cerca del 30% de su capacidad de almacenamiento, afectando el suministro de agua potable a través del Acueducto del Oeste. También se reportan problemas similares en los diques Saladillo y La Estrechura.
Contaminación del agua: El arrastre de herbicidas y agroquímicos desde los campos agrícolas ha contaminado las fuentes de agua, con consecuencias negativas para el ambiente y la salud de la población.
Degradación del suelo: La expansión del área afectada por la erosión ya supera las 27.000 hectáreas, con un notable aumento en el transporte de sedimentos y el poder erosivo de las corrientes.
Prácticas agrícolas inadecuadas: El uso de técnicas de labranza convencional agrava el fenómeno, al facilitar el desprendimiento del suelo y acelerar el proceso erosivo.
Frente a este panorama, la Defensoría del Pueblo propone un paquete de acciones concretas:
Declaración de emergencia: Se solicita al Ejecutivo provincial que oficialice el estado de Emergencia Pública Ambiental en la Cuenca de La Petra para priorizar la implementación de medidas correctivas y preventivas.
Creación de un distrito de conservación: Se insta al Ministerio de Desarrollo Productivo a declarar la zona como un Distrito de Conservación y Manejo Obligatorio de Suelo, dada la magnitud del daño ambiental.
Monitoreo continuo: Se recomienda a San Luis Agua llevar adelante un control permanente de la calidad y cantidad de los recursos hídricos, así como del impacto de los sedimentos en los embalses.
Promoción de consorcios de conservación: Se sugiere fomentar la conformación de consorcios integrados por productores, arrendatarios y actores locales, con el objetivo de implementar prácticas agrícolas sostenibles, como la siembra directa y la labranza en terrazas bajo curvas de nivel.
La resolución destaca la urgencia de adoptar un enfoque integral y coordinado para mitigar los efectos de la erosión hídrica y preservar los ecosistemas de la región.

Muchos anuncios y pocas acciones
En junio del año pasado la Secretaría de Ambiente de la provincia anunció jornadas para analizar el problema de La Petra, pero nunca se avanzó en la generación de consorcios de productores, como se anunció en ese momento.
Cada año las lluvias se llevan 2,24 toneladas de la mejor parte del suelo de la Cuenca La Petra, que van a parar al dique Paso de las Carretas, según el “Mapa de erodabilidad” elaborado en 2015 por el gobierno de San Luis.
Esa cuenca de 28 mil hectáreas sigue con los mismos problemas erosivos, aún con el uso de la siembra directa, donde es común observar fértiles campos tajeados por enormes cárcavas.
San Luis cuenta con una moderna legislación desde 2004 con la ley provincial de suelos, que fue reglamentada cuatro años después y que establece, entre otras regulaciones, la obligación de trabajar con sistematización de lotes en las cuencas La Petra y El Morro principalmente.
La provincia de San Luis tiene las cosas bastante avanzadas en cuestiones de legislación e informes técnicos destinados a cuidar el recurso. El entonces Ministerio del Campo elaboró en 2015 un “Mapa de erodabilidad”, realizado mediante un convenio de cooperación técnica entre el gobierno puntano y el Laboratorio de Interpretación de Imágenes de Sensores Remotos.
En ese informe se advierte que en San Luis existen pérdidas de suelo importantes aún bajo siembra directa, y que éstas son de menor cuantía en siembra directa que siembra directa a favor de la pendiente.
Las mediciones obtenidas en las cuencas de El Morro y El Amparo Sur son ejemplos bien marcados de erosión: casi el 10% del agua que cae en época de lluvias se pierde en aquellos cultivos implantados con siembra directa a favor de la pendiente y cada milímetro escurrido por hectárea equivale a 10 metros cúbicos. Y encima, se lleva 2,24 toneladas de la mejor parte del suelo, que van a parar al dique Paso de Las Carretas.